Por las perspectivas de una recuperación económica "de carácter moderado".
Las familias y empresas residentes en España optarán en los próximos meses por contener el gasto y elevar sus reservas de ahorro ante la necesidad de reducir sus niveles de endeudamiento y debido a las perspectivas de una recuperación económica "de carácter moderado".
Esta es una de las principales conclusiones de uno de los informes contenidos en el Boletín económico que hoy ha publicado el Banco de España, que explica que en este escenario influyen también el contexto actual de tasas de inflación muy reducidas y el deterioro acumulado en el mercado de trabajo.
Desde el punto de vista del crédito, el documento asegura que las entidades bancarias "dejaron de percibir caídas en la demanda de préstamos a lo largo de 2014".
Y aunque esa demanda fue "muy limitada", tanto en el caso de los préstamos de menor importe como en los solicitados por las empresas más grandes, las entidades relajaron "ligeramente" los criterios de aprobación de préstamos, si bien mantuvieron el tono restrictivo adquirido durante la crisis.
La situación financiera de hogares y empresas de los países del euro "mejoró en 2014 como consecuencia del aumento suave de las rentas y de la riqueza, en un entorno de recuperación contenida de la actividad económica y del empleo".
De hecho, las familias del área del euro experimentaron una mejora de su capacidad adquisitiva por primera vez en cinco años, favorecida también por la caída de la inflación, que permitió que el citado incremento de las rentas -fundamentalmente, las del trabajo- se tradujera en una mayor capacidad de compra.
Este factor, junto con el fortalecimiento de la confianza, impulsó el consumo, que en 2014 fue el componente de mayor contribución al PIB, explica el informe.
"A pesar del reducido nivel que alcanzaron los tipos de interés, como viene ocurriendo desde el inicio de la crisis, el crecimiento de la financiación fue débil, afectado por los elevados niveles de endeudamiento", dice el informe.
La tasa de ahorro se mantuvo estable, en los niveles reducidos que se alcanzaron en 2011. Por quinto año consecutivo, el sector continuó avanzando en el proceso gradual de corrección de su endeudamiento, en esta ocasión apoyado también por el crecimiento económico.
La situación financiera de las empresas de la zona del euro también tendió a mejorar como consecuencia del afianzamiento de la recuperación de la actividad, lo que se reflejó en un mayor dinamismo de la facturación y en un incremento de los beneficios, sobre todo, en el caso de las empresas de mayor tamaño.
Asimismo, durante 2014 continuó el proceso de desintermediación bancaria en la financiación, con una expansión de los valores de renta fija y préstamos no bancarios, en un entorno caracterizado por políticas de oferta de crédito bancario que, a pesar de una incipiente relajación, mantuvieron el tono restrictivo.
En el caso de las pymes, el acceso a la financiación ajena siguió constituyendo una preocupación, en un contexto de insuficiencia de recursos internos.
Y aunque se redujo el porcentaje de pymes que perciben mayores dificultades para obtener préstamos bancarios, la tasa de rechazo se mantuvo en registros relativamente elevados, explica el informe.