Creo que aquí hay dos cosas muy diferentes:
1- Una muerte nunca es buena, no es de recibo que porque alguien te caiga mal o te haya hecho algo muy malo puedas tomarte la justicia por tu mano, no ya asesinando sino simplemente actuando con violencia física o por amenazas. Ni siquiera porque la persona fuera un asesino.
2- Cuando el ser humano llega a un límite, que ya está hasta las narices de algo, puede llegar a extremos terribles como se ha visto en la historia de la humanidad. Lógicamente, en la mente de esta persona la muerte del causante estaría más que justificada.
La solución más razonable a todo esto... aguantar la ira y perseguir judicialmente a los culpables de algo, si es que realmente lo son.