Varias cosas.
Primero: el Juramento hipocrático que algunos mencionan no se hace de rutina en las facultades de medicina españolas. Si acaso, en algunas ceremonias de graduación, y desde luego no es algo oficial o que obligue a nada. El juramento hipocrático prohibe el aborto y la eutanasia, y me parece que en España los médicos practican el primero y sedamos a terminales de vez en cuando. Lo más parecido que hay al juramento hipocrático, en cuanto a obligaciones morales del médico, es el código deontológico.
Segundo, la Izquierda lleva años negando el derecho a la objeción de conciencia con el tema del aborto, esgrimiento el argumento de que si un médico no quiere practicarlo no puede trabajar en la sanidad pública porque es un servicio ofrecido, y que si quiere ser fiel a su conciencia, bien puede pirarse a la privada. Ahora resulta que esa misma Izquierda (que eso son los colectivos de médicos que se mencionan en el post original) reclama el derecho a la objeción de conciencia para saltarse las normas de la sanidad pública que dicen defender. Menudos hipócritas.
Yo soy médico, trabajo únicamente en la sanidad pública, y hay cosas de la misma que no me gustan (hay muchas más que no me gustan en la sanidad privada). Ahora, mientras esté en mi puesto de trabajo, me atengo a las normas de mi puesto de trabajo, dictadas por gente elegida por votación por quienes pagan mi sueldo, que son los contribuyentes. Si mi conciencia me impide llevar a cabo procedimientos que, según mi contrato, tengo que llevar a cabo, lo que tengo que hacer es pirarme. Del mismo modo, si creo que hay que hacer cosas que no se contemplan en la cartera de servicios actual o tratar a gente a la que supuestamente no debo tratar, lo que tengo que hacer es poner una privada y hacerlo por mi cuenta. La solidaridad con el dinero de los demás es muy cojonuda.
Me gustaría ver una lista de los médicos del colectivo que hace la reivindicación y cuántos de ellos atienden gratuitamente a quien creen que lo necesita en su privada, o pagan a otros médicos para que les atiendan. Si sólo un tercio de los mismos efectivamente ponen su pasta por delante por su conciencia, estoy dispuesto a cambiar de opinión. No verán mis ojos una lista como la que pido porque es norma entre los progres no poner un duro propio por lo que defienden.