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La otra cara del milagro laboral alemán: 7 millones de minijobs y 50 céntimos/hora

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La otra cara del milagro laboral alemán: 7 millones de minijobs y 50 céntimos/hora
La otra cara del milagro laboral alemán: 7 millones de minijobs y 50 céntimos/hora
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Re: La otra cara del milagro laboral alemán: 7 millones de minijobs y 50 céntimos/hora

Soponiendo que lo que dice sea (en parte) verdad, veo una moraleja: formate para hacerte un profesional cualificado en vez de un friegaplatos.

#10

Re: La otra cara del milagro laboral alemán: 7 millones de minijobs y 50 céntimos/hora

¿Y qué hacemos con quién no tiene oportunidades? ¿o no cuenta con capacidades? ¿qué hacemos con estos?

#11

Re: La otra cara del milagro laboral alemán: 7 millones de minijobs y 50 céntimos/hora

No te creas todo lo que dicen los media del Reino Unido; pero que van a decir?! Con que a 0'50 céntimos la hora... venga, nos toman por estúpidos? Además de ser una broma de mal gusto, muy inglesa. Es que son la hostia...

#12

Re: La otra cara del milagro laboral alemán: 7 millones de minijobs y 50 céntimos/hora

0,50 € no se, pero 1 € la hora, de verdad que sí que se paga. Lo se por conocimento quasi familiar directo. Dresden, exRDA.

¿El truco? A diferencia de España, donde los subsidios sociales, una vez concedidos son incondicionales, y la AAPP se despreocupa totalmente si lo que recibes te llega para tus gastos y necesidades, en Alemania los subsidios sociales son MUY condicionales, te obligan a la búsqueda activa de trabajo, y a que aceptes lo que te den, aunque sea a 1 € la hora o menos (así que yo sí que creo en los salarios de 0,50). En complemento, el subsidio social no solo te facilita una pequeña cantidad "libre" para tus gastos personales y manutención (complementaria de aquella que puedas "ganar" como salario minijob), sino que incluye el pago de gastos básicos tales como un alquiler mínimamente digno, suministros (y la calefacción en Alemanía es vital, y no barata), etc etc.

¿Sirven los minijobs como mecanismo de salida del paro camino de un trabajo ordinario? Salvo algún extraño caso de estudiantes (que además, tienen otro régimen de prácticas retribuidas), NO, PARA NADA. De alguna manera, quedas estigmatizado. Si eres tan underarbeiter como para tener que buscar y aceptar minijobs, es que nunca podrás ser considerado un trabajador válido, ni aspirar a algo que se aproxime a un salario digno.

Pero bueno, sirven muy bien para la estadística, y total, como son personas que de una u otra manera ya estarían a cargo de los presupuestos sociales, al menos algo hacen y algo aportan.

En España se nos ha vendido lo de 400 € y 15 hs semanales, que suena muy bien, hasta digno, y vaya, hasta superior a lo marcado por el SMI. Falso.
En Alemania los 400 € son el tope máximo (entre uno o varios minijobs) para tener el régimen de minijob. Puedes tener 4 minijobs de 100 €, pero no cinco.
Lo de las 15 hs. es solo por ser esta duración horaria quizás la más habitual (modelo 3 hs cada día de lunes a viernes...).
Pero no es que en Alemania paguen 400 € por trabajar 15 hs. Eso es falso. Pagan lo que pagan (lo que les de la gana) por hacer unas horillas, o hasta incluso una jornada laboral ordinaria de 40 hs.
Esas 15 hs. quizás te las paquen a 2 €/hs, así que te sale un sueldo de 120 €. Si juntas tres minijobs, te sacas limpio de impuestos 360 €, y aun puedes hacer alguna hora más por hasta 40 €.

la plus belle des ruses du Diable est de vous persuader qu'il n'existe pas!

#13

Re: La otra cara del milagro laboral alemán: 7 millones de minijobs y 50 céntimos/hora

Comparar las condiciones socio-laborales de Alemania con las condiciones Chinas no resisten ni una sola comparación, pero no por eso las condiciones laborales en China pasan desapercibidas, ya que vemos con relativa frecuencia como se denuncia a firmas de reconocido prestigio recordandoles las condiciones en que las personas fabrican sus productos, hasta el punto que aunque solo sea por guardar las apariencias, hay empresas de las antes mencionadas que se empiezan a pensar las condiciones laborales de sus empleados en China.
Personalmente, aunque te haya dado otra impresión, te puedo asegurar que no solo me incomoda sino que me pone de mal humor cada vez que veo como las condiciones minimas exigibles de cualquier persona para realizar una actividad son pisoteadas con el beneplacito generalmente con el poder politico.
Se me pueden achacar mil defectos y más, pero te invito a que eches un vistazo en el foro donde se traten temas sociales y haya intervenido, y comprobarás que siempre estoy del lado del más desfavorecido, no por empatía, sino por convencimieno, esto no es impedimento para que aplicando el sentido común no pueda dar demasiada credibilidad a que una persona pueda trabajar legalmente una jornada de trabajo por 100 euros al mes, en un páis puntero en derechos sociales y que su nivel de vida se encuentra en un escalón destacado a nivel mundial.

Saludos.

#14

Re: La otra cara del milagro laboral alemán: 7 millones de minijobs y 50 céntimos/hora

Fantástica aportación Cachilipox! Ahora sí tiene sentido. Da gusto hablar con alguién que conoce la realidad, sino "in situ" pues por personas que viven allí y que conocen la situación de primera mano. Muy interesante el modo en que ambos países actúan, para enfrentarse al declive del mercado laboral.
Saludos!!

#15

Re: La otra cara del milagro laboral alemán: 7 millones de minijobs y 50 céntimos/hora

Alemania no tiene nada de lo que era hace 30 o 40 años.Los españoles que se creen que van a ganar mas dinero en Alemania se van a dar con un canto en los dientes.Un ejemplo solo es este de los minijobs.Toda la gente que trabaja en restauración en Alemania trabaja con contratos de practicas.(Que significa esto).Que empresarios de la gastronomia en Alemania contratan a gente de camarero y de cocinero por 350 euros mensuales.Todos estos son extranjeros porque ningún alemán trabaja por esta propina.Esto lo he sacado de un reportaje de la televisión alemana donde los inspectores de trabajo preguntan en un restaurante con 7 trabajadores cuantos ganan y todos dijeros que entre 350 y 400 euros al mes trabajando 40 horas por semana.El propio inspector decia que es inmoral pero que el empresario lo puede hacer porque es legal.Para los trabajadores de la construcción, un obrero gana en Alemania entre 12 y 14 euros la hora(pero bruuutos).De esto tienes que pagar entre un 40 y un 50 % de impuestos(de nada un 25 %) o se que te quedan entre 6 y 7 euros limpios.Esto lo se de amigos alemanes con los que trabajo en Suiza. Yo estoy trabajando en Suiza en la construccion y allí si que ganan unos 4000 euros limpios al mes.Hay muchos alemanes que emigran a Suiza porque allí ganan el doble o el triple.
Todas estas estadísticas que dice aquí Ankaser es bruto, de 42000 brutos te quedan unos 21000 limpios.Yo tengo conocimiento de causa, naci en Alemania, me crié en Catalunya y ahora estoy trabajando en Suiza.La verdad que Alemania hoy en dia es una gran Faaaaaaarsa.

#16

Re: La otra cara del milagro laboral alemán: 7 millones de minijobs y 50 céntimos/hora

Visteis esto?......aunque solo fuera verdad la mitad de lo expuesto a continuación, como para ponerse a temblar.....

Perdón por el ladrillazo, pero su contenido altamente clarificador puede contribuir a que nos vayamos posicionando donde realmente nos corresponde.

Mi punto de vista al respecto es que, la RFA se anexionó a la RDA para obtener con las políticas laborales correspondientes, minijobs & otras delicatess, la finalidad de que los productos de sus multinacionales tengan un precio muy competitivo en los mercados, lease Bosch, Wolkswagen...etc y de esta manera se explica que Alemania sea el país de Europa con mas millonarios y a la vez para tratarse de una potencia mundial de primera índole, tenga a muchos millones de ciudadanos en la pobreza o el el umbral de la misma.

Y es que ya se sabe: Para que existan mujeres bonitas, es imprescindible que haya feas y estas siempre constituyen una gran mayoria.

Veis algún paralelismo con Spain?, si las recetas del Fürher Merkel las aplica a sus propios compatriotas, que será con los ajenos.

LOS BAJOS SALARIOS EN ALEMANIA:UNA ESPECIALIDAD DEL TERROR.

Sin dignidad es imposible sentirse un ser humano. Y muchos de mis compatriotas han perdido la dignidad. Tienen trabajos penosos o tremendamente útiles, pero no reciben el respeto que merecen. Se les inculca el sentimiento de que ya no cuentan. Ellos, quienes hacen trabajos sucios, el personal de guardería y muchos otros. Nunca tantos alemanes han sufrido problemas psicológicos. Ahora algunas voces incluso se atreven a proponer llevarlos a clínicas especiales. Un padre que sólo gana seis euros la hora no puede ni siquiera llevar a sus hijos de vacaciones. ¿Qué imagen pueden construirse estos niños de su padre?

Günter Wallraff

"Mi jefe es el VOKA [la organización de empresarios de Flandes]", dijo en una ocasión, Bart de Wever –NdT: político belga, nacionalista flamenco -. El martes 30 de septiembre 2010, atraviesa la frontera lingüística. En Namur, en el selecto Círculo de Valonia, cenáculo patronal del sur del país, el presidente del N-VA es el invitado. Presentado por Didier Reynders, toma la palabra ante cuatrocientos cincuenta selectos líderes empresariales. Todos los medios de comunicación están presentes. Por la noche, el telediario de la RTBF se abre con extractos de su discurso. Wever expone sus propuestas para limitar la duración de las prestaciones por desempleo, eliminar cualquier prejubilación y reducir el impuesto de sociedades. "La mayoría de los empresarios de Valonia parecen haber sido conquistados en forma y fondo", dice el periodista Daniel Welter. "Es un señor muy inteligente", dice un líder de empresa. "Es un gran orador, acaba por convencer. Tuvo a la audiencia enganchada", afirma otro. "Dijo lo que todos creemos en Valonia, nos vemos reflejados en sus comentarios. Es una lástima que en la actualidad no tengamos un hombre así entre nosotros", dice entusiasmado un tercero[1]. Si no fuese por su programa comunitario, el chouchou de los patrones flamencos también sería el de los patrones valones. Seis meses más tarde, de Wever vuelve a la carga, pero esta vez en Houthalen-Helchteren, en las profundidades de Limburgo. Por unos cientos de dólares, ciento sesenta empresarios participan en el business lunch del restaurante De Barrier. "Tiene que ser posible orientar las reformas en la dirección del modelo alemán", dice Wever. El público asiente con la cabeza y resuenan murmullos de aprobación. El orador prosigue en su idea: "las reformas sociales en Alemania eran difíciles. Pero están aportando sus frutos. Es lo que habría que aplicar aquí también: recortar el gasto y reformar de manera estructural."[2]

Bart De Wever, promotor del milagro económico alemán, el Wirschafwwunder, como le llaman allí, es el nuevo modelo de moda en los incondicionales del libre mercado. "El ejemplo está en el cercano este, viene de Alemania", afirma un periódico. Y sigue: "Es como el fútbol: un simple juego de 11 contra 11... y, al final, la victoria es para los alemanes. ¿Qué lecciones puede extraer Bélgica?"[3]

Un banco de pruebas para el dumping salarial y social: los "Ossis"

El 14 de septiembre de 2010, la cadena alemana ZDF emite un reportaje sobre los aspectos económicos de la reunificación alemana: El saqueo y la liquidación de la RDA, la ex- Alemania del Este.[3.1]. Aprendo cosas increibles. El documental presenta una imagen muy equilibrada de la anterior economía de la RDA, lejos del cliché de las obsoletas fábricas grises. Por supuesto, vemos las familiares imágenes de la industria de la época. Pero descubrimos que también había una economía moderna, muy poco conocida aquí. Y que había bancos públicos que, con la anexión por la RFA en 1990, se vendieron muy por debajo de su valor a los bancos privados de Alemania Occidental. Cinco años más tarde, el Tribunal de Cuentas de la República Federal extrajo la conclusión de que la privatización había causado un "gran daño" a la economía de Alemania Oriental.

El reportaje de la ZDF también hace un balance de la sociedad de tutela. Se llamaba Treuhand: alguien que administra la propiedad en confianza (Treu significa leal, fiel), defendiendo los mejores intereses para su dueño. En realidad, no fue una gestión si no un verdadero robo. “La economía de la RDA no estaba en absoluto en la bancarrota. Sólo con la introducción del marco de Alemania Occidental a una tasa completamente arbitraria nos hundimos", dice Edgard Most, ex director del Banco del Estado de Alemania del este, quien desde entonces, trabaja para el Deutsche Bank. En la última época de las actividades de la Treuhand, en 1994, miles de empresas públicas fueron vendidas al sector privado, generalmente a precios inferiores a su valor real. Al comienzo de la operación, en 1990, cuatro millones de personas trabajaban en las doce mil empresas bajo el control de la Treuhand. Después de cuatro años del belga André Leysen, jefe de la Treuhand, ex director general de Agfa-Gevaert y ex presidente de la Federación de Empresas de Bélgica, sólo quedaban medio millón.

Escribir esto en un periodo de pensamiento único no está bien visto. Abordar las prácticas mafiosas durante la anexión de la RDA, he aquí lo que no se debe hacer... Y sin embargo, la reunificación y la instauración de una nueva unión económica y monetaria alemana el 1 de julio de 1990, fue el punto de partida de un saqueo que conllevó la eliminación de aproximadamente seis millones de puestos de trabajo en Alemania el este. El banquero Edgard Most insiste: "Fijaros en Görlitz, fijaros en Bautzen. Hermosas ciudades pequeñas, maravillosamente restauradas. Ahora son aldeas-Potemkin, casi totalmente desiertas. Millones de personas se tuvieron que marchar. Esto no sucede en ninguna otra parte del mundo industrializado. Ningún país lo permitiría."[4]

Alemania del este ha sido un banco de pruebas para el dumping salarial y el saqueo de las prestaciones sociales, para eludir los convenios colectivos y cara a la experimentación con nuevas relaciones sociales. En el este, se podía hacer cualquier cosa, y lo que salía mal mal era culpa del pasado. La ofensiva fue realizada por una sinfonía mediática contundente según la cual el "Ossis"[5] – alemán del este -, perezoso y mimado, no estaba acostumbrado a trabajar. Veinte años más tarde, la fanfarria de los medios utiliza la misma partitura, pero esta vez dedicada a los griegos, igualmente perezosos y corruptos.

El terrero de experimentación en el Este sedujo a empresarios de toda Alemania. En 1993, Volkswagen declaró que tenía un superávit de treinta mil trabajadores. Poner a toda esa gente de patitas en la calle, es sin embargo, una operación costosa. De manera que el director de personal, Peter Hartz, elaboró una solución: reducir el tiempo de trabajo con pérdida salarial. Los trabajadores del automóvil de Volkswagen tuvieron que aceptar recortes salariales de aproximadamente una quinta parte, el 17,9% para ser precisos. El gran patrón de Volkswagen, Ferdinand Piech, no perdió ni un céntimo. Heredero de la empresa en tanto que hijo pequeño de Ferdinand Porsche, fundador de Volkswagen, ganó la nimia cantidad de mil millones de euros gracias a la operación de su director de personal, en 1993. Y, al final, treinta y dos mil trabajadores de VW acabaron perdiendo sus empleos.

Este fue el comienzo de la ofensiva de la patronal alemana contra los trabajadores. A partir de 1996, la congelación de los salarios se convirtió en su prioridad más absoluta. Más tarde, el ataque también vino de la política. En 1998, los votantes, cansados del canciller social-cristiano Helmut Kohl, llevaron al poder a los socialdemócratas. La coalición roji-verde de Gerhard Schröder quería menos regulaciones en el mercado laboral. Es decir, la desregulación. De este modo era más fácil – más barato - despedir a los trabajadores. La nueva coalición también estimaba que los costos laborales deberían reducirse. Sus declaraciones estaban llenas de expresiones acerca de costos "demasiado pesados" del trabajo: era necesario reducir los aportes patronales a la seguridad social. En este ámbito, los sindicatos se mantuvieron firmes en sus posiciones y las negociaciones fracasaron. Pero las cosas no se quedaron allí: los socialistas y los ecologistas estaban, de hecho, determinados a reformar el mercado laboral alemán.

La tercera vía del "amigo de los patrones"

A inicios del nuevo siglo, justo antes del legendario año 2000, un nuevo viento se levanta, trayendo consigo potentes aires New Age: la llegada de una nueva era, ¡la de la mo-der-ni-dad! Socialdemócratas ebrios respiran a bocanadas el espíritu de la época. Para ellos, significa el Die Neue Mitte, el "nuevo centro" o la "tercera vía". ¿Dónde se situa, esta tercera vía? ¡Entre el liberalismo y el socialismo, por supuesto! Tony Blair y Gerhard Schröder ponen sobre el papel un manifiesto a favor de este "nuevo rumbo" con un título explícito: el camino a seguir para los social-demócratas europeos. Aparece en agosto de 1999.

La primera frase no percibe "ningún fantasma que recorra Europa", pero afirma: " Ahora los socialdemócratas están en el poder en todas partes, en casi todos los países de la Unión Europea." Y el texto añade: "La socialdemocracia ha encontrado un nuevo enfoque, comienza a renovar sus ideas y s modernizar la credibilidad de su programa, mientras que conserva sus valores tradicionales" ¿Moderniza para quién? ¿Creíble para quién? ¿Aceptable para quién? Estas preguntas son las que ya no se hacen.

Para la operación "modernización creíble", Gerhard Schröeder llama a sus amigos. No a los sindicatos. Tampoco a los del mundo académico o progresista. No, consulta al mundo de los negocios. Habla con su amigo personal Peter Hartz, el famoso director de personal de Volkswagen. Algunos le señalan como el mejor organizador de pequeños viajes de ocio en VW, callgirls incluidas. En la víspera de las elecciones de 2002, Schröder pide a su amigo Hartz que reflexiones sobre una reforma del mercado de trabajo. Hartz se pone manos a la obra con su comisión de proyectos con la que elabora los planes: facilitar los despidos, reducción de las cotizaciones sociales para los salarios más bajos, limitar las cotizaciones por desempleo en el tiempo, obligar a los desempleados a aceptar cualquier trabajo en cualquier lugar en Alemania, favorecer los contratos temporales...

Toda esta modernización coloca una bomba bajo el concepto de "tener un trabajo." De hecho, el concepto de "empleo" sustituye al de "trabajo". Fin de los contratos fijos. Fin de los horarios fijos. Fin del salario que permite llegar a fin de mes. El nombre de Schröder pronto se convierte en sinónimo de amigo de los patrones. En tales condiciones, la socialdemocracia "creíble" se hará insoportable para el pueblo.

"La gente está mal informada intencionadamente"

Lo que traman Schröder y Hartz no se mantiene en secreto. Todo lo contrario, se publicita. Incluso desde la segunda coalición roji-verde que se encumbra a mediados de octubre de 2002, tras dos semanas de negociaciones. "Socialdemócratas y ecologistas han estado diciendo alto y claro que su intención era ampliar el sector de bajos salarios", nos recuerda el sindicalista Detlef Hense[6]. Esta política roji-verde llevó en línea recta a una total competencia entre los salarios, con dumping salarial incluido.

Los verdes alemanes de Bündnis 90/Die Grünen no ven malicia alguna. Están dispuestos a colaborar en toda regla en la demolición a cambio de la promesa de tres puestos ministeriales y de la modernización ecológica del país. Es el nacimiento de la ideología verde de mercado. Hasta su amargo final, la coalición socialdemócrata-ecologista defienden vigorosamente las leyes Hartz.

Porque el gobierno del canciller Schröder recoge casi todas las propuestas de Hartz en un documento titulado Agenda 2010. Este programa fue lanzado 14 de marzo 2003. "En el futuro, ya no permitiremos que nadie que viva de la sociedad", dice Schröder en el Bundestag. El 1 de enero de 2005, la coalición aprueba cuatro paquetes de reformas: de Hartz I a Hartz IV. El trabajo temporal se amplia, enterrando el principio de "a igual trabajo, igual salario". Llegan los mini-jobs, pagados a menos de 400 euros al mes. Y, tras un año de desempleo, se pasa a depender de la ayuda social.

Gracias a estos salarios precarios, las empresas alemanas pueden vender sus productos a bajo precio en el extranjero. Y por tanto mordisquean cuota de mercado a sus competidores.

La indignación crece. Pero la ansiedad también. Porque todo el que trabaja se siente afortunado de tener un trabajo, y se calla. Después de todo, hay mucha gente esperando sustituirle, por menos dinero y con un contrato peor. En agosto de 2004, el ministro verde Joschka Fischer, aborda el tema en el Tagesspiegel: "Me tomo la ansiedad de la gente muy en serio, pero podemos asegurarles que Hartz IV no conducirá a un empobrecimiento general. Al contrario. Hartz IV oferta, con el mantenimiento del seguro social básico, más posibilidades de acceder al mercado laboral." De acuerdo con Fischer, la gente está ansiosa porque son "mal informados intencionalmente y eso genera dudas." ¿y se puede saber por quién, por favor? Por aquellas personas que no tienen otro horizonte que el de una "política barata o perspectiva de beneficios de otra índole"[7]. El ministro se refiere a los sindicatos y al PDS, el Partido del Socialismo Democrático que se convirtió en Die Linke (La Izquierda) en 2007. Michael Sommer, líder del sindicato DGB, por ejemplo, habla del "pérdida de condición social de las personas" del Hartz IV: "Para cientos de miles de personas, es un programa de empobrecimiento. "

Hartz IV

Oficialmente Hartz IV se llama: Cuarta Ley sobre las prestaciones de servicios modernos en el mercado laboral. Efectivamente, en términos de brutalidad, ¡es realmente muy muy "moderna"! Juzga por ti mismo. Después de un año sin trabajo, las prestaciones por desempleo se eliminan. Los de 55 años o más tienen derecho a un año y medio. Después, se “cae” en una asistencia llamada Arbeitslosengeld II (desempleo II). En alemán: ALG-II.

Esta ayuda ahora es de 364 euros al mes para una persona soltera o un cabeza de familia. Con un complemento de 215 a 287 euros por niño, dependiendo de su edad. Si uno no tiene casa, también recibirá una cantidad fija por gastos de alquiler y calefacción. Al menos si tienes más de 25 años. Debido a que hasta esa edad, se puede vivir con los padres. Un pequeño estudio para un joven que busque empleo, es, obviamente, un lujo poco razonable. Y los 364 euros deberían ser suficientes para todos los gastos: alimentación, ropa, salud, transporte, equipamiento y mantenimiento del hogar, comunicaciones y - ¡no me hagáis reír! –ocio.

Sin embargo, para poder solicitar la ALG-II, primero hay que haber agotado los ahorros. En caso contrario, no hay ayuda. No se puede tener un cónyuge u otro pariente que viva con nosotros que se gane la vida. Se tienen en cuenta todos estos criterios. Así, por ejemplo muchas mujeres vuelven a ser totalmente dependientes de su pareja. La modernidad roji-verde, ya veis. Todos aquellos que tienen ahorrado un poco o que pueden depender de la ayuda de familiares pertenecen a la categoría de "no asistibles". Por lo tanto, desaparecen de las estadísticas del desempleo.

Mientras tanto, la Bundesagentur für Arbeit (Agencia Federal para el Empleo) indaga diligentemente en la vida privada de los destinatarios de las cotizaciones por desempleo. Vigilan cuentas bancarias, e incluso realizan visitas a domicilio de forma inesperada. ¿No vivirás con alguien, por casualidad? ¿y esa persona trabaja? ¿Esta pantalla plana del salón, no está por encima de tus posibilidades? ¿No podrías venderla? ¿Qué medicamentos estás tomando? Y así sucesivamente: se desconfía de todo. Si un controlador sospecha que el segundo plato de la mesa o la ropa interior junto a la cama indican que vives con alguien, tendrás que demostrar que no es cierto. Se invierte la carga de la prueba. En caso de infracciones, todas las asignaciones, incluidas las destinadas para el pago de alquiler y calefacción, pueden ser suprimidas. Medio millón de parados alemanes han perdido de esta manera cualquier contribución.

Ángela es una de ellas. A finales de 2010, recibió una oferta de trabajo en un comedor escolar. Por 1 euro la hora. En tan mal momento que Ángela estaba embarazada de cuatro meses. Teniendo en cuenta su condición física, vio que era imposible. Perdió tres meses de subvenciones, y una compensación adicional por su embarazo.

¿Un euro por hora? Parece que hablemos de Haití. Pero estamos en Alemania: aquí, los desempleados están obligados a aceptar puestos de trabajo a 1 euro: recortar los setos haga el tiempo que haga, barrer las calles, hacer la compra para las instituciones de salud o limpiar edificios públicos. Además del suplemento de 364 euros ALG-II se percibe un máximo de 1,50 €por hora. Oficialmente, sólo se trata de hacer un trabajo "útil y de compensación a la sociedad." Sin embargo, las empresas privadas también utilizan el sistema. Y por lo tanto desaparecen puestos de trabajo permanentes.

Todo el que se estima que tiene dinero "superfluo" aterriza en sub-estatus, inferior al mínimo vital. Es lo que en palabras de Gerhard Schröder y Joschka Fischer, da "más probabilidades de acceder al mercado laboral", el plan de activación. Y, junto a esta asignación de miseria, existe una obligación de suma importancia. Cada día de la semana exceptuando los domingos, debemos estar listos y disponibles, de 8 a 20 horas. No se puede abandonar el distrito de la oficina de empleo: se debe aceptar cualquier trabajo, sea donde sea. Para demostrar la voluntad de trabajar, se debe ir a llevar curricular a cientos de kilómetros. Sea cual sea el nivel de educación. A pesar de que ese trabajo no cubra ni las necesidades básicas. Todo esto está en consonancia con el Arbeitslosengeld II, una versión moderna de los trabajos forzados.

En 2010, según la información del gobierno federal, se impusieron 828.300 sanciones a los beneficiarios de Hartz IV. Sin embargo, de acuerdo con la Werklozenforum, el foro de parados alemanes, el 70% de estas multas fueron impuestas incorrectamente. "Las sanciones de los centros de empleo están completamente ocultas. De manera que si alguien falta a una cita o llega tarde, pierde el 10% de su asignación. En caso de negligencia, la pena puede llegar al 30%. Y, si se repite, es más aún: 30, luego 60, luego hasta el 100%, la supresión total del mínimo de subsistencia", dice Martin Kunkler, que trabaja para la Coordinación de grupos sindicales de parados[8].

Hartz IV ha proporcionado un montón de trabajo para los jueces. Ya hay cuatro veces más quejas que en 2005, cuando entró en vigor Hartz IV. El tribunal berlinés de Asuntos Sociales recibió, en 2010, 32.000 casos. En 2004, había 60 jueces. Desde entonces la plantilla han ampliado a 126 magistrados, de ellos 70 se dedican exclusivamente a las cuestiones relativas a Hartz IV: ¡70 jueces de instrucción a tiempo completo para los problemas causados por la caza a los desempleados, y eso sólo en Berlín! [9]

Hartz IV ha logrado que los problemas de desempleo ya no sean visibles. El problema social se transfiere a los desempleados. Son ellos los culpables, los responsables únicos. Las leyes roji-verdes Hartz producen un enorme estigma sobre los desempleados. "Hartz" es ahora un término común en Alemania. Un "Hartzer" es un vago, y el verbo "Hartzer" incluso fue elegido en 2009 como "la" palabra del año. Significa no hacer nada, gandulear, ser perezoso y, a pesar de ello, seguir recibiendo algo de dinero.

Pero cuando se está parado, Hartz IV significa sobretodo angustia y vergüenza. Es una etiqueta. Pero una etiqueta de infamia. Bernd Mombauer trabaja en el centro de acompañamiento a desempleados de Colonia. El centro trabaja gracias al apoyo de iglesias y organizaciones sociales. "Para muchas personas, Hartz IV es un desastre. El que cae en este sistema social difícilmente vuelve a trabajar. Frecuentemente se queda allí. Pocos logran salir", dice Mombaüer[10]. Todo esto da mucho que pensar, sobre todo en un país donde la gente como Bart de Wever, al que siguieron luego Alexander de Croo y Michel Charles, aspiran a establecer este sistema, y más pronto que tarde:

"Alguien a quien admiro mucho y que, en mi opinión, no siempre se le respeta lo que se debe: se trata de Gerhard Schröder. Merece un reconocimiento más amplio. Es un socialista que tuvo la valentía de llevar a cabo las reformas necesarias para la rehabilitación de Alemania. Si Alemania es tan fuerte hoy en día, se lo debe a sus acciones. Saneó en profundidad la situación en su país. Y el votante alemán no se lo agradeció... Pero era un hombre valiente, y quiero honrarlo. »[11]

Con una alabanza así, De Wever muestra claramente donde quiere llegar.

"¿Cómo podría yo, en nombre del cielo, estar de acuerdo con el hecho de que el país donde la pobreza ha aumentado en más de una cuarta parte pueda ser considerado un modelo para Europa?, Reacciona Luc Cortebeeck, ex presidente de la CSC – Ndt: sindicato belga -. Como resultado de la proliferación de mini-contratos y la ausencia de salarios mínimos, el número de alemanes que, siguiendo las normas europeas, puede caer en la pobreza debido a tener ingresos demasiado bajos aumentó en tan sólo cuatro años un 26,4%: 2,63 millones de personas más. Gran parte son trabajadores pobres. Entre los desempleados, la situación es aún más dramática: cuatro de cada cinco están en riesgo de caer en la pobreza. Ningún otro país miembro de la UE lo hace peor." Y concluye dolorosamente Luc Cortebeeck: "la única cosa que Alemania exporta a largo plazo al resto de Europa, es el dumping salarial y la pobreza.»[12]

Davos: 1560 metros sobre el nivel del mar de la pobreza

La ciudad más alta de Europa está en Suiza: Davos. Una estación de esquí que, según sus propias palabras es "un paraíso para unas vacaciones activas en las montañas." ¿dónde podrían encontrarse mejor cada año los grandes líderes de la economía y sus amigos políticos, si no es en la ciudad más alta del viejo continente?

Durante el Foro Económico Mundial a finales de enero de 2005, el canciller Gerhard Schröder, estaba pletórico. El mundo de los banqueros y de los negocios, empresarios y políticos, todos se reúnen en el salón para su discurso. Es "su" momento. «Debíamos liberalizar nuestro mercado de trabajo y lo hicimos, se vanagloria. Hemos construido uno de los mejores sectores de bajos salarios de Europa. Hubo agitadas discusiones con importantes grupos de interés. Pero lo logramos, estamos convencidos de que el nuevo sistema puesto en marcha en el mercado de trabajo será un éxito. Señoras y caballeros, este programa que hemos instaurado a pesar de la fuerte oposición de la sociedad, comienza a aportar sus frutos, en adelante, y durante muchos años, no tendremos en Alemania crecimiento de los costes salariales por producto. Podemos presentar resultados de exportaciones en el plano de la competencia internacional que no son un signo de debilidad, si no de fuerza. Porque, en un periodo de estancamiento, hemos ganado mercado en vez de perderlo»

"El momento" Davos de los socialdemócratas. Todavía se puede ver en Youtube este discurso. Construir un sector de salarios bajos para que los productos sean más baratos. Así superan las empresas a sus competidores extranjeros. Esa es la clave del milagro económico alemán.

Pero la montaña es alta como profundo es el valle. Allí vive gente como Dory K. Personas que ya no pueden llegar a fin de mes a pesar de su trabajo. Dory es berlinesa, tiene 50 años, y durante toda su vida trabajó como enfermera de atención a domicilio. Al igual que muchos de sus colegas, no ve su trabajo sólo como un empleo, sino como un compromiso. Es optimista, no se queja y coge el toro por los cuernos. Pero no está satisfecha con su salario. "Está bien, mientras tanto, el sector ha logrado un salario mínimo de 8,50 euros por hora. Pero tengo un contrato de 30 horas. Con eso, apenas gano 1.000 euros brutos. Tengo que elegir: hacer más horas, o llamar a la puerta de los servicios sociales."

Doris eligió el esfuerzo. Algunas semanas llega a hacer hasta 57 horas. "En contrapartida el jefe cuenta mis horas extraordinarias como días libres o por enfermedad, aunque no está permitido. Yo presenté una queja. El clima en nuestra empresa deja mucho que desear. El que se atreve a abrir la boca recibe una seria reprimenda. Nuestro jefe se comporta como un matón. Es él quien determina quién recibe el salario mínimo y quien no. Nos pone dificultades para cubrir los gastos de desplazamiento o el gasto de energía" La rotación de personal también es muy importante. "Algunos pacientes en los últimos dos años fueron tratados por entre treinta y cuarenta enfermeras diferentes. La relación de confianza con los pacientes es prácticamente imposible."

Cuando el agua cae en un estanque, el hielo se agrieta: las reformas Hartz están aumentando la pobreza. La OCDE (Organización de Cooperación y el Desarrollo, el "club" de los países desarrollados) llega a esta conclusión incontestable: "Desde el año 2000, la desigualdad de ingresos y la pobreza han aumentado más rápidamente en Alemania que ningún otro país de la OCDE. Los indicadores respectivos, en 5 años, entre 2000 y 2005, aumentaron más rápidamente que durante los últimos quince años. »[13]

Es el doloroso resultado de siete años de política roji-verde. Alemania ha consolidado su posición exportadora a expensas de la de su propia fuerza de trabajo. El economista Hans-Werner Sinn quien durante años fue el consejero de los socialdemócratas en la Oficina de empleo y asuntos sociales, resume el balance roji-verde de la siguiente manera: "el establecimiento de un sector de bajos y muy bajos salarios no es una prueba del fracaso de nuestra agenda de 2010, si no su éxito."[14] ¡Salarios de miseria, nuestro mayor éxito!

50 céntimos por el dormitorio, 75 por el cuarto de baño

Ocho meses después la alocución de Schröder en Davos, las nuevas elecciones dan a luz una "gran coalición" entre los socialdemócratas y los demócrata-cristianos. El 22 de noviembre 2005, Angela Merkel se convierte en la primera mujer canciller de Alemania. El SPD, el Partido Socialista alemán, mantiene el Ministerio de Empleo y Asuntos Sociales, el puesto clave de la reforma del mercado de trabajo.

La gran coalición continúa su camino de éxito. Exportar über alles, para el crecimiento económico. Lo que significa: continuar con el asalto a los salarios y las condiciones de trabajo. El gasto del consumidor cae en picado: del 59% del producto interno bruto (PIB) en 2006, desciende al 56% en 2008. Es el año en que Norbert Walter, economista en jefe de Deutsche Bank, se atreverá a decir, imperturbable, que muchos alemanes deben prepararse para un futuro donde el salario sea insuficiente para vivir.[15] En realidad, eso ya ocurre.

Si no, veamos la situación de Ulrike B. : limpia habitaciones, gana 3 euros la hora. Su contrato estipula que el pago se basa en el número de cuartos limpios: 50 céntimos por dormitorio, 75 por el cuarto de baño. "Yo suelo trabajar 40-50 horas a la semana, pero a final de mes sólo gano 600 euros" declara, en el verano de 2010, en el Financial Times Deutschland.

"Alemania evoluciona de una sociedad de clases a una sociedad de castas", remarca el escritor Günter Wallraff. Eficazmente. En 2010, Alemania tuvo más de cincuenta mil millonarios suplementarios. Cincuenta mil. Es decir, un 7,2% más que el año pasado. Mientras tanto, Ulrike, Doris y otros tantos rascan el fondo del bolsillo para llegar a fin de mes. Sí, la pobreza de unos es la riqueza de otros. Los millonarios alemanes en euros ahora son 862.000. Es decir: de los aproximadamente tres millones de millonarios en Europa, casi un tercio vive en Alemania.[16] El director jefe de Aldi Karl Albrecht, por ejemplo, vio como su fortuna privada aumentaba en 17.700 millones de euros. O Susanne Klatten, de BMW, que no sabe qué hacer con su fortuna personal de 10.100 millones de euros.

Cuando, entre 1999 y 2003, el Gobierno arco iris (liberales, socialistas y ecologistas) belga abolió las tasas de impuestos más altos y bajó el de las empresas del 40 al 33,9%, sólo fue una pálida copia de lo que había aplicado durante esos años el gobierno alemán roji-verde. Este había suprimido los tipos altos de imposición y reducido el impuesto de sociedades del 45% al 25%.

Desde 1998, la bajada de impuestos ha empobrecido al estado alemán en cuatrocientos mil millones de euros. Si el tipo impositivo se hubiese mantenido idéntico al que había cuando llegó la coalición roji-verde, el impuesto hubiese recaudado cincuenta y un mil millones de euros suplementarios por año. Es el cálculo del Instituto Alemán de Macroeconomía y análisis de coyuntura, el IMK[17].

La tesis neoliberal de que los recortes de impuestos, combinada con una gestión más austera del presupuesto, fomenta el crecimiento y por lo tanto proporciona más ingresos, una vez más se invalida. No, ese puro producto de la imaginación neoliberal no tiene nada que ver con la realidad. Las exenciones impositivas que han beneficiado principalmente a los hogares "ricos" no pudieron estimular la economía. Esa es la conclusión de los expertos del IMK. Y el estado alemán, en cualquier caso, se mantuvo en el rojo.

El instituto demuestra por tanto que la esperanza - en casa y en el extranjero – de que la reducción de los impuestos se financie por sí misma, fue, en definitiva, en vano. Si la situación no hubiese cambiado, el Estado alemán no estaría abrumado por el déficit presupuestario, sino que tendría superávit.

Todo esto durante el mismo período en que los ingresos más altos aumentaron de manera exponencial: es la prueba de que la redistribución que querían los políticos se llevó a cabo de abajo hacia arriba, y una manera formidable, concluye irónicamente este instituto de referencia.

En el campeonato del mundo de la exportación: ¡viva el endeudamiento de los vecinos!

Para que Alemania exporte al Walhalla - especie de paraíso para los valientes guerreros de la mitología germano-escandinava -, se necesitaba otra medida drástica al lado de la disminución de los salarios. Hans Tietmeyer, ex presidente del poderoso banco central alemán, el Bundesbank, conocía la receta. Durante la creación del Banco Central Europeo (BCE), en 1998, Tietmeyer consiguió que la sede del BCE se instalase en Fráncfort, y se aseguró de que el tipo de interés bancario básico fuese muy bajo. Cuando, en el otro lado del Océano Atlántico, Alan Greenspan, jefe del banco central de EE.UU., llevaba esa tasa al 5%, Tietmeyer se aseguró, a través de su amigo el holandés Wim Duisenberg, primer presidente del BCE, que la tasa de base del BCE se mantuviese en el 2,5%. Entre 1999 y 2001, el dinero europeo hizo mucho más barato, lo que era enormemente favorable a la industria exportadora alemana.

Fue un triple incentivo: bajada de la moneda, tasa de interés ultra-baja, y, último chorro de mostaza sobre la salchicha Fráncfort, recortes salariales. Con ese dispositivo, Tietmeyer y Schröder podían sacar a la economía alemana de su letargo. Y se convirtió en una máquina exportadora increíble. En 2008, Alemania superó a los Estados Unidos y Japón en el palmarés de los exportadores mundiales. Campeón del Mundo: Exportweltmeister, como le llaman allí. La balanza comercial alemana registró un superávit importante, que fue en aumento hasta llegar a los 154.000 millones de euros en 2010. Sí, el euro ha sido un gran negocio para Alemania[18].

En 2010, Alemania exportó por un valor de 960.000 millones de euros, principalmente vehículos, productos químicos, aparatos eléctricos y maquinaria. La República Federal ha dedicado una gran cantidad de dinero público a estudios e investigaciones para las grandes empresas, aquellas cuyo nicho se encuentra en las gamas más altas. Los nuevos ricos de China, Brasil e India, de hecho, prefieren comprar un BMW o un Mercedes que un Renault o un Fiat.

La industria china se está fortaleciendo a toda velocidad y está desarrollando productos cuyo valor ya no tiene nada que ver con las camisetas baratas. Para esto, se necesitan máquinas de alta tecnología y robots. ¿Y quién los hace? Alemania. Sin embargo, a menudo se olvida que el 65% de las exportaciones alemanas se destinan a la propia UE[19].

Alemania aplica el lema de "Beggar thy neighbour" (reduce a la mendicidad al vecino): vive a expensas de tu vecino, ya esté cerca o lejos, llévale a la ruina. Con su política salarial agresiva y bajas tasas de interés, las empresas alemanas han erosionado cuota de mercado en el extranjero, a expensas de otros países europeos, a expensas de otras industrias europeas a expensas de muchos puestos de trabajo en estos países. Los países importadores han tenido que pedir prestado para pagar sus compras. Un gigante exportador alemán a un lado, una creciente montaña de deuda en Irlanda, Grecia, Italia y Portugal, al otro: dos caras de una misma moneda.

O, como resume un periódico financiero: "Para decirlo claramente: Alemania ha alcanzado sus impresionantes cifras de crecimiento a las espaldas de los países extranjeros, incluyendo la zona del euro. El ejemplo más obvio: los griegos se desangran por los productos alemanes."[20] ¡Larga vida a la deuda de los vecinos...!

Las tiendas XL y los salarios XS de Anton Schlecker

Anton Schlecker es la cabeza de proa de una cadena de productos farmacéuticos con alrededor de 14.000 filiales y 25.000 empleados. Con una fortuna de 2.500 millones de euros, es uno de los hombres más ricos de Alemania. Aún así no está tan bien dotado para saber vivir. Durante un comité de empresa, trató a un representante del personal de ¡"Blode Kuh" (estúpida vaca)! Schlecker también sigue la táctica de la confrontación social. ¿Su plan? Despedir personal para recontratarlo después por un salario de dumping. Y al mismo tiempo poner en práctica un faraónico plan de nuevas tiendas. Bautizó sus tiendas con el modesto nombre de Schlecker XL-Markten. Pero en estas tiendas tan tan grandes, los salarios son... extra-small. El Sr. Schlecker también pensó en desarrollar su propia agencia de empleo: Menschen en Arbeit, resumido, Meniar. Y, bien a la vista, a Meniar no le importan los convenios colectivos del sector. Por lo tanto, Schlecker puede pagar un salario de 6,5 euros por hora en lugar del salario mínimo de 12,7 euros. ¡La mitad! Ese si que es un buen plan de "compras". Pero, obviamente el personal de ventas de Schlecker llegó para arruinar la fiesta... A los vendedores no le gustaba este sistema, los muy ingratos. Después de dos años de acciones, Schlecker tuvo que dar marcha atrás y romper su copia.

En Alemania, no hay un salario mínimo legal interprofesional válido para todo el mundo. Sólo algunos sectores cuentan con su propio salario mínimo. Lo que tiene consecuencias. De acuerdo con la Agencia federal para el empleo, el número de personas con varios empleos se ha duplicado desde 2003, situándose en 2,4 millones. La mayor parte de las veces son mini-jobs añadidos a un puesto de trabajo principal. La gente redondea a final de mes con más horas, con trabajo nocturno o de fin de semana, debido a que su sueldo principal es demasiado bajo[21]. Para combatir la espiral sin fin de dumping salarial, la carrera por los salarios más bajos, los sindicatos alemanes exigen un salario mínimo legal de 10 euros para todos. Proporcionaría un aumento de sueldo a 7,7 millones de personas. "A trabajo igual, igual salario" es el principio de base de los sindicatos: equal pay, la igualdad de remuneración, desde el primer día de trabajo. Según los estudios de la Fundación Friedrich Ebert, la introducción de un salario mínimo reportaría 12.800 millones de euros al tesoro público[22]. Es bastante notable que Pieter Timmermans, Director General de la Federación de Empresas Belgas (FEB), se haya inmiscuido de repente en este debate en junio de 2011, cogiendo la pluma para escribir una carta blanca titulada: "Alemania es sin duda el modelo correcto." Vemos claramente en qué dirección quiere llevar a Bélgica la FEB. En su texto, Timmermans, llega a decir que se opone a la existencia de un "salario mínimo interprofesional nacional, como algunos proponen." No es necesario, escribe el Director General, porque "se trata de los working poor [los trabajadores pobres], donde Alemania lo hace mejor que la media".

¿Timmermans no leyó el nuevo informe de Naciones Unidas sobre Alemania, publicado un mes antes? En e´l se puede leer que un número récord de alemanes - 13% de la población - vive por debajo del umbral de la pobreza. Entre ellos, hay 2,5 millones de niños y 1,4 millones de personas con empleo. Son por tanto trabajadores pobres, working poors[23]. Timmermans miente como un cosaco, pero no parece que le moleste demasiado. En su cabeza, el ataque contra la idea de un salario mínimo intersectorial en Alemania está destinado esencialmente a... nuestro país. En Bélgica, el salario mínimo - un ingreso mínimo mensual garantizado - se establece por el Convenio Colectivo No 43 del Consejo Nacional de trabajo. Reglamento que los empresarios sienten como una espina en su pie[24]. Desean ansiosamente acabar con el salario mínimo.

La crispación conservadora

En Bélgica, el jefe de la FEB, Timmermans, y Bart De Wever no están solos en su deseo de abrir la senda del modelo alemán de empobrecimiento. También otros se esfuerzan con mucho tesón en promover y modelar a quienes pretenden resistirse.

"La crispación conservadora, tan característica de cualquier debate de fondo sobre cualquier cambio en nuestro país, resurge de nuevo. El modelo alemán se hace sospechoso. Los job-hamburguer, la fractura social, los working poor... Todo sirve para no seguir el ejemplo del ex canciller socialista alemán Gerhard Schröder." Así se expresa Alexander De Croo. El líder de los liberales flamencos prosigue: "Que el desempleo en Alemania se haya reducido a la mitad en los últimos años, a pesar de la crisis, por supuesto que eso no se menciona." Alexander de Croo está de acuerdo con la FEB obviamente. Incluso aconseja al nuevo primer ministro: “¡con tal de que Elio di Rupo tenga el coraje de ser un Gerhard Schröeder!”[25]

La máxima expresión de indignación de Alexander de Croo fue: "¡El modelo alemán está bajo sospecha!." ¿Pero qué gentuza afectada por la crispación conservadora pudo insinuar tal horror? Tal vez Barbel Pross. Porque... es que ella sabe mucho de la Alemania limpia y ordenada. Bärbel es limpiadora, empleada de la firma berlinesa Gegenbauer. Su pequeño automóvil está permanentemente lleno de productos de limpieza, toallitas de papel absorbente, rollos de papel higiénico. Todos los días tiene que añadir cinco bolsas de basura llenas hasta los topes. Gana 8.40 euros la hora. ¡Y qué se espera que pueda hacer con sus salario! Es insostenible. "Antes, teníamos que limpiar en cuatro horas una planta de dos mil metros cuadrados en el edificio del Seguro de Pensiones alemán. Hoy tengo un contrato de tres horas cuarenta al día. En ese intervalo, tengo que haber limpiado mi planta. A veces no se ni donde tengo la cabeza.", dice Bärbel. Durante mucho tiempo hizo horas extras no pagadas, sólo para llegar a terminar su trabajo. Ya no. "Con todas esas horas extras, tendría un año de vacaciones pagadas", se ríe. Ahora se centra en la limpieza de lo esencial.

Bärbel cogió un segundo empleo. En una pequeña empresa. Gana 12.60 euros la hora. "Me da pena que no poder aumentar mis horas. Tengo que seguir en la limpieza. ¿Cuánto recibe Gegenbauer por mi trabajo de limpieza? No puedo verificarlo. Con seguridad, no menos que antes. Sin embargo, ahorra en personal. ¡El modelo alemán es un absurdo!"

Pero, réplica de Croo, el desempleo se ha reducido a la mitad. ¿En serio? Ya hemos abordado la cuestión de los desempleados que simplemente han desaparecido de las estadísticas, porque ya no tienen derecho a las prestaciones. Porque viven con sus padres, porque tienen una compañera o un compañero que tiene un trabajo, o porque puede tirar unos meses, gracias a una herencia. O, por último, porque han sido castigados. Pero De Croo, no hace referencia al desempleo oculto.

Entre 1999 y 2008, de acuerdo con las estadísticas de Eurostat, han desaparecido 180.000 empleos a tiempo completo en Alemania: 130.000 hombres y 50.000 mujeres. Pero no menos de 2,7 millones de pequeños trabajos a tiempo parcial han aparecido en el mismo período. Oficialmente, se tiene un “empleo" cuando se trabaja una hora al día. Interinos, mini-jobs, trabajo temporal, etc. Son sobre todo las mujeres quienes han obtenido estos nuevos "trabajos". Alemania no ha creado nuevos puestos de trabajo reales, pero hace "como si": al dividir los puestos de trabajo a tiempo completo debidamente remunerados en dos, tres o cuatro puestos de trabajo temporales mal pagados.

Uno de cada diez puestos de trabajo en Alemania es un mini-job, también llamado trabajo-por-400-euros. Estos 400 euros son una frontera mágica: por debajo de esa cantidad, el propietario no tiene que pagar cotizaciones a la seguridad social. En realidad, en la mayoría de estos mini-empleos se paga mucho menos. El salario mensual promedio es de 250 euros al mes. Lo que significa que los poderes públicos patrocinan estos puestos de trabajo precarios[26]. Resultado: en Alemania hay dos millones menos de puestos de trabajo que contribuyen a la seguridad social que en 1991. Ese el modelo a seguir en toda Europa. Una visión realmente emancipadora de la creación de empleo. Pero, cuando ironizas así, es porque sufres crispación conservadora.

"En su país, no saben bien de qué están hablando"

Günter Wallraff, famoso por su libro Ganz Unten (publicado en francés bajo el título Cabeza de turco), tiene su opinión: "la política socio-económica ha sumido a muchos alemanes en un lodazal increíble. No, Alemania ciertamente no es un modelo para Bélgica.”[27]

Concedió una larga e interesante entrevista en el periódico De Standaard, he aquí un extracto:

D.s. "Los políticos belgas se esfuerzan para alabar la política socioeconómica alemana. Dan voces de alegría y aseguran que se trata de un nuevo milagro económico y que Bélgica haría bien en copiar la misma política. ¿Qué piensa usted?”

GW: "Creo que, en su país, que no saben bien de lo que hablan. Yo sé que Alemania marca puntos en el extranjero. Se citan las estadísticas sobre el crecimiento económico, la disminución del desempleo. Pero muchas de estas estadísticas sólo reflejan una verdad a medias, o están manipuladas. Un ejemplo: se dice que los últimos años se crearon 2 millones de nuevos empleos en Alemania. Es correcto. Pero nos olvidamos de añadir que sólo una cuarta parte de estos puestos de trabajo proporcionan un salario digno. Sin duda hay 1,4 millones de trabajadores alemanes que trabajan, pero no ganan lo suficiente para cubrir sus necesidades básicas. Estamos hablando de puestos de trabajo pagados a 5 y 8 euros la hora. Con eso tenemos un salario mensual de unos 900 euros. Son pobres que trabajan, los working poor. Y ni siquiera hablan de los llamados mini-jobs. Son bricolaje y pequeños trabajos que los desempleados a veces se ven obligados a desempeñar por un euro la hora. ¿Usted encuentra eso normal? Son personas que tienen que limpiar pegatinas y chicles de las señales. Le quitamos la dignidad a estas personas.”

D.s. "Escuché una entrevista en la radio de Alexander de Croo quien argumentó que la pobreza se redujo en Alemania. ¿es correcto?”

G.W.: "¿Perdón? Los alemanes siempre han sido buenas en la elaboración de estadísticas. En todos los temas, incluso en algunos reprobables. Hasta los pobres en nuestro país están monitorizados. Iglesias evangélicas, organizaciones católicas, organizaciones sociales y también los gobiernos vigilan la pobreza. No sé de un solo estudio o encuesta que confirme lo que dice ese político belga. La pobreza va en aumento. Y lo que es peor, se convierte en estructural, se acelera cada vez más de una generación a la siguiente. Especialmente debido al mal sistema educativo alemán. En ese área, nos convertimos poco a poco en un país subdesarrollado. Y quien diga lo contrario, como el caballero que usted menciona, simplemente hace propaganda.”[28]

"Una cuestión de arriba y abajo"

A finales de febrero de 2011, los trabajadores del metal protestaron en toda la República Federal. Estas acciones se dirigieron contra un nuevo proyecto de ley que establece, entre otras cosas, las siguientes disposiciones: eliminación del salario mínimo para el sector, desaparición de las restricciones para el trabajo temporal, fin de la necesidad de igualar los salarios con los empleados fijos...

Sin embargo la resistencia organizada de nuestros vecinos del Este hasta ahora es de pequeña envergadura. "En lo inmediato no veo la posibilidad de una gran protesta social en Alemania. Pero eso puede cambiar pronto." Es el discurso de Bernd Riexinger, el jefe de Ver.di (sindicato alemán del comercio que agrupa a los funcionarios públicos y empleados privados) en Stuttgart, en una conferencia sindical el 09 de julio de 2011. Intervino incluso Dieter Sauer, del Instituto de Investigación en Ciencias Sociales de Munich. La situación en las empresas está marcada por "profunda sensación de impotencia", comenta Sauer. Pero también por una comprensión cada vez mayor, como demuestra su análisis, de que detrás del problema "no sólo está el poder de algunas personas, si no también y sobretodo, de la economía capitalista. Considero que esta toma de conciencia como un progreso."

"Organizar la solidaridad, es la esencia de la labor sindical. Ese debe ser el centro de todo", interviene en la conferencia Christa Hourani, de la Iniciativa para el desarrollo de una red de sindicalistas de izquierda. Bernd Riexinger añade, "hay que dejar claro que la llamada ayuda a Grecia no es un problema entre Alemania y Grecia, si no entre los de arriba y los de abajo. En todas partes, debe quedar clara la solución: son ellos quienes tienen que pagar por la crisis, son ellos quienes la han provocado y quienes tienen el dinero."

Todo se ve tan bonito en el folleto de la Oficina alemana de turismo: ciudades desbordantes de energía con las luces agradables y bien estudiadas, el paraíso de compras, vida nocturna. Paisajes encantadores y tradicionales aldeas vinícolas en calurosas fiestas, con las especialidades hechas en casa. Fascinantes paisajes y naturaleza pintoresca. Castillos, monasterios y romanticismo alemán. En pocas palabras: el brillante escaparate del país de las mil posibilidades. Sin embargo, Alemania es también el país donde hay 1,4 millones de trabajadores pobres, 2,5 millones de niños en situación de pobreza y 7.5 millones de analfabetos.

¿Puedo cerrar el capítulo con un encuentro casual? Una conversación que tuve a lo largo de la autopista a Jürgen, con un conductor de camión de Essen, Alemania: "la gente rechina los dientes. Llegará un momento en el que estalle. Y, los políticos no lo ven venir. Están tan fuera de la realidad, tan corruptos. Nadie quiere saber nada de ellos. Es muy emocional y está en todas partes. No sé cuando va a explotar, pero sé que cuando explote todo saldrá a la superficie. Y debemos darnos cuenta de que esta explosión también será una fuerza."