Re: Me voy a Lisboa
Dí que sí Pedro, que nos están destrozando el idioma a base de anglicismos/barbarismos absurdos. ¡Somos tontos! Teniendo el idioma cervantino de los dioses, aceptamos que nos invadan con palabros absurdos, que con el tiempo se colarán en nuestro diccionario: affair, barman, best-seller, bit, bluff, boom, bridge, cameraman, camping, e-mail, hall, hándicap, high-life, manager, music-hall, parking, picnic, récord, short, single, sketch, snack, snob, stop, sweater...
Y otros a fuerza de usarlos ya se colaron en nuesto idioma: bisté, cheque, clip, club, confort, convención, convoy, corporación, cóctel, córner, deceso, eslogan, estándar, festival, flirtear, fútbol, gángster, güisqui, interviú, líder, lonchar, mitin, penalty, pijama, raíl, rentar, rifle, ring, rímel, rosbif, tenis, tique, trust, turista, túnel, vagón, yate...
Pero ahora hay una fiebre de barbarismos que ya huele. Y mientras tanto nuestro léxico se va tornando paupérrimo. Hasta nos produce risa una persona que utiliza "demasiado" bien nuestro idioma en toda su riqueza. ¡Qué pena!
Si un amigo es de verdad, su amistad perdura en el tiempo y con la distancia.