Por el medio suelo ir yo. Lo de irse por la tangente no es propio de seres provenientes del Planeta Wasp 25...
A tu primer párrafo, vayamos por el principio, aunque tengo para todos, ;-), burro sí que hace falta. Es muy práctico cuando no entiendes el idioma de alguno que trabaja en el banco y le tienes que traducir. Así que un burro bilingüe es práctico.
El tema del fax va a ser que no, como te dije (con o sin burro) porque no voy a gastar tres veces más de lo que vale la acción que voy a vender. No obstante, si el tema se pusiera demasiado negro y las comisiones cayeran otra vez, me lo plantearía, porque no quiero comer el turrón navideño en la compañía de esta gente.
La carta certificada, pues sí, efectivamente, tienes razón, con un sello en un par de copias de carta es suficiente. El tema es que mi oficina no está aquí, sino relativamente lejos y la de aquí, en fin, no son tan amigos de hacer favores como la Dolores. Si te cuento la que me montaron porque la tarjeta se trabó en el cajero automático.
Y totalmente de acuerdo en que no me hace falta nada de eso, ni tan siquiera las copias que buscan dejar constancia de la solicitud, exigencia, orden de venta, porque tienendo un grupo financiero, deseoso de ayudarme, con pasarles el marrón a elllos, vía mail, vía personal, vía t e l e f ó n i c a (whatsapp, SMS...), no sólo queda constancia, es que el banco obedece, porque sabe la que se le puede caer encima; ya no sería sólo perder un cliente, recibir reclamación vía SAC/BDE y CNMV, con meses, claro; sino también tener el riesgo de enfadar a la financiera, que tiene clientes muuuuuuuuucho más monetizados y billetizados que la que suscribe y eso, te aseguro que no lo quieren perder.
Me consta que el último agujerito que hicieron a una sucursal fue de 230 millones de euros y eso no es tan moco de pavo como lo mío, que no llega ni a moquito, jajajaa, para una oficina...
El tema está en que, en principio no quise saltarme a la torera a la señorita en cuestión, mientras estuvo trabajando... No lo hizo, vamos que no movió un dedo. Cansada de esperar empecé a vender online. Surgieron problemas de bloqueo. Para la miseria que me queda allí, todavía me pregunta la máquina a diario si financio terrorismo o de dónde me viene la pasta. Repámpanos, ¿no han visto mi DNI? ¡¡Pues del Planeta Wasp!! jajajaaa
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Pasando al segundo párrafo, el del juego bursátil, tú mismo te/me/nos das la clave para demostrar que aunque tú consideres que NO lo es, sí puede serlo. Porque yo no digo que lo sea, sino que puede serlo. Tu afirmas que no lo es y no puede serlo y acto seguido, das la explicación de cómo podría serlo. Me explico.
Dices textualmente y te lo copio pego con sello y todo, para que no te vayas por la tangente, jajaaa, "En una inversión sí elige"
Esa es la clave, para elegir haces un estudio previo (me da igual que vayas por fundamentales, por técnico, por ambos...) Pero ELIGES en base a algo. Y buscas como bien dices, con precisión a poder ser milimétrica, para minimizar riesgos "el qué, el como, el cuanto, el plazo, el beneficio esperado..." También es cierto que muchas inversiones fallan en su planteamiento porque el tema de algo "esperado", implica la no seguridad al 100% del resultado final. ¿Cuántas inversiones se han ido al garete por factores externos, a veces, sólo por una noticia falsa, mal intencionada, a destiempo...? Recuerdo una pésima noticia falsa de Apple con la que palmé 9000 euros del ala. Mira las noticias que surgen ahora sobre la empresa. Cuando me dijo el financiero que tenía ya los ojos puestos en ella, por poco le agarro de las orejas... (Tuve que conformarme con las solapas, porque a las orejas no llegaba, jajaaaa)
A lo que voy, cuando
juegas a Bolsa NO ELIGES, en base a nada -digamos más o menos lógico, aplicando una lógica basada en algo razonable. Esa es la clave para convertirla en un juego. Apuestas a un nombre, como podrías apostar a un número de la Lotería de Navidad. Que sí, que puede tocar o no. Sólo depende de la suerte que hayas tenido en tu apuesta.
Todo tu fundamento es una intuición, llámale corazonada si quieres. Te mola el nombre, véase Peña Cabra, que les estoy haciendo más publicidad estos días que la que se han hecho de sí mismos en toda su vida, jajjaaa
Es una cuestión de diversión, de entretenimiento. Que ahora me puedas decir que menuda gracia jugarse el dinero. Te tendría que dar la razón, pero es que los que juegan al Bingo, a la Lotería, a la Quiniela futbolística, al Póker... ¿qué hacen?
Bien, intuído el nombre de la acción que te va a traer suerte, piensas la cantidad que te vas a jugar con ella. Normalmente, en mis "Tradeo Jones" tengo meridianamente clara la cantidad y te aseguro que, como en las diferentes loterías, no modifica mi Economía familiar, vamos, que ni se nota en casa. Cuando gano, que a veces, sí se gana, incluso sin tener ni puñetera idea de por dónde va a salir el sol, porque realmente NO te importa. ¿Acaso nos damos un disgusto terrible cuando constatamos que hemos perdido el dinero apostado a un número en la Lotería? ¿A que no? Pues esto es lo mismo, tampoco.
El disgusto viene, cuando habiendo estudiado la acción, sabiendo que su gráfica animaría hasta al más tonto del barrio porque es evidente para dónde va a tirar, habiendo elegido el qué, el cómo, el cuánto, etc. y esperando que te dé alegrías, va y por un factor mal calculado, o como decía antes, por un giro inesperado de los acontecimientos, véase un gestor con guante blanco, o por el mero hecho de una noticia pesimista, todo se va al garete y además de la decepción e impotencia de no haber podido calcular el trance, vas y palmas pasta. Eso duele. Lo sé por experiencia personal.
No me vas a cambiar de pensamiento, porque tu planteamiento no parte de mi primera premisa: Estoy jugando y acepto que la suerte no me acompañe...
También yo invierto en Bolsa, y creo que ya calculas que mis cuantías no son precisamente un juego. Pero eso no quita para que haya personas que sí jueguen, hayamos jugado o de vez en cuando nos dé por jugar.
Como te recordé, en Lisboa se hizo con una petrolera. Y no salió bien. Otros lo hacen con Urbas y ¿quién sabe lo que terminará sucediendo?
Respecto al siete en la cartera jugando a Bolsa, bueno, de todo hay. Igual que hay personas que van al Casino y son capaces de terminar viviendo bajo el puente porque apuestan hasta su propia casa a un número porque la noche anterior soñaron con él, porque la churri de turno les dice que es un número monísimo... podrá haber personas que se juegen todo a un nombre.
No es mi caso. En Montecarlo creo que no llegué ni a 1000 pesetas, jajajaaa... Pero sí entré y vi cómo la gente apostaba y se emperraba a un número y color en la ruleta y el número no salía, una y otra vez, una y otra vez... Imágenes que quedan grabadas a fuego en la retina.
Y no es mi caso, porque ni apuesto en Bolsa cantidades que me puedan hacer un siete ni un cinco y porque cuando invierto, lo hago con cabeza y aunque una inversión se pierda, porque de vez en cuando, se pierde por muuuuuuucho que hayas estudiado previamente la situación -véase este año, sin ir más lejos-, el cómputo general del año y de la cartera, es positivo. Con lo cuál, de sietes, nada.
Ídem jugando a Lotería. Podría comprar varios números completos. Hay gente que lo hace... Incapaz. Ya te conté la llamada que tuve a la Bruja de Oro y el contestador me decía, para importes mayores de 6000 euros, llámenos por teléfono y blablabla. Insisto. Soy incapaz. Y tampoco haría un siete en la cartera... ni un cinco.
Si nos damos contra el iceberg, cogemos unos cuantos cubitos y nos hacemos un gin tonic.
Dicen que andan sueltos por ahí. Tengo ignorados a unos cuantos, así que ni me llegan sus noticias y cuando entro, no les puedo leer...
Un abrazo jugador, con cabeza, no elijo pero sí sé lo que me puedo permitir perder... sin romperme la ropa.
¡¡Sed muy felices!!
He puesto t e l e f ó n i c a así porque poniéndolo como se debe me surgía un enlace que no busco ni pretendo.