#1
Seguimiento del IBEX TR (que incluye dividendos)
El índice del mercado que se usa en España, el IBEX35, descuenta dividendos. Y en España se pagan, comparativamente muchos dividendos: a la cotización actual, se llevan cerca de un 5% anual de la capitalización de nuestra bolsa. Una auténtica sangría para el IBEX35.
Esto hace que el IBEX35 tenga un permanente sesgo bajista que no refleja la auténtica rentabilidad bruta que obtienen los inversores. El problema no es solo de nuestro índice, porque muchos otros también descuentan los dividendos, pero en el caso español es mucho más grave porque la mayor parte de los mercados reparten un 1%, un 2% o hasta un 3% de su capitalización en forma de dividendos, pero casi ninguno llega a los estratosféricos niveles de beneficios distribuidos que tiene nuestra bolsa. ¡¡Un 5%!!
Se agrava más porque, en Europa, la principal referencia para muchos es el índice alemán DAX, que, vaya, no descuenta dividendos. De esta forma, quienes comparan un índice como el alemán DAX40 con otro como el español IBEX35, están comparando peras con manzanas, un índice que acumula a su valor los dividendos pagados con otro que no lo hace.
Esta diferencia, que a corto plazo parece insignificante (total, ¿a quién le importa una diferencia de un 2 o 3 % anual cuando hablamos de mercados que pueden subir o bajar un 15, un 20 o un 35% en un año?) se hace enorme a largo plazo. En el caso español, por ejemplo, supuesto un dividendo medio del 5% anual (a veces es incluso más), la diferencia entre un índice que lo descuenta, como el IBEX35 y otro que lo suma, como el IBEX Total Return (IBEXTR), es, por obra de la capitalización compuesta, de más de un 200% tras solo 15 años.
Partiendo de un nivel común de salida de IBEX35 e IBEXTR en noviembre de 1991, ambos en el 2.700, llegamos "tan solo" tres décadas después, en julio de 2024, a un IBEX 35 en 11.100 y un IBEX TR en 38.000.
Así que desde 1991 hasta hoy, el 80% de los beneficios logrados por el mercado español lo ha sido vía dividendos y solo el 20% lo ha sido vía revalorización de cotizaciones. ¿En serio podemos estar en este mercado sin tener esta realidad en cuenta?
Un inversor que tuviera 2.700 euros invertidos en la bolsa española en 1991, que hubiera mantenido en todo momento la composición del IBEX, tendría ahora 38.000 euros (a los que hay que descontar los impuestos pagados por los rendimientos y plusvalías, eso sí) , y no los 11.100 que el índice IBEX35 nos da a entender.
Esto no es un invento. Sé que es verdad porque yo ya estaba "allí" en 1991, y lo he vivido en primera persona, con mi cartera y la de muchos cercanos. Y el hecho de que no se difunda y no se explique dice mucho de nuestra escasa cultura financiera.
Muchos se hacen una idea equivocada de nuestro mercado, y creen que es peor de lo que es, porque no entienden este simple concepto. Creen que el IBEX35 refleja la totalidad de los beneficios o pérdidas que genera el mercado. Pues no es así: se olvida del más importante (por recurrente) de los retornos que ofrece: los dividendos o beneficios distribuidos por las empresas.
Esto hace que el IBEX35 tenga un permanente sesgo bajista que no refleja la auténtica rentabilidad bruta que obtienen los inversores. El problema no es solo de nuestro índice, porque muchos otros también descuentan los dividendos, pero en el caso español es mucho más grave porque la mayor parte de los mercados reparten un 1%, un 2% o hasta un 3% de su capitalización en forma de dividendos, pero casi ninguno llega a los estratosféricos niveles de beneficios distribuidos que tiene nuestra bolsa. ¡¡Un 5%!!
Se agrava más porque, en Europa, la principal referencia para muchos es el índice alemán DAX, que, vaya, no descuenta dividendos. De esta forma, quienes comparan un índice como el alemán DAX40 con otro como el español IBEX35, están comparando peras con manzanas, un índice que acumula a su valor los dividendos pagados con otro que no lo hace.
Esta diferencia, que a corto plazo parece insignificante (total, ¿a quién le importa una diferencia de un 2 o 3 % anual cuando hablamos de mercados que pueden subir o bajar un 15, un 20 o un 35% en un año?) se hace enorme a largo plazo. En el caso español, por ejemplo, supuesto un dividendo medio del 5% anual (a veces es incluso más), la diferencia entre un índice que lo descuenta, como el IBEX35 y otro que lo suma, como el IBEX Total Return (IBEXTR), es, por obra de la capitalización compuesta, de más de un 200% tras solo 15 años.
Partiendo de un nivel común de salida de IBEX35 e IBEXTR en noviembre de 1991, ambos en el 2.700, llegamos "tan solo" tres décadas después, en julio de 2024, a un IBEX 35 en 11.100 y un IBEX TR en 38.000.
Así que desde 1991 hasta hoy, el 80% de los beneficios logrados por el mercado español lo ha sido vía dividendos y solo el 20% lo ha sido vía revalorización de cotizaciones. ¿En serio podemos estar en este mercado sin tener esta realidad en cuenta?
Un inversor que tuviera 2.700 euros invertidos en la bolsa española en 1991, que hubiera mantenido en todo momento la composición del IBEX, tendría ahora 38.000 euros (a los que hay que descontar los impuestos pagados por los rendimientos y plusvalías, eso sí) , y no los 11.100 que el índice IBEX35 nos da a entender.
Esto no es un invento. Sé que es verdad porque yo ya estaba "allí" en 1991, y lo he vivido en primera persona, con mi cartera y la de muchos cercanos. Y el hecho de que no se difunda y no se explique dice mucho de nuestra escasa cultura financiera.
Muchos se hacen una idea equivocada de nuestro mercado, y creen que es peor de lo que es, porque no entienden este simple concepto. Creen que el IBEX35 refleja la totalidad de los beneficios o pérdidas que genera el mercado. Pues no es así: se olvida del más importante (por recurrente) de los retornos que ofrece: los dividendos o beneficios distribuidos por las empresas.