La regla de los dos meses al compensar pérdidas en tus inversiones
La regla de los dos meses puede hacer que tu estrategia fiscal al invertir se vaya al traste si no sabes en qué consiste o no sabes cómo aplicarla. Te contamos lo que debes saber sobre ella al compensar pérdidas y ganancias en el IRPF.
Una de las mejores herramientas para
pagar menos impuestos de forma legal es compensar pérdidas y ganancias patrimoniales en el momento adecuado. En otras palabras, hacer aflorar pérdidas si has cerrado alguna inversión con éxito o realizar ganancias si has tenido que vender alguna operación fallida o te ha saltado algún stop loss.
El funcionamiento de
la compensación de ganancias y pérdidas patrimoniales en el IRPF es relativamente sencillo. Al hacer la declaración de la renta
Hacienda permite restar a las ganancias que has tenido las pérdidas que sufrido, de manera que solo pagarás impuestos por tu rentabilidad real. Es más, si ésta es negativa, podrás arrastrar las pérdidas para compensarlas con las ganancias de hasta los cuatro siguientes ejercicios.
Esto se aplica tanto a acciones como a fondos de inversión, ETFs y a cualquier inversión que se integre en el apartado de las ganancias y pérdidas patrimoniales dentro de la base del ahorro. Para compensar pérdidas y ganancias correctamente hay dos cuestiones que debes tener claras.
La primera es la norma FIFO o Firt in First Out, que es la fórmula que utiliza Hacienda para anotar la compra y venta de acciones. El método FIFO se puede traducir como la primera que sale es la primera que entra.
Su traducción práctica es que al contabilizar la venta de acciones cuando has realizado compras en diferentes periodos, la Agencia Tributaria entenderá siempre se venden las primeras acciones que se adquirieron y será el valor que tome como referencia a la hora de calcular la ganancia o pérdida patrimonial. Sólo hay una excepción: cuando se intenta aprovechar este método para saltarse la regla de los 2 meses al invertir.
Qué es la regla de los dos meses
La regla de los dos meses sirve para evitar una trampa muy concreta que todo inversor se ha planteado en algún momento de su vida: quiero aflorar pérdidas pero en realidad no quiero vender las acciones, ¿Es posible vender un día y recomprar al siguiente? Por poder, puedes hacerlo, pero en ese caso no podrás compensar las ganancias con esas pérdidas, esa es la base de la regla de los dos meses.
Según esta regla fiscal, para poder aprovechar la compensación deben transcurrir por lo menos dos meses desde la venta para volver a adquirir esos mismos valores.
Esta regla se aplica a la mayoría de activos, desde acciones, hasta warrants, opciones, fondos de inversión y ETF. La clave en este caso es tener claro qué puedes comprar y que no en ese periodo, igual que lo que es y lo que no una ganancia patrimonial.
Con las acciones, se entiende que no podrás comprar la misma acción en un plazo de dos meses, mientras que los fondos se utiliza el código ISIN para determinar si es o no el mismo activo. Con los ETFs existe una fórmula de burlar esta normativa si un ETF sobre el mismo activo con diferentes gestoras, como por ejemplo Amundi y Vanguard.
Un ejemplo de la regla de los dos meses
Nada como un caso concreto para entender cómo funciona la regla de los dos meses al invertir y cuándo se aplica.
Imagina que compras acciones de Telefónica en enero y las vendes en febrero porque han caído mucho. Sin embargo, llegado marzo decides volver a comprar acciones de Telefónica. En este punto da igual el precio da igual. No has esperado dos meses desde la venta para adquirir acciones de la misma compañía y, por lo tanto, Hacienda no te dejará usar esa pérdida para compensar otras ganancias.
Como ves, la clave en este punto es que pasen más de dos meses desde que vendes hasta que vuelves a comprar.