Sistemas de trading mecánicos y/o automáticos versus sistemas discrecionales.
En TRADERALIA, seguimos ampliando nuestra relación de artículos sobre trading, sistemas de trading y señales operativas en los mercados de futuros, con una reflexión sobre un tema recurrente para todo trader: sistemas de trading mecánicos y/o automáticos versus sistemas discrecionales.
Sistemas de trading y tipos
Como es sabido, un sistema de trading es simplemente un conjunto de reglas matemáticas que, aplicadas a una serie histórica de datos (los precios de un determinado subyacente, índice ó acción) permiten generar señales de compra/venta sobre dicho subyacente, o para ser más exactos, señales de apertura de posiciones (largas o cortas) y de cierre de posiciones: Stop Loss (límite de pérdida) o Take Profit (toma de beneficio).
Miles de traders (individuos que operan en los mercados con asiduidad) que cada día se lanzan al mercado para obtener unos ingresos adicionales a su actividad profesional o, incluso, para convertir aquella en su única fuente de ingresos utilizan en mayor o menor medida un sistema de trading que genere beneficios recurrentemente pero que, a su vez, se adecue a su propia personalidad, capital disponible para operar y hasta al horario o número de horas que puedan dedicar a este extraordinario, pero harto difícil y duro, mundo del trading.
La principal clasificación de los sistemas de trading se establece en función de su grado de discrecionalidad. Y en base al grado de esa discrecionalidad, o dicho de otro modo, al grado de influencia del propio trader en la toma de decisiones, podemos establecer dos grandes grupos de sistemas de trading: los sistemas mecánicos y los discrecionales.
1) Sistemas Mecánicos: Son los sistemas en que, como su propio nombre indica, las señales se generan de forma mecánica, es decir, que una vez desarrollado el conjunto de reglas, las órdenes se van generando sin necesidad de nuestra intervención, por lo que nosotros, simplemente, nos dedicaremos a colocarlas en el mercado. Las ventajas de este tipo de sistemas son las desventajas de los sistemas discrecionales y viceversa. Dentro de esta categoría tendríamos los sistemas de trading automáticos, que se caracterizan por el envío directo de las órdenes al broker, sin necesidad de que el operador las introduzca.
2) Sistemas Discrecionales: En ellos el trader (quien opera) se basa en unas reglas a las que aplica su intuición ante cada operación en el mercado. Su gran ventaja está en la flexibilidad y adaptación a los cambios constantes de los mercados. Sus inconvenientes están en la necesidad de tomar decisiones de forma constante, decisiones que afectan nuestro control emocional. Además, la verificación de sus resultados en una serie histórica es imposible y requieren mucha concentración y tiempo por parte del trader. No es aconsejable su uso si no contamos con una dilatada experiencia como traders.
La elección del sistema
A la hora de escoger entre un sistema de trading mecánico y/o automático y otro discrecional para nuestra operativa diaria en los mercados financieros, nos asaltan diversas dudas al respecto. Mucho se ha debatido y escrito sobre las bondades y deficiencias de cada uno de ambos sistemas y, también, enfrentándolos y comparándolos desde amplios y diversos puntos de vista. Sin embargo, como ya hemos comentado anteriormente, las ventajas de uno son los defectos del otro y a la inversa.
Básicamente podríamos decir que la bondad de los sistemas mecánicos es que el trader no sufre el castigo psicológico que tiene el trading desde el momento en que se abre una posición y no pueden cometerse errores ya que, incluso cuando funciona mal o genera operaciones perdedoras, el sistema está cumpliendo sus normas y, por su propia estadística, sabemos que en una secuencia larga de operaciones dicho sistema alcanza beneficios relativizando, por tanto, la importancia individual de la operación actual en curso y si ésta acaba siendo ganadora o perdedora. Si, a su vez, dicho sistema mecánico es también automático (es decir que remite directamente las operaciones que genera nuestro sistema al broker online con el que trabajemos) se añade dos nuevas ventajas: el no tener que estar todo el día pendiente de los mercados y del ordenador para ir introduciendo manualmente las órdenes que el sistema nos vaya indicando y también el evitar la indisciplina de no aplicar una compra o venta en el mercado cuando el sistema así nos lo indica pero la intuición o estado emocional del trader la deshecha.
A su vez los sistemas discrecionales gozan de una gran ventaja: adaptarse inmediatamente a la evolución constante de los mercados y a cualquier situación, por extraordinaria que sea, que les afecte de forma directa.
Entonces ¿Con qué sistema deberíamos quedarnos?
En TRADERALIA consideramos que la mejor elección consiste en establecer una sistemática operativa, o protocolo de actuación, que reúna todas las bondades de ambos sistemas.
Estaríamos hablando pues de un sistema hibrido que bien pudiera denominarse "sistema de trading mecánico-discrecional".
Por un lado gozaría de la frialdad y seguridad de los sistemas mecánicos –con todas sus fórmulas matemáticas y estadísticas históricas- y por otro del buen juicio y racionalidad de un trader con experiencia.
Para ello basta con disponer de un buen sistema mecánico que nos garantice beneficios recurrentemente y aplicar, a sus señales, nuestra propia percepción de la situación actual del mercado, validando, modificando levemente e incluso, excepcionalmente, anulando las órdenes que nuestro sistema nos indique en un momento determinado.
Observará el lector que en dicha amalgama hemos obviado las “bondades” relativas a los sistemas automáticos (aquellos que transmiten directamente las órdenes a ejecutar al broker) precisamente porque por su propia naturaleza no permiten la intervención humana en la toma de decisiones.
¿Y por qué despreciar las “bondades” de un sistema automático?
Para responder a dicha pregunta, le responderemos con otras que se plantean casi a diario en cualquier mercado: ¿Qué ocurre si un sistema automático lanza una orden de compra o venta poco antes de un dato macroeconómico de especial importancia? ¿Es lógico o racional tomar el riesgo de adoptar una posición en mercado un minuto antes de que, con casi total seguridad, el mercado se dispare al alza o a la baja cien puntos en milésimas de segundo? ¿Qué habría ocurrido con el stop loss del sistema automático tras ello? Seguramente se lo habría saltado el mercado. Es decir, que el precio habría pasado por encima del mismo sin llegar a ejecutarse y su posición estaría acarreándole unos segundos después de ser abierta por su sistema automático, importantes pérdidas.
Otro caso real: ¿Recuerda recientemente el día en que todos los mercados mundiales bajaron el equivalente al 10 % de su capitalización en unos segundos y a los cinco minutos habían recuperado niveles similares a los previos? Un sistema automático de alta frecuencia tal vez hubiese aprovechado ese movimiento (lástima que dichos sistemas valgan millones de dólares y sólo estén en manos de un reducido número de grandes bancos de inversión). Un sistema automático normal –al que cualquier trader puede tener acceso- seguramente habría entrado corto casi en el límite de la bajada y, de inmediato, el rebote subsiguiente ya le estaría generando pérdidas. Pero un sistema mecánico cuyas señales deban ser validadas por un ser humano, con toda probabilidad no hubiese entrado en mercado en una situación tan convulsa, y de hacerlo seguramente habría sido en la recuperación posterior, más pausada y ordenada, beneficiándose de ella.
Otra situación más: imagínese que su sistema mecánico le indica colocar el stop loss justo un punto por debajo de una resistencia, o justo un punto por encima de un soporte. Si el sistema fuese automático, invariablemente dicho stop quedaría fijado ahí y, también invariablemente, sería tocado sacándole del mercado. Pero usted, como trader que es, ¿No cree que valdría la pena arriesgar dos puntos más colocando ese stop de protección un punto por encima de la resistencia o uno por debajo del soporte sabiendo que existen muchas opciones de que el precio se acerque a dicha resistencia o soporte, toque su stop, pero que no los rompa y rebote en la dirección que el sistema había tomado?
Y así podríamos detallar innumerables casos en que el mercado, por motivos propios, ajenos e incluso por sus propias ineficiencias, produce situaciones en que un sistema automático lanza rápidamente una orden al mercado y su consiguiente stop de protección sin pensar dónde ni cómo están colocadas dichas órdenes, si en un minuto se conocerá un dato de especial importáncia o si se ha producido un hecho convulso que convierta los mercados en un auténtico casino. ¿No sería mejor en esos casos actuar con la racionalidad y buen juicio que se le supone a un trader con experiencia y retrasar, modificar levemente o anular la orden que su sistema mecánico le estuviese sugiriendo en ese instante?
¿Qué le parece pues adoptar un "sistema de trading mecánico-discrecional"?
Hágase con un buen sistema mecánico que le garantice efectividad y rentabilidad en diversas fases del mercado, que se adapte a su propia personalidad como inversor o especulador y aplique a las señales que dicho sistema le genere la experiencia y buen juicio que, como trader, se le suponen.
Tal vez se perderá algunas operaciones ganadoras, pero seguro que evitará muchas más perdedoras. En ocasiones una leve modificación de la orden convertirá una operación perdedora en ganadora. Y nunca se sentirá solo ante el mercado porque siempre contará con el respaldo de su sistema mecánico y las estadísticas históricas que lo avalan.
Pero recuerde, las infidelidades a su sistema deben ser excepcionales y muy bien fundamentadas, de lo contrario, como en la vida misma, le abandonará para siempre.
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