Salgado: la subida fiscal será "muy especializada"
La ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, ha confirmado que la subida fiscal "que contempla el presidente" del Ejecutivo a las rentas más altas será "muy especializada", por lo que no tendrá efectos sobre el crecimiento de la economía española, al contrario de lo que sucedería si se hiciera una subida impositiva generalizada.
La vicepresidenta reiteró que si el Gobierno hubiera sabido lo "fuerte" que venía la crisis habría "retrasado" la supresión del Impuesto sobre Patrimonio, que suponía unos ingresos de 2.000 millones de euros. "Son 2.000 millones de euros que no hemos tenido en el año más duro de la crisis", reconoció.
En todo caso, precisó que este impuesto "no estaba bien diseñado" porque tal y como estaba configurado afectaba "mucho" a las clases medias, en un país donde hay "mucha clase media". Además, dijo, las comunidades autónomas podían reducir ese impuesto a cero, como en el caso de Madrid. "No era un impuesto bien diseñado, convenía eliminarlo", apuntó.
El Gobierno español ha dado un paso más para cumplir sus compromisos con la Unión Europea y acelerar sus esfuerzos por reducir su elevado déficit. En la reunión del Consejo de Ministros adelantada al jueves, aprobó las medidas anunciadas la semana pasada por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de recortar el gasto en 15.000 millones este año y el que viene, y reducir el déficit público al 6,5% del producto interior bruto en 2011 desde el 11,2% del PIB en 2009.
Las medidas deberán pasar ahora al Congreso para ser aprobadas, posiblemente la próxima semana o la siguiente. Sin la mayoría parlamentaria, el Partido Socialista del Gobierno tendrá que llegar a acuerdos con otros partidos para asegurarse la aprobación.
"Trabajaremos con todos los partidos (políticos) y tenemos fe en su sentido de la responsabilidad... Son medidas para garantizar nuestro presente y nuestro futuro", dijo la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, a la prensa.
La ministra de Economía española, Elena Salgado, dijo a los periodistas que el recorte del gasto lastrará el crecimiento económico del 2011. Añadió que el Ejecutivo ahora pronostica que el PIB se incrementará un 1,3% el año que viene frente a la estimación anterior de un crecimiento del 1,8%.
A principios de este mes, los líderes europeos pactaron con el Fondo Monetario Internacional un plan de rescate financiero de 750.000 millones diseñado para calmar el temor de los inversores sobre las deudas de los países de la zona euro con problemas fiscales. A cambio, pidieron a España y Portugal que adopten nuevas medidas de austeridad.
Las medidas, que incluyen un recorte del 5% en los salarios de los funcionarios y una congelación de las pensiones el año que viene, son un trago amargo para el presidente Zapatero, que abogó por aumentar los programas de bienestar social como sello de su Gobierno.
Hasta hace poco, Zapatero había rechazado la necesidad de tomar nuevas medidas de austeridad este año. Sin embargo, a medida que la crisis financiera de Grecia se extendió a España y Portugal, los líderes europeos le presionaron para que cambiara el rumbo. El presidente estadounidense Barack Obama también llamó a Zapatero y le instó a que tomara medidas.
El nuevo impulso en nuevas medidas de austeridad, junto con el plan de rescate, parece que han mejorado algo la confianza del mercado. El Tesoro español vendió el jueves 3.520 millones en bonos a diez años, algo más de lo esperado, aunque tuvo que pagar una prima elevada.
Sin embargo, ha supuesto nuevos problemas al equipo socialista . Ignacio Toxo, secretario general de Comisiones Obreras, el mayor sindicato español, advirtió el jueves de que los sindicatos podrían convocar una huelga general si el Gobierno sigue adelante y aprueba sus medidas de austeridad.
A pesar de que España cuenta con una tasa de desempleo del 20%, sus calles no han sufrido las mismas protestas contra las medidas de austeridad que se han vivido en Grecia, en parte por el esfuerzo realizado por el Gobierno español para mantener los salarios y el gasto en bienestar social.