Pulso de Mercado: Intradía

En parte tiene sentido lo que comentas, pero veo muchas incongruencias en los cambios que estamos viviendo.
Sin ir mas lejos, hace unos años entendía o creía entender el negocio para el que trabajo, pero hoy es el dia que no entiendo una mierda..

En mi empresa se han gastado una autentica fortuna en tecnología, partiendo del ERP que ahora casi parece el corazón tecnológico del negocio, hasta la maquinaria de planta que supuestamente contribuye a fabricar un producto de mayor calidad con costes mas bajos.

La parte de ingeniería supuestamente cuenta con el personal mejor preparado en los 50 años de negocio, pero a su vez los sueldos son inferiores a los de hace 10 años.

Toda esta tecnología desde mi punto de vista va a acarrear una disminución de personal (que por cierto empieza a hacerse palpable).

El año 2013 hubo un pico de facturación que resulto ser el máximo histórico en este jodido negocio, y tan solo 3 años después parece que podemos entrar en perdidas. Se habla de entrar en nuevos negocios de países emergentes, pero el producto ha de ser aun mas barato, por lo que a mi entender este negocio se encuentra en una espiral de incertidumbre total.

Veo ciertas similitudes con los años 80, pero entonces había muchsimo margen de reducir tipos de interés, que es lo que se hizo y contribuyo en el boom que se vivio.

Y para mas incogruencias tengo la sensación de que viene un ciclo expansivo, pero no acabo de entender en que se puede apoyar además de en la tecnología.

En fin, he tenido un dia duro y tal vez vea las cosas con el prisma equivocado.

Buen finde a todos!

Conforme con lo que indicas, me gustaría ver a Amancio Ortega más filántropo, imitando a alguno de las grandes fortunas mundiales.

El efecto Trump es como un tsunami que de momento afecta a todos los paises y mercados del planeta, lo veo tan impredecible que no sé cómo pronunciarme respecto a las consecuencias, ojalá sea un episodio que pasemos con éxito, a estas alturas de la vida no me asusta casi nada.

No cabe duda que esta semana ha sido brutal, el mercado está completamente roto y es muy difícil hacer cualquier tipo de predicción. En mi opinión la semana que viene va a ser bastante verde pero ya digo que en este momento no se puede descartar nada.

Un saludo

Un breve comentario de la empresa ha sido interpretado como un espaldarazo al nuevo presidente que ha enfadado a muchos clientes.
SANDRO POZZI
Nueva York 11 NOV 2016 - 21:48 CET
Una zapatilla de New Balance
Una zapatilla de New Balance LUKE MACGREGOR BLOOMBERG
New Balance se enfrenta a un serio problema de imagen. Quemar sus zapatillas empieza a convertirse en un pequeño signo de protesta antitrump en Estados Unidos. Y todo, por un comentario de cuatro palabras que han encendido literalmente la mecha.

Estados Unidos vive un momento extraño. Los principales ejecutivos de las grandes corporaciones no están teniendo más remedio que expresar públicamente su compromiso a trabajar con la futura Administración que presidirá Donald Trump. Más que a la persona, es una muestra de respecto obligado al cargo. Unos, como el patrón de la cadena comercial JC Penny, dicen que debe apoyar y trabajar con su equipo para adaptarse a su política.

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"Apoyo a cualquier presidente de Estados Unidos", añade resigando el inversor Warren Buffett, "es muy importante que tenga el respaldo de todos los estadounidenses". Y aunque apunta que eso no significa que no se le pueda criticar, cree que el magnate "se merece respeto". En términos generales, añade el consejero delegado de Liberty Media, tener un presidente y un Congreso republicano es bueno para los negocios.

Hay compañías que celebran con algo más de entusiasmos el ascenso de Donald Trump. Es un paso, según la firma de indumentaria deportiva New Balance, "en la buena dirección". Este comentario, sin embargo, acaba de colocar a la sociedad en un peligroso fuego cruzado, hasta el punto de convertir sus zapatillas en un el símbolo de las protestas que por las grandes ciudades están expresando su rechazo y rabia por la elección del empresario.

"No voy a comprarlas nunca más", se puede leer en los comentarios colgados en las redes sociales. Otros suben vídeos tirándolas a la basura o incluso quemándolas, esperando que otras personas descontentas con la elección de Trump se sumen al boicot contra una de las marcas más representativas del made in USA. La compañía responde a esta revuelta diciendo que se está demonizando su logo de manera injusta.

El origen de esta escalada, que refleja hasta que punto llega la tensión tras la inesperada victoria de Donald Trump, está en un tuit de una periodista del Wall Street Journal, en el que cita a un portavoz de New Balance lamentando que la Administración de Barack Obama haya hecho oídos sordos a sus intereses. La firma deportiva es contraria al controvertido acuerdo comercial del transpacífico. "Solo queremos producir más zapatillas en EE UU", insiste.

La propia candidata demócrata Hillary Clinton también puso en duda el pacto comercial, por el impacto que tendría en el empleo. New Balance emitió un comunicado recordando que es la única gran compañía del negocio que sigue produciendo zapatillas de deporte en EE UU y que tiene una perspectiva "única" sobre este tipo de cuestiones. "Nada más que eso", afirma.

Zapatilla 'made in USA'

La marca produce más de cuatro millones de zapatillas al año en las cinco plantas que opera en Massachusetts y Maine. "Públicamente hemos apoyado la posición de Hillary Clinton, Bernie Sanders y Donald Trump en materia de comercio antes del día de las elecciones", insiste, al tiempo que asegura que esta protesta no impedirá que sigan apoyando la creación del empleo en el país.

Como admite el consejero delegado de Starbucks, Howard Shultz, los beneficios del comercio están ahí. Pero el resultado electoral, añade, también refleja que hubo un gran número de ciudadanos a los que no se escuchó, durante mucho tiempo. Jeffrey Immelt, máximo ejecutivo de General Electric, mandó una circular a sus empleados expresando su compromiso con la diversidad racial, cultural y de género en el seno del conglomerado.

Estás reacciones reflejan la angustia y la ansiedad que domina tras las elecciones, más allá de las protestas espontáneas en las calles de las grandes ciudades y las redes sociales. También hay quien celebra la victoria. Apple, United Continental o PricewaterhouseCoopers están animando a sus empleados a expresar sus sentimientos y aseguran que reforzarán las políticas internas para que haya más mujeres y minorías en puesto de dirección.
http://economia.elpais.com/economia/2016/11/11/actualidad/1478890120_811192.html

Te han "timingao"...je,je.

Parece que si, que los usanos piensan en el 19.000 y pico

El Dax como siempre, jugando al despiste, siguen en resistencias, pero mientras no bajen del 10.612 se van para arriba

Buenos días.