Hola Alex.
Lo primero que he de decir para advertir al personal es que mi experiencia como novato, tanto con los CFDs como con las opciones, no ha sido demasiado buena. Cuando comenzaba con ambos productos era consciente de que estaba aprendiendo y de que soy una persona que no aprende muy bien si no se encuentra en un teatro de operaciones real, así que al principio perdía pasta, como le pasa al 95% de los que empiezan con estos productos. A medida que he ido acumulando experiencia, pericia y, por qué no, también arrojo para realizar las operaciones en las que tengo confianza por muy locas que le parezcan a la masa, he ido revertiendo la situación.
Año y medio después de iniciarme, sigo usando ambos productos. Pero mientras los CFDs los uso sólo con subyacentes que me dan confianza y al alza, las opciones las uso en cualquier entorno y tendencia y con todo tipo de subyacentes, tanto en el mercado americano como en el europeo, con acciones, índices y hasta materias primas. Sencillamente, la potencia y versatilidad de las opciones no tiene parangón en el mundo financiero, por lo que siempre podrás encontrar una combinación de opciones que se amolde a las expectativas que tienes sobre el mercado a futuro y, lo más importante, podrás modificar tu apuesta inicial según vaya evolucionando el mercado.
Tanto las opciones como los CFDs son productos apalancados y que recomiendo sólo tras una extensa etapa de formación y training. Y ahí acaban las similitudes. Las diferencias arrojan, para mí, una aplastante vistoria para las opciones, salvo por el hecho de que las opciones vencen en una fecha determinada (caducan) y los CFDs no.
Afortunadamente contamos con expertos en opciones con sus propios blogs en Rankia.
Saludos.