Vendí sobre los 0.05 y estoy contentísimo con la decisión. Hay una falsa sensación psicológica de que, cuando se vende, es para consolidar pérdidas, como si ya se fuese a morir uno y no pudiese hacer nada más. Todo lo contrario, se trata de limitar las pérdidas (cuanto antes mejor, claro está) pero no para replegarse definitivamente, sino para volver en una situación mucho mejor y con una posición muy superior y con mucho más potencial. Y mientras tanto, ahí tengo dinero para aprovechar otras oportunidades, no sólo se vive de un valor. Todo el mundo habla de las "ventas en pánico", pero también existe la inacción por pánico. El quedarse paralizado.
Hasta hace unos días, podíamos tener la esperanza de que el contrasplit no fuese inmediato, o en todo caso de que la ampliación de capital no fuese inmediata. Pero ahora sabemos que ambas cosas vendrán de la mano en apenas unos días. Lo bueno que tienen los últimos "filings", es que nos permite trazar una estrategia. Quedarse dentro es un suicidio.