Aprovecho la situación para actualizar contenido
¿Qué está pasando con Credit Suisse?
Nueva amenaza de quiebra bancaria y posible crisis financiera posterior en el horizonte.
El pasado fin de semana hubo todo un terremoto respecto a la situación financiera y estabilidad económica con el banco de inversión Credit Suisse. ¿Qué es lo que pasó?
Principalmente todas las alarmas empezaron a saltar debido a tres motivos:
Por un lado la
cotización de sus acciones alcanzó mínimos históricos, que nunca en su historia se habían tocado, a saber; ni cuando la crisis financiera del 2008, ni cuando el escándalo y fraude de los Tuna Bonds, y ni siquiera tampoco cuando el el
margin call que se efectuó al family found de Archegos Capital, el cual le supuso unas
pérdidas estimadas cercanas a los 5.000 millones de dólares. Con todo, en lo que va de año sus acciones ya han caído casi un 60%, y apenas podemos verlas por encima de 4 CHF. Si bien es cierto que desde inicio de esta semana han tomado un poco de oxígeno.
A efectos prácticos, esta caída en el precio de sus acciones supone que Credit suisse ha pasado de valer en 24.000 millones de euros a unos 10.700 en términos de capitalización bursátil.
Además, otro hito que ha hecho saltar todas las alarmas, es que su actual CEO, Ulrich Koerner, es el tercero en lo que va de año. Y es que cuando un gigante del mundo financiero cae, suele tener responsabilidades penales para toda su cúpula directiva, motivo por el cual ninguna persona quiere manchar su carrera profesional con una gran quiebra.
Y por el otro lado, los Credit Defaul Swap (CDS), se dispararon a máximos históricos prácticamente inasumibles, llegando a valer 319 puntos básicos, muy por encima de sus máximos de las pasada crisis financiera (270pb). Este dato supuso una revalorización de sus CDS de más de un 250% desde inicio de año, cuando cotizaba a unos 55 puntos básicos.
¿Qué son los Credit Default Swap (CDS)?
Imagina que te compras una casa en una zona donde ocasionalmente hay huracanes que pueden ocasionar algunos desperfectos. Sería lógico que pagaras la prima de un seguro para estar protegido cuando lleguen estas desavenencias climatológicas. Dicho esto, imagina que por la causa que sea, durante una temporada se empiezan a suceder huracanes uno detrás de otro, y así durante varios meses. Los desperfectos que se irían acumulando serían enormes, y en consecuencia, las primas que exigirían los seguros para estar protegido, irían aumentando y aumentando.
Pues más o menos eso es un CDS, el cual podríamos definirlo de la siguiente manera.
Un CDS o swaps de incumplimiento crediticio es un tipo de derivado financiero que proporciona protección contra el riesgo de incumplimiento de una obligación de deuda.
Veámoslo detenidamente:
Tu tienes un bono de deuda por valor 1.000€ con un tipo de interés anual del 9% (90€) con Credit suisse. Sin embargo, ante el riesgo de posible impago, vas a una gestora que ofrece estos instrumentos de cobertura (los CDS) y le compras por 55€ (puntos en los que estaban los CDS de Credit Suisse a principios de año).
Efectivamente cuando llega el año, si Credit suisse amortiza su interés 90€, tú habrás perdido la prima 55€, y sin más, nada habrá pasado. Simplemente es que tu rentabilidad en lugar de ser de 90€, habrá sido la diferencia.
Por otro lado, en caso de quiebra, la entidad gestora que vendió estos instrumentos de cobertura (CDS) deberá ser quien atienda los intereses de tu bono.
Y son precisamente estos CDS, los que ahora mismo se han situado por encima de los 319 puntos básicos. Es decir, existe una gran número de entidades gestoras, que prevén una incertidumbre muy alta en torno a Credit Suisse.
También es destacable que los contratos de CDS se negocian en un mercado extrabursátil, y no existe una bolsa centralizada para estos instrumentos. Dado que los contratos de CDS representan una promesa de realizar un pago en caso de impago, a veces se denominan contratos de "seguro".
En definitiva, los swaps de incumplimiento crediticio pueden utilizarse para protegerse del riesgo de incumplimiento de los bonos corporativos, del Estado u otros instrumentos de deuda, pero también pueden utilizarse para especular sobre la probabilidad de impago.
En otras palabras, podríamos definir un
CDS como la llamada
prima de riesgo de un país o algo así como las apuestas que existen para que un agente (en este caso el Credit Suisse) entre en quiebra.
¿Y qué está pasando con Credit Suisse?
Ciertamente, si los CDS cotizan altos eso quiere decir que existen muchas dudas de que Credit Suisse vaya a ser capaz de atender sus obligaciones crediticias. De ahí que las primas sean altas
Sin embargo, convendría recordar que el precio al que cotizan los CDS de Credit Suisse, unos 319 puntos básicos, no es ni la mitad del que llegaron a cotizar los de Lehman Brothers, por encima de los 700, días antes de su default. Todo esto significa que el mercado descuenta una posibilidad de quiebra de entorno al 20%
Ante esta situación, y según recoge el Financial Times, el propio CEO de Credit Suisse, reconoció que la situación actual del banco de inversión es “crítica”, hecho que propició que durante todo el fin de semana pasado, él y sus directivos estuvieran atendiendo a algunos de sus principales clientes, entre ellos gestoras y fondos de inversión, llamándoles a la calma,y asegurándoles que el banco aún cuenta con la suficiente liquidez y fuerza en balance, como para hacer frente a tal situación.
Hipótesis sobre lo que puede pasar con Credit Suisse
Lo cierto es que hablar de quiebra todavía es un poco temprano, y las opciones son varias:
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Rescate bancario: Podría ser rescatado por el propio estado suizo, un hecho que nunca hay que dejar de tenerlo en cuenta, para lo cuál necesitaría, según las estimaciones de algunos bancos, se precisarían unos 4000 millones de dólares.
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Adquisición: Podría ser absorbido por algún otro gran banco, como por ejemplo UBS, que ya ha manifestado cierto interés. Este no sería un caso nuevo, por ejemplo, en el año 2016 en España, el Banco Popular fue comprado por parte del Banco Santander al precio de 1€ y toda su ingente deuda.
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Reestructuración: El banco podría reestructurar su balance, haciendo cierto grado de sacrificio y recortes, con tal de reducir su deuda, y que esto fuese bien visto por el mercado. A día de hoy, esta parece la hipótesis más razonable de todas, y según ha manifestado su directiva todo apunta a “una profunda reestructuración del negocio", sobre todo en la parte de banca de inversión.
No obstante, sea cual sea la decisión, se conocerá el próximo 27 de octubre, fecha en la que su cúpula directiva presentará su Plan Estratégico de Reestructuración.
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Quiebra: Y por supuesto, no hay que descartar, tal y como prevé el mercado en un 20%, la posibilidad de quiebra. Este hecho, que se contagiaría a todo el sistema bancario, desencadenaría una nueva crisis financiera en Occidente sobre la actual crisis energética e inflacionaria que ya existe.
Por ende, la incertidumbre es alta y no está claro lo que va a pasar, por lo que estaremos atentos para contaros cualquier otra novedad.
Aprovecho la ocasión para dejarte este vídeo, donde nuestro compañero Genís, nos cuenta
que está pasando en con Credit Suisse