Libertad Digital: las cuentas del gran capitán.
http://www.hispanidad.com/noticia.aspx?ID=3895
La ampliación de capital del diario electrónico exige una prima del 1000%. Los suscriptores no tendrán poder alguno y aspiran a un dividendo de una sociedad, que, en su primer ejercicio en números negros, obtuvo un beneficio bruto de 9.000 euros. La apelación al mercado de capitales abre una vía que condujo al descrédito de la prensa tradicional
El periódico electrónico Libertad Digital, que lidera Federico Jiménez Losantos, ha lanzado una ampliación de capital por 486.000 euros con una prima de emisión de 4,86 millones de euros, esto es, 10 veces más. Dice don Federico que lo hace para preservar su libertad ideológica. Y es que la libertad siempre ha resultado carísima.
Analizamos la operación con las propias cifras de la página WEB de Libertad Digital, http://www.libertaddigital.com/otros/ampliacion_ld/documentacion.zip El valor teórico de las acciones (coges el activo y le restas el pasivo, lo divides por el número de acciones y tienes el valor teórico) es de 10,29 euros, según cálculos de la propia empresa. Lo que están pidiendo con la ampliación es 110 euros por acción. Esto se podría justificar si dijeran que tienen un plan de negocio contrastado, algo así como vamos a descubrir una mina de oro en la sede social. Pues bien, Libertad Digital no representa plan de negocio alguno, simplemente piden la pasta para continuar haciendo lo mismo que hacen. Es decir, los nuevos accionistas pondrían casi 10 veces más que los antiguos por una misma participación.
Segunda parte: casi el 40% de los activos de Libertad Digital es un crédito fiscal (pérdidas de ejercicios anteriores), porque resulta que ha estado en pérdidas desde su fundación, en el año 2000, hasta 2003, en el que obtuvo el formidable excedente de casi 9.000 euros (brutos, no se vayan a creer).
En el año 2002 decidieron activar los créditos fiscales correspondientes a 2001 y 2002. Es decir, que el genial Federico, agobiado por las pérdidas de 2002, decidió imputar el crédito fiscal para presentar un semblante contable más risueño.
La situación actual es que la compañía tiene unos fondos propios de 500.000 euros y un crédito fiscal de casi 300.000. Dicho de otra forma, que si realmente no se pone en beneficios, los recursos propios serán 200.000. Como ven, el derecho ante Hacienda que enarbola don Federico es mucho más modesto de lo que pretende la compañía. Ergo, el valor teórico de la acción ya no es de 10,29, sino de poco más de 4 euros. ¡Y está pidiendo 110 euros por acción!
Otrosí. La ampliación de capital está inscrita en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), lo que otorga mucha solvencia al asunto. Sin embargo, se trata de una inscripción “light”. Por de pronto, una misión de menos de 6 millones de euros (esta es de 5,4) realmente no se registra. Basta con informar a la CNVM, que es lo que se ha hecho en este caso. En definitiva, si Libertad Digital suspende pagos, ningún inversor podrá reclamar a la Comisión Nacional ningún tipo de negligencia.
Por cierto, el auditor no es una marca reconocida, sino un particular. Saquen ustedes sus propias consecuencias. Con todo nuestro respeto a doña María Canga Pérez, cuando se acude al mercado es exigible que sea una auditora de primera fila quien acredite las cifras.
Por cierto, se trata de una empresa que vive de la publicidad, pero que se gasta el 31% de sus ingresos anuales en publicidad y relaciones públicas (y eso que tiene mucha publicidad gratis), al menos en 2003.
Y más. Libertad Digital cierra el ejercicio a 30 de septiembre. Pues bien, han presentado cuentas auditadas a 30 de septiembre de 2003 y cuentas provisionales a 31 de agosto de 2004, donde los beneficios han pasado a 84.000 euros. ¿Por qué no espera usted un mes más y las audita también?
Y todo esto, ¿para qué? Desde luego, no para que compren acciones de Libertad Digital los grandes inversores (entre otras cosas porque tienen