El compartimento invertirá como mínimo un 25% de la exposición total en valores de renta variable nacional e internacional de cualquier sector, preferentemente de alta capitalización, si bien hasta un 30% de la exposición total se podrá mantener en valores de media y baja capitalización. El resto de la exposición total será renta fija pública o privada, (incluidos depósitos e instrumentos del mercado monetario, cotizados o no, líquidos) sin predeterminación respecto a los rating de los emisores/emisiones, por lo que hasta un 75% de la exposición total podrá estar en activos de baja calidad crediticia o sin rating. La duración media de la cartera de renta fija no superará los diez años. El riesgo divisa estará entre el 0% - 60% de la exposición total (principalmente dólar, libra y yen), en función de los valores seleccionados para la cartera.