La política de inversiones tiene como objetivo generar un crecimiento a largo plazo del capital mediante la inversión en una amplia gama de clases de activos, centrándose en mercados de renta variable, de bonos y monetarios mundiales a fin de lograr a medio plazo un rendimiento comparable a una cartera equilibrada con un rango de volatilidad del 10 % al 16 %, con arreglo a la estrategia de inversión sostenible y responsable (Estrategia SRI). La evaluación de la volatilidad de los mercados de capitales por parte del Gestor de inversiones es un factor importante en este proceso, con el objetivo de no situarse generalmente por debajo de una volatilidad, o superar una volatilidad, del precio de las Acciones en un rango del 10 % al 16 % en un plazo promedio de medio a largo plazo, similar a una cartera compuesta por un 75 % de mercados de renta variable mundiales y un 25 % de mercados de bonos europeos.