Sociedad gestora de entidades de inversión de tipo cerrado (SGEIC)

Una Sociedad Gestora de Entidades de Inversión de Tipo Cerrado (por sus siglas, SGEIC) es una entidad que tiene como función principal gestionar las inversiones de otras entidades, específicamente de aquellas de tipo cerrado. Para entender esto mejor, primero tenemos que aclarar qué significa una entidad de inversión de tipo cerrado.

Una entidad de inversión de tipo cerrado es un tipo de fondo de inversión o vehículo financiero que recauda capital de inversores para invertirlo en una variedad de activos financieros. Lo que caracteriza a estas entidades es que su capital no se incrementa con nuevas aportaciones de inversores, sino que se establece en el momento de su constitución y solo puede variar por las operaciones bursátiles que realice la entidad. Además, en general, los inversores no pueden retirar su dinero cuando quieran, como sucede en los fondos de inversión de tipo abierto, sino que tienen que esperar a que se venda el fondo o se liquiden sus inversiones.

Entonces, ¿dónde encaja aquí la SGEIC? Su papel es gestionar las inversiones de estas entidades de tipo cerrado. Eso significa que se encargan de tomar las decisiones de inversión, buscar las mejores oportunidades, monitorizar las inversiones realizadas y, en general, gestionar el patrimonio de estas entidades para tratar de obtener la máxima rentabilidad posible.

Una curiosidad de las SGEIC es que, a diferencia de lo que ocurre con otras sociedades de gestión, como las Sociedades Gestoras de Instituciones de Inversión Colectiva (SGIIC), estas no pueden captar fondos del público en general, sino que su actividad está reservada a inversores profesionales o a aquellos que inviertan grandes cantidades de dinero. Esto se debe a que las entidades de inversión de tipo cerrado suelen ser vehículos de inversión más complejos y menos líquidos, por lo que se considera que solo son adecuados para inversores con un conocimiento financiero avanzado o con la capacidad de asumir riesgos más elevados.

Una Sociedad Gestora de Entidades de Inversión de Tipo Cerrado (SGEIC) tiene como principal función gestionar y administrar los recursos invertidos en entidades de inversión de tipo cerrado. Pero, ¿en qué consiste exactamente esta gestión y administración? Vamos a detallarlo.

En primer lugar, la SGEIC se encarga de seleccionar y decidir en qué tipo de activos invertir el capital del fondo que gestiona. Esto puede incluir una amplia variedad de activos, como acciones, bonos, bienes inmuebles, entre otros, dependiendo de la política de inversión de la entidad de inversión de tipo cerrado. Asimismo, también es responsabilidad de la SGEIC decidir cuándo es el mejor momento para comprar o vender estos activos, con el objetivo de maximizar el rendimiento del fondo.

Además, la SGEIC tiene la obligación de monitorizar constantemente las inversiones realizadas, para asegurarse de que siguen siendo adecuadas y cumplen con los objetivos de inversión del fondo. Esto puede implicar revisar periódicamente el desempeño de los activos en los que se ha invertido, compararlos con otros activos similares y evaluar si existen mejores oportunidades de inversión en el mercado.

Otra tarea importante de una SGEIC es administrar las operaciones del fondo de inversión de tipo cerrado. Esto incluye, por ejemplo, la emisión y el reembolso de las participaciones del fondo, la custodia y depósito de los activos del fondo, la valoración de los activos y el cálculo del valor neto del fondo, entre otros.

Por último, la SGEIC también tiene la responsabilidad de mantener informados a los inversores del fondo sobre la evolución y el rendimiento de sus inversiones. Esto implica la elaboración y presentación de informes periódicos a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y a los inversores, en los que se detalla la situación del fondo y las operaciones realizadas.

Para contratar los servicios de una Sociedad Gestora de Entidades de Inversión de Tipo Cerrado (SGEIC) en España, normalmente hay que seguir un proceso que comienza por establecer contacto con la sociedad gestora, ya sea a través de su página web, vía telefónica o presencialmente en sus oficinas.

Después, un representante de la SGEIC se reunirá contigo para entender tus objetivos de inversión, tu tolerancia al riesgo y tus expectativas financieras. Este es un paso crucial, ya que estas sociedades gestionan inversiones que pueden implicar un riesgo significativo y no son adecuadas para todos los inversores.

Una vez que hayas proporcionado toda la información necesaria, la SGEIC evaluará si los productos de inversión que ofrecen se ajustan a tus necesidades. Si es así, te proporcionarán la documentación relevante para que la revises y la firmes. Es importante leer y entender completamente esta documentación antes de firmarla.

En cuanto a las tarifas de las SGEIC, estas pueden variar ampliamente dependiendo de la sociedad y del tipo de servicios que ofrezcan. Algunas cobran una tarifa fija anual, mientras que otras pueden cobrar una tarifa basada en el rendimiento de la inversión. Además, puede haber otras tarifas asociadas, como tarifas de entrada y salida, tarifas de gestión y de custodia.

La regulación de las Sociedades Gestoras de Entidades de Inversión de Tipo Cerrado (SGEIC) en España, se realiza principalmente por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Esta entidad supervisa las actividades de las SGEIC y establece una serie de obligaciones que deben cumplir con sus clientes, para garantizar la transparencia y la protección del inversor.

Una de las obligaciones más importantes es que las SGEIC deben actuar en el mejor interés de sus clientes. Esto significa que deben realizar sus actividades de gestión de inversiones de manera honesta, justa y profesional, y que deben evitar conflictos de interés que puedan afectar negativamente a sus clientes.

Además, las SGEIC tienen la obligación de proporcionar a sus clientes información clara, correcta y no engañosa. Esto incluye, por ejemplo, informar sobre los riesgos asociados con las inversiones que se van a realizar, sobre las comisiones y los costes que se van a aplicar, y sobre el rendimiento esperado de las inversiones. También deben mantener a sus clientes informados sobre la evolución de sus inversiones.

Otra obligación relevante es que las SGEIC deben evaluar la idoneidad de las inversiones para sus clientes. Esto implica que deben recopilar información sobre la situación financiera del cliente, sus conocimientos y experiencia en inversiones, y sus objetivos de inversión, para poder ofrecerle las inversiones más adecuadas a sus necesidades.

Las SGEIC también tienen la obligación de llevar un registro adecuado de todas sus actividades y operaciones, para poder demostrar en todo momento que están cumpliendo con sus obligaciones regulatorias.

Por último, es importante mencionar que la CNMV realiza inspecciones periódicas a las SGEIC para verificar que están cumpliendo con todas estas obligaciones. En caso de incumplimiento, la CNMV puede imponer sanciones que van desde multas económicas hasta la revocación de la autorización para operar como SGEIC.

Convertirse en cliente de una Sociedad Gestora de Entidades de Inversión de Tipo Cerrado (SGEIC) en España puede ser un proceso más selectivo que en otras instituciones financieras debido a la naturaleza específica de los productos de inversión que gestionan. Aun así, los requisitos pueden variar dependiendo de la SGEIC y del producto específico de inversión, pero hay algunos aspectos generales que suelen ser comunes.

En primer lugar, las SGEIC suelen requerir que sus clientes tengan un cierto nivel de conocimientos y experiencia en materia de inversión, dado que los productos de inversión de tipo cerrado pueden tener una estructura más compleja y un nivel de riesgo más alto que otras formas de inversión.

En segundo lugar, a menudo se requiere que los clientes dispongan de un patrimonio mínimo para invertir. Este patrimonio mínimo puede ser bastante elevado, ya que las inversiones de tipo cerrado a menudo se dirigen a inversores institucionales o a individuos con un alto patrimonio neto.

Además, las SGEIC realizarán una evaluación de la tolerancia al riesgo del cliente. Esto implica entender los objetivos de inversión del cliente y su capacidad para soportar pérdidas financieras. Dependiendo de esta evaluación, la SGEIC puede determinar que ciertos productos de inversión no son adecuados para el cliente.

También es necesario cumplir con los requisitos de verificación de identidad y antecedentes financieros. Esto implica proporcionar documentos de identidad, comprobantes de domicilio y tal vez información sobre tus ingresos y tus activos.

Por último, es importante tener en cuenta que, a pesar de que una SGEIC pueda aceptarte como cliente, debes asegurarte de que comprendes completamente los riesgos y las características de los productos de inversión que ofrecen antes de tomar la decisión de invertir.

Para ver un ejemplo real de Sociedad Gestora de Entidades de Inversión de Tipo Cerrado (SGEIC), podemos mencionar el caso de Nao Sustainable Asset Management y Altamar Capital Partners.

Como decíamos, un buen ejemplo de SGEIC en España es Nao Sustainable Asset Management, que gestiona varias entidades de inversión de tipo cerrado, incluyendo Nao Europa y Nao Atlas. Estos fondos invierten en una variedad de activos, incluyendo acciones y bonos de empresas europeas y mundiales.

Otra SGEIC notable es Altamar Capital Partners, que se especializa en gestionar inversiones en fondos de capital privado, capital riesgo e infraestructuras. Ofrecen una gama de fondos de inversión de tipo cerrado para inversores cualificados.

En conclusión, estos son solo dos ejemplos, pero hemos de señalar que hay muchas otras SGEIC en España.