El pulso de mercado, también conocido como market pulse en inglés, es la manifestación del estado actual de un mercado financiero. Es un término que encapsula la dinámica, el comportamiento y la vitalidad del mercado en un momento específico.
Es decir, el pulso de mercado se refiere a cómo se está desempeñando el sector financiero en un periodo delimitado.
La importancia de este concepto radica en su capacidad para ofrecer información crítica que afecta directamente las decisiones de inversión. Esto, dado que permite identificar tendencias, gestionar mejor los riesgos, encontrar oportunidades y planificar la cartera.
Características del pulso de mercado
Para definir el pulso de mercado de manera más amplia, es crucial comprender sus características principales que incluyen tres elementos:
Volatilidad: La volatilidad se refiere a la magnitud y frecuencia en las variaciones de los precios. Así, una alta volatilidad implica fluctuaciones abruptas, mientras que una baja volatilidad es sinónimo de estabilidad y variaciones muy pequeñas. Una alta volatilidad significa mayor riesgo para el inversor, es decir, se pueden sufrir grandes pérdidas, pero también conseguir mayores ganancias. Podemos encontrar dos tipos de volatilidad:
Histórica: Es aquella volatilidad registrada a lo largo del tiempo.
Implícita o esperada: Es la volatilidad que se estima reportar en un periodo específico, pero aún no se conoce.
Liquidez: La liquidez es la facilidad con la que se puede transformar un activo en efectivo. Esto, sin tener que modificar (bajar) su precio. Esta variable es muy importante porque aquellos mercados líquidos permiten realizar transacciones de forma más rápida, mientras que existen dificultades en los mercados menos líquidos. Para ser más concretos, un mercado financiero (o un activo en particular) tiene mucha liquidez cuando existen una gran cantidad de compradores y vendedores dispuestos a intercambiar.
Sentimiento del Mercado: Este factor se basa en la subjetividad, en cómo los inversores perciben que se está comportando el mercado. El sentimiento puede ser optimista (bullish), cuando se prevé un alza en el mercado, o pesimista (bearish), cuando más bien se vislumbra una caída.
Es importante saber que los conceptos señalados pueden aplicarse a un mercado en general. Sin embargo, suele ser más apropiado analizar cada activo por separado, pues los desempeños no están alineados.
Por ejemplo, el oro es un activo refugio que, en momentos de tensiones geopolíticas, tiende al alza, y suele tener un desempeño contrario al dólar estadounidense. Cuando uno sube, el otro cae y viceversa.
Otro aspecto a tener en cuenta es que los inversores podrían estar teniendo una reacción que no responde a los fundamentos. Por ello, se debe tener mucho cuidado para no dejarse llevar simplemente por la tendencia actual. Por ejemplo, un activo puede estar subiendo rápidamente, pero si esto no responde a los fundamentos, pronto podría observarse un retroceso en su cotización.
¿Cómo medir el pulso del mercado?
Como ya señalamos en el apartado anterior, la volatilidad del mercado es una característica importante. Esta se mide mediante la desviación típica. Para ello usamos la siguiente fórmula:
Es decir, primero elevamos al cuadrado las desviaciones respecto a la media, sumamos el resultado para cada observación, dividimos entre el número de observaciones, y, finalmente, calculamos la raíz cuadrada.
¿A qué observaciones nos referimos? Podemos trabajar con el histórico de las cotizaciones de un activo o un índice bursátil, por ejemplo.
Por otro lado, para medir la liquidez podemos observar el volumen. Esto es, la cantidad de un valor financiero o activo que se intercambia en un lapso específico, por ejemplo, durante una jornada bursátil.
Entonces, si se efectúan durante el día 30 operaciones de compraventa sobre las acciones de la empresa GBT, el volumen de estos títulos será igual a 30.
Otro indicador importante es el volumen profile, que representa el volumen en función de la cotización, a diferentes escalas de precio. Así, este indicador permite identificar niveles de soporte y resistencia.
Podemos mencionar también al precio medio ponderado por volumen o VWAP por su nombre en inglés (Volume-weighted average price). Este refleja la relación entre el precio de un valor financiero negociado y el volumen total de transacciones. Esto, durante una jornada bursátil. De esa forma, se obtiene una medida del precio promedio de negociación para el periodo de análisis.