Oferta Pública de Venta (OPV)

Una Oferta Pública de Venta (conocida por sus siglas, OPV) es una acción –un procedimiento– mediante la cual, una compañía, antes de salir a bolsa, trata de vender o colocar sus acciones en el mercado.

Cuando una empresa quiere cotizar en bolsa o salir a bolsa, como se dice comúnmente, esta debe realizar una OPV. A través de una OPV, una compañía que quiere salir a bolsa pone a la venta, por primera vez, sus acciones en el mercado. En otras palabras y como su nombre indica, la OPV le permite ofertar sus acciones en el mercado a los inversores y potenciales accionistas.

De la misma manera, si hay accionistas mayoritarios en una empresa que quieran desprenderse de un gran número de acciones, estos accionistas mayoritarios pueden realizar una OPV, para poner sus acciones a la venta en el mercado. Debido al volumen de acciones que se negocian, el procedimiento a seguir es el mismo que si se tratase de una salida a bolsa.

En resumen, lo que podemos ver en ambos casos es que hablar de una OPV es hablar de una oferta de acciones en el mercado por parte de una empresa, la cual puede realizarse por primera vez, cuando una compañía sale a bolsa. De la misma manera que puede realizarse cuando uno, o varios accionistas mayoritarios quieren desprenderse de un gran volumen de acciones.

Si queremos salir a bolsa y queremos realizar una OPV, tenemos que tener varios aspectos a tener en cuenta.

Pues hay que señalar que no hablamos de un proceso sencillo. Desde una solicitud de admisión hasta el propio asesoramiento y respaldo bancario, una OPV requiere muchos recursos, pese a que podamos estar necesitados y para obtenerlos queramos acudir a los mercados financieros.

Además, el organismo supervisor nos exigirá información relacionada con la forma de colocación de los valores asociados, información sobre la entidad emisora, su situación económico-financiera, la estructura social, organizativa y la política que sigue en cuanto a la distribución de dividendos, entre otros asuntos relacionados con la compañía en cuestión.

Para el caso de España, la CNMV indica la sucesión de las siguientes fases, antes de poder realizar una OPV:

Con todo, hablamos de un proceso que varía en función del mercado al que nos dirijamos, pero que puede llevarnos tiempo, a la vez que podría, como comentaba, costarnos muchos recursos. Aspectos que, en mi consideración, deben ser tenidos en cuenta.

Entre los tipos de oferta pública de acciones que nos podemos encontrar, destacan las OPV y las OPS.

OPS son las siglas de Oferta Pública de Suscripción. En otras palabras, el proceso mediante el cual, una empresa ya cotizada que ha realizado una ampliación de capital, por ejemplo, trata de vender o colocar la nueva emisión de acciones en el mercado.

En las OPS, las acciones provienen de una nueva emisión que hace variar el capital social. Pero en este caso hablamos de una empresa ya cotizada, y que quiere obtener mayor capital con el que financiarse.

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El concepto opuesto, que encontramos al otro lado, es la OPA, o lo que es lo mismo, la Oferta Pública de Adquisición.

A diferencia de la OPV, su principal diferencia la encontramos en que, como su propio nombre indica, en este caso hablamos de una oferta para adquirir acciones y no, como en la OPV, de una oferta para vender acciones.

Cuando hablamos de una OPA, hablamos de una oferta que lanza un gran inversor, por ejemplo, para hacerse con un porcentaje mayoritario de acciones de una determinada compañía; que podrían ser el 100%.

En otras palabras, en la OPA, una empresa, como podría ser un fondo, o un inversor poderoso, como podría ser el padre del value investing, Warren Buffett, trata de hacerse con un gran porcentaje de acciones. Y para ello, realiza una OPA, mediante la cual pretende comprar, a un precio determinado, ese gran paquete de acciones.