Negociación bursátil

La negociación bursátil, también conocida como negociación en el mercado de valores, es el proceso de compra y venta de activos financieros, como acciones, bonos, opciones y otros instrumentos, en un mercado organizado y regulado, conocido como bolsa de valores. En este proceso, los inversores compran y venden estos activos con el objetivo de obtener ganancias a través de la diferencia entre los precios de compra y venta.

La negociación bursátil es como una especie de mercado donde la gente compra y vende cosas que tienen valor, como acciones de empresas o títulos de deudas. Imagina que estás en un mercado y quieres comprar algo por un precio y luego venderlo por un precio más alto. Eso es lo que hacen las personas en la negociación bursátil. Compran cosas como acciones cuando creen que van a aumentar de precio, y las venden cuando piensan que el precio es alto para obtener ganancias.

Piensa en la bolsa como un enorme mercadillo, pero en lugar de puestos de frutas, verduras o ropa, se venden acciones de empresas, bonos, divisas y otros activos financieros. Cada día, miles de personas acuden a este mercadillo para intercambiar estos activos. Algunos buscan comprar, mientras que otros buscan vender. La diferencia entre el precio de compra y el de venta es lo que determina si ganan o pierden dinero.

La bolsa de valores es como el pulso de la economía: refleja la salud de las empresas, las expectativas sobre su futuro y, en última instancia, la confianza de los inversores en la economía en general. Cuando oímos en las noticias que la bolsa ha subido o bajado, significa que, en general, los precios de las acciones de las empresas que cotizan en ese mercado han aumentado o disminuido.

Una curiosidad es que, aunque las bolsas tienen una ubicación física, como la famosa Bolsa de Nueva York en Wall Street o la Bolsa de Madrid en la Plaza de la Lealtad, gran parte de la negociación en la actualidad se realiza de forma electrónica. Esto permite que los inversores de todo el mundo comprendan y vendan activos en cuestión de segundos.

Otra cosa interesante es que no solo las personas compran y venden en la bolsa. Existen lo que se llaman "robots de trading", programas informáticos diseñados para comprar y vender activos de forma automática según ciertos criterios preestablecidos. Estos robots pueden realizar miles de operaciones en una fracción de segundo y han revolucionado la forma en que se negocia en los mercados.

Pero, como en cualquier negocio, la negociación bursátil conlleva riesgos. Los precios de los activos pueden subir, pero también bajar, y es posible perder dinero. Por eso es esencial estar bien informado, no dejarse llevar por las emociones y tener una estrategia clara antes de lanzarse a la piscina.

¿Qué se negocia en el mercado bursátil?

En el mercado bursátil, ese enorme mercadillo virtual del que hablábamos, se negocian una serie de activos financieros. Pero, ¿qué se vende y compra exactamente en ese enorme mercado?

Acciones: Probablemente, uno de los activos más conocidos. Las acciones representan una parte de la propiedad de una empresa. Cuando compras acciones de una empresa, en realidad estás comprando una pequeña parte de esa compañía. Así, si la empresa tiene éxito y crece, el valor de tu participación también lo hará.
Bonos: Son préstamos que los inversores hacen a las entidades emisoras, que pueden ser empresas o gobiernos. A cambio, estas entidades se comprometen a devolver el dinero en una fecha determinada ya pagar un interés, conocido como cupón, mientras tanto.
Divisas: Se refiere al intercambio de monedas. Por ejemplo, si cree que el euro se va a fortalecer frente al dólar, podría comprar euros y vender dólares.
Commodities o materias primas: Aquí se negocian productos básicos como el oro, el petróleo, la plata o productos agrícolas. Estos pueden ser negociados de forma física (realmente comprando y vendiendo el bien) oa través de contratos financieros basados en el precio de estos productos.
Derivados: Son instrumentos financieros cuyo valor "deriva" del precio de otro activo, llamado subyacente. Pueden ser bastante complejos y se utilizan tanto para especular como para protegerse contra movimientos de precios en otros activos. Un ejemplo común es el contrato de futuros, donde se acuerda comprar o vender un activo a un precio determinado en una fecha futura.
Fondos de inversión: Estos son paquetes que agrupan diferentes activos, como acciones o bonos. Al comprar participaciones de un fondo, estás invirtiendo en un conjunto diversificado de activos gestionados por profesionales.

Es como si el mercado bursátil fuera de una gran tienda donde, en lugar de ropa o electrodomésticos, encuentre estos diferentes activos financieros.

¿Cómo se negocia en el mercado bursátil?

Negociar en el mercado bursátil podría parecer una simple vista un complejo baile de cifras y gráficos, pero en esencia, es un proceso ordenado y estructurado donde compradores y vendedores llegan a un acuerdo sobre el precio de un activo. Veamos paso a paso cómo sucede esta danza financiera.

Imagina que el mercado bursátil es como una gran plaza donde las personas acuden para comprar o vender sus bienes. En este caso, en lugar de frutas o artesanías, las personas están allí para intercambiar activos financieros, como acciones o bonos.

Decisión de invertir: Todo comienza cuando un inversor decide que quiere comprar o vender un activo financiero. Esta decisión puede estar basada en su análisis, en noticias económicas, recomendaciones, entre otros.
Contactar al intermediario: Una vez que ha tomado su decisión, el inversor se pone en contacto con un intermediario, que suele ser una entidad bancaria o una empresa de servicios de inversión. Este intermediario es como la guía que te lleva de la mano en la plaza bursátil.
Emisión de la orden: El inversor le da instrucciones precisas al intermediario sobre qué operación quiere realizar. Estas instrucciones se llaman "órdenes", y pueden ser de compra o de venta. Aquí se define qué activo se quiere comprar o vender, combinar unidades y, en ocasiones, a qué precio.
Encontrar una contraparte: La orden del inversor se introduce en un sistema electrónico de la bolsa. Es como poner un anuncio en la plaza diciendo: "¡Quiero comprar!" o "¡Quiero vender!". Este sistema busca automáticamente otra orden que sea contraria y compatible. Si quieres comprar, buscará a alguien que quiera vender, y viceversa.
Cierre de la operación: Una vez que se encuentran dos órdenes compatibles, se produce el "cierre" de la operación. Esto significa que el acuerdo es firme y que se procede al intercambio del activo y el dinero.
Liquidación: Es el último paso, donde efectivamente se realiza el traspaso de dinero por el activo. Normalmente, este proceso se realiza dos días hábiles después del cierre de la operación.

En definitiva, la negociación en el mercado bursátil es un proceso en el que los inversores, con la ayuda de intermediarios, acuerdan comprar o vender activos financieros en un espacio regulado y seguro.

¿Quién puede negociar en el mercado bursátil?

Negociar en el mercado bursátil puede evocar la imagen de corredores en trajes corriendo y gritando en una sala, pero la realidad moderna es mucho más diversa y accesible.

Veamos quiénes tienen la potestad y el acceso para negociar en el mercado bursátil.

Inversores individuales: Son personas como tú y yo que deciden invertir su dinero en el mercado de valores. Hoy en día, gracias a la tecnología, cualquier persona con un ordenador o smartphone y una conexión a internet puede abrir una cuenta con un bróker online y empezar a comprar y vender acciones, bonos y otros instrumentos financieros. No obstante, es vital que antes de lanzarse a invertir, uno se informe y se forme adecuadamente.
Inversores institucionales: Estas son grandes entidades como fondos de inversión, bancos, compañías de seguros y fondos de pensiones. Dada su magnitud, a menudo cuentan con equipos de expertos exclusivos a la inversión y, por supuesto, manejan sumas mucho más grandes de dinero.
Empresas: Las propias empresas pueden comprar o vender acciones, ya sea de ellas mismas en operaciones de recompra, o de otras compañías si deciden invertir en ellas o adquirirlas.
Gobiernos y entidades públicas: En ocasiones, los gobiernos o sus instituciones invierten en el mercado bursátil, ya sea directamente oa través de fondos soberanos, para diversificar sus reservas o buscar rentabilidad.
Brókeres y agentes: Estos son los intermediarios que facilitan las operaciones en el mercado bursátil. Actúan en nombre de sus clientes, ya sean individuales o institucionales. No obstante, es fundamental aclarar que no compran para sí mismos, sino que simplemente ejecutan las órdenes que sus clientes les indican.
Especuladores: Son actores que buscan obtener ganancias a corto plazo aprovechando las fluctuaciones en los precios de los valores. No están interesados en la inversión a largo plazo, sino en los movimientos rápidos.

Por último, conviene señalar que no todos estos actores tienen el mismo peso o influencia en el mercado. Mientras que un pequeño inversor puede comprar unas pocas acciones, un inversor institucional puede mover grandes sumas de dinero y, con ello, influir de manera notable en el comportamiento del mercado.

Consejos para negociar en el mercado bursátil

Adentrarse en el mercado bursátil es emocionante, pero también puede ser abrumador. Sin embargo, con una combinación de preparación, estrategia y sensibilidad, es posible navegar en este océano con algo de firmeza.

A continuación te doy algunos consejos por si estás interesado en probar suerte en el mercado bursátil:

Infórmate y forma: Antes de dar cualquier paso, es fundamental aprender sobre el mercado. Lee libros, apúntate a cursos, sigue a expertos en redes sociales y mantente al día con las noticias económicas. Cuanto más sepas, mejor preparado estarás.
Establece tus objetivos: ¿Qué buscas con tu inversión? ¿Un ingreso a largo plazo? ¿O tal vez ganará a corto plazo? Conocer tus metas te ayudará a definir tu estrategia y decidir en qué y cuándo invertir.
Diversifica: No pongas todos tus huevos en la misma cesta. Al invertir en una variedad de activos o sectores, reduce el riesgo de que una mala inversión afecte todo su capital.
Evita decisiones impulsivas: El mercado bursátil tiene altos y bajos, y es fácil dejarse llevar por las emociones. Tómate un momento antes de actuar, y basa tus decisiones en información y análisis en lugar de en el miedo o la euforia del momento.
Fija un presupuesto: Decide cuánto dinero estás dispuesto a invertir y respétalo. Nunca inviertas dinero que necesites para tus gastos básicos.
Considera los costes: Al negociar en bolsa, hay costes asociados, como las comisiones de los brókeres. Asegúrese de entender estos gastos, ya que pueden mermar sus ganancias.
Revisa y ajusta: El mundo cambia y, con él, el mercado. Es bueno que de vez en cuando revise su cartera y, si es necesario, defina sus inversiones según el contexto actual y sus objetivos.
Pide asesoramiento: Si sientes que te pierdes o no estás seguro de una decisión, no dudes en consultar a un asesor financiero. Es su trabajo conocer el mercado y podrá guiarte en tus decisiones.
La paciencia es clave: No todos los días verás ganancias, y es posible que enfrentes períodos de pérdidas. Pero recuerda que el mercado bursátil, en su historia, ha tendido a crecer con el tiempo. Si tienes una estrategia a largo plazo, la paciencia puede ser tu mejor aliada.

Negociar en el mercado bursátil puede ser una travesía complicada, pero con preparación y estrategia, tienes en tus manos la posibilidad de hacer que esa travesía sea muy provechosa.

Ejemplos de negociación bursátil

Para terminar, nada mejor que un ejemplo que nos permita ilustrar todo lo explicado en este artículo.

Imaginemos a Marta, una profesora de instituto que, tras ahorrar durante años, decide dar el salto y probar suerte en la bolsa. No tiene un gran capital, pero sí tiene determinación y ganas de aprender. Tras informarse y estudiar el mercado, decida invertir en acciones de una empresa tecnológica emergente, "TecnoAvanza".

Marta ha seguido a "TecnoAvanza" desde sus inicios y ha observado que, gracias a sus innovaciones, ha ido ganando terreno en el sector. Además, recientemente han anunciado una nueva línea de productos que prometen revolucionar la industria. Basándose en su análisis y en su intuición, Marta compra acciones de la empresa a 10 euros cada una.

Al principio, todo marcha según lo previsto: las acciones suben a 12 euros en solo unas semanas. Sin embargo, una noticia inesperada sacude el mercado: un competidor ha lanzado un producto similar, pero a un precio más bajo. Las acciones de "TecnoAvanza" cuestan 8 euros.

Marta se enfrenta a un dilema. ¿Vende y asume las pérdidas? ¿Mantiene esperando una recuperación? Tras analizar la situación, decidir mantener. Cree en el potencial de "TecnoAvanza" y confía en que, a largo plazo, la empresa demostrará su valía.

Un año después, su paciencia se ve recompensada. "TecnoAvanza" lanza una mejora significativa de su producto, lo que le permite recuperar cuota de mercado y posicionarse como líder en el sector. Las acciones suben a 20 euros. Marta decide vender la mitad de sus acciones, asegurando así sus ganancias, pero mantiene el resto, confiando en un crecimiento futuro.

En definitiva, es importante señalar que en bolsa no siempre se gana, pero con la preparación adecuada y una estrategia clara, las oportunidades están al alcance de la mano. Como en la vida misma, en la bolsa hay que saber cuándo actuar, cuándo esperar y, sobre todo, nunca dejar de aprender.