Fermín siempre ha confiado en su banco de referencia. Fondos de inversión, depósitos, fondos garantizados, etc. Las rentabilidades siempre han sido modestas, pero eso a él le da igual. Lo que cuenta para él es la confianza que le transmite el director de su sucursal.
Y un día vio en Youtube que un inversor llamado Tristán el Subastero estaba comprando lo que él llamaba "activos pegajosos". Y que se los compraba a bancos y a fondos de inversión. Por lo visto eran activos okupados, pero las rentabilidades que mencionaba el tal Tristán eran de otro mundo. Que digo otro mundo, eran de otra galaxia, comparadas con el triste 0,2% por ciento que le estaba dando el banco en su fondo monetario.
Y oye lo que hace ese Tristán yo no me atrevo a hacerlo, ¿pero qué pasa si voy de la mano de mi banco???
Y dicho y hecho. Fermín se presentó en su sucursal y le preguntó al directos que tan bien le había asesorado hasta ahora. Y éste, ni corto ni perezoso, cogió el teléfono y llamó al servicer de referencia del banco.
- Tranquilo, Fermín, me dicen que en unos días te ofrecerán alguno de sus chollos. Y si lo que te ofrezcan tiene okupas, no te preocupes, que cualquier abogado les podrá desalojar en 6 meses.
Y así le ofrecieron un piso con un magnífico descuento del 10% situado en el centro de Sevilla. En cuanto al estado posesorio, le dijeron que estaba okupado, pero que podría desalojar al okupa fácilmente.
Y ahí tenemos a Fermín, más contento que unas castañuelas. Con su piso en el centro de Sevilla. Ni se le pasa por la cabeza ir a hablar con el maldito inquilino. Para eso están los abogados.
En cuanto tuvo inscrita su propiedad en el Registro, pusieron la demanda de desahucio por precario. Dos años para conseguir la sentencia: condena con imposición de costas.
¿Por qué?
Porque no se trataba de un okupa con K sino de un inquilino. De hecho, el ocupante es el ex propietario del piso, que se lo cedió al banco acreedor en una "dación en pago" y a quien luego le hicieron un alquiler social. Cuando se acabó el plazo de 3 años del arrendamiento, el banco le quiso desahuciar y cometió el mismo error que tres años después cometió el pobre Fermín. Le presentaron una demanda de desahucio por precario cuando tendrían que haber presentado una demanda de desahucio por fin de contrato. El banco perdió la demanda en 2020 y Fermín ha perdido una demanda muy parecida en otoño de 2023.
A continuación un vídeo que acabo de publicar con más casos parecidos:
A ver, amigos, mucho cuidado con los pisos de banco que están ofreciendo ahora los fondos de inversión. Algunas de esas ofertas encierran dinamita.
La semana próxima voy a subir a mi canal de Youtube una masterclass en la que mostraré paso a paso la historia de una de nuestras investigaciones de este año. Lo repito, paso a paso. Es un gran vídeo que no debes perderte.
Y te pregunto...
¿Tú también te has metido, como nuestro amigo Fermín, en algún lío por la poca seriedad de los gestores de los servicer y de los fondos de inversión?