Los ingresos activos son los que recibes por tu trabajo, cambiando tu tiempo por dinero. Por el contrario, los ingresos pasivos los obtienes sin requerir tu presencia, ni tu trabajo. Los recibes mientras practicas deporte, mientras lees, mientras viajas, etc. y sí, también mientras duermes. Son la manera de decirle al mundo que ganas dinero sin trabajar, por la cara, porque tú lo vales.
Pero no porque el dinero te caiga del cielo sino porque has tenido la habilidad de hacer las inversiones adecuadas.
El concepto de ingresos pasivos está íntimamente relacionado con el de la Libertad Financiera, que es la capacidad que tiene una persona de cubrir todas sus necesidades económicas sin realizar ninguna actividad.
¿Cómo se consigue algo así? Con un sistema de ingresos pasivos que te permite recibir ingresos recurrentes sin dar palo al agua.
Para ello, hay que llegar al punto en el que tenemos suficientes ingresos como para no tener que preocuparnos más del dinero y, una vez ahí, debemos conseguir que esos ingresos —que todavía dependen de nuestro tiempo de trabajo y esfuerzo— se conviertan en ingresos pasivos, que ya no dependen de nuestra presencia física ni de nuestro trabajo diario, sino que nos llueven como del cielo, mes a mes.
Pues bien, si Robert Kiyosaki acuñó el término Libertad financiera, yo he inventado (y llevado a la práctica) el término LIBERTAD FINANCIERA ACTIVA, que consiste en no necesitar dar palo al agua para poder vivir la vida que te apetece vivir, pero además haber tomado la decisión de no jubilarte jamás porque te encanta lo que haces.
Pues bien, ese es mi caso y lo explico en la entrevista que me ha hecho Javi Sánchez y que está colgada en YouTube.
A continuación...
No se qué me pasa que llevo unos días desatado en Youtube. La pena es que el sonido del vídeo no está bien editado. Pero digo cosas interesantes.
Y vuestra jubilación... ¿para cuándo?