Hace 15 años, en un país discutido y discutible...
José Luis: Queridos amigos, os he reunido porque quiero compartir con vosotros una idea genial que se me ha ocurrido para terminar de una vez con la lacra del chabolismo. Se trata de lo siguiente. Como sabéis, a pesar de los ingentes recursos dedicados a la construcción de viviendas de protección oficial para familias en riesgo de exclusión social, el chabolismo continúa subsistiendo junto a casi todas las ciudades. Pues bien, ayer por la noche, viendo con Sonsoles la peli Apocalipsis Zombi, se me ocurrió algo genial para solucionar este problema social. ¿Qué pasaría si despenalizáramos la okupación de viviendas? Actualmente usurpar una vivienda está penalizado y, obviamente, se trata de un delito muy escaso por ser muy sencillo acreditar la comisión del mismo. Sucede como con los coches, si el dueño denuncia el robo de su vehículo y a ti te pillan conduciéndolo, eso significa que lo has robado y te vas al calabozo. Pues con las casas sucede lo mismo, si estás dentro de una vivienda que no es tuya, te ponemos los grilletes. Pero, os repito la pregunta, ¿qué pasaría si dejase de ser delito?
María Antonia Trujillo: No lo entiendo, Presidente, ¿con qué fin haríamos eso?
José Luis: Pues muy sencillo, María Antonia, para dejar a todos los chabolistas de España las manos libres para asaltar todas las viviendas no utilizadas que hay en las ciudades. Tú eres Ministra de Vivienda y conoces de sobra el número que están vacías y cuyos dueños prefieren tenerlas así que alquilarlas. Pues si no quieren alquilarlas por las buenas, vamos a llenárselas por las malas. Lo que pasa ahora es que como la inmensa mayoría de los chabolistas son delincuentes que acumulan varios delitos, no quieren que por un delito menor, como es el de la okupación, les sume lo suficiente como para enviarles a la cárcel. Si dejase de ser delito abandonarían sus chabolas infrahumanas y comenzarían a vivir en viviendas como Dios manda. Al cabo de un par de años, en cuanto comiencen a ducharse con agua caliente, se habrán civilizado y ni locos volverán a caer en el chabolismo. Y nos apuntaremos ese tanto.
María Antonia: Oh sí, ya veo por dónde vas, Presidente. Ya te estoy viendo protagonizando las portadas de los principales periódicos: Zapatero, el presidente que acabó con cien años de chabolismo.
José Luis: ¿Tú que opinas, Ministra de Igualdad?
Bibiana: ¡Genial, amado jefe!, me encanta la idea, chabolistas y ciudadanos compartiendo espacios. Será un gran avance hacia la igualdad.
José Luis: ¿Y tú, Alfredo? eres el más listo de todos nosotros.
Alfredo: Tengo mis dudas... ¿qué dirán las asociaciones de vecinos? Al fin y al cabo esto es un ataque contra la propiedad privada.
José Luis: La propiedad privada siempre ha sido un concepto discutido y discutible.
Alfredo: No obstante, ¿no estaremos resolviendo el problema del chabolismo a costa de crear un nuevo problema mucho mayor? José Luis, recuerda que la hucha de los españoles es su vivienda. Aquí no somos muy de fondos de inversión, pero el español medio, en cuanto puede, compra su propia vivienda. Y si ahorra dos euros compra otra para alquilarla o para que la utilicen sus hijos cuando se independicen. Tener una vivienda vacía no es sinónimo de ser rico sino de que prefieres tener tus ahorros metidos en ladrillos en vez de tenerlos en los bancos. Además, otra cosa, ¿cómo crees que les va a sentar a los ciudadanos que miles de chabolistas invadan sus barrios y se conviertan por las malas en sus vecinos? A ver, José Luis, yo que soy licenciado en química creo que los experimentos hay que hacerlos solo con gaseosa. Y algo me dice que los chabolistas no van a convertirse de la noche a la mañana en los mejores vecinos del mundo. Los que sean delincuentes, que son la inmensa mayoría, van a seguir siéndolo, y no me parece la mejor idea mezclar a ciudadanos honestos que pagan sus impuestos con gentuza de la peor especie.
José Luis: ¿Y tú, Leire? Hasta ahora no has dicho nada. Quiero oír a la Ministra de Política Social.
Leire: No se me ocurre nada que decir, ¿puedo arrodillarme y comenzar a succionar?
José Luis: No Leire, dejemos los sorbetes para el postre, que aún tenemos trabajo. Ahora quiero compartiros otra idea genial que he tenido para solucionar definitivamente los problemas de Cataluña.
EPÍLOGO
Y ahora, quince años después de aquella decisión que tomó el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y como resultado de la misma, hay un buen número de honrados ciudadanos que tienen el siguiente problema:
El calvario de Pedro, único dueño en un bloque tomado por los okupas: “Socorro, estoy rodeado"