La última vez que publiqué un artículo sobre el negocio de comprar pisos okupados a los bancos acabé preguntando a los lectores si creían que comprar pisos a un fondo buitre nos convierte también en inversores buitre.
Mi respuesta es que, por supuesto, todo buen inversor es un oportunista y, por lo tanto, un buitre en potencia.
Y por eso, a pesar de que me he quejado varias veces de la falta de empatía de los gestores de este tipo de fondos, servicers inmobiliarios, inmobiliarias de bancos, etc. y a pesar, también, de que cada año que pasa empeoran sus condiciones y todos ellos aprenden a gitanear más y mejor y empeoran el trato a sus inversores (ya solo les falta darnos con el látigo), a pesar de todos los pesares mencionados, el año pasado la inversión en pisos okupados ha continuado siendo una parte de mi negocio.
Muy inferior a la de pisos comprados en subasta, por supuesto, que siguen siendo mi actividad principal y la que más me mola. Vuelvo a repetir que no hay nada como el subidón de adjudicarte una subasta judicial.
Y como hice en artículos anteriores, no se puede tratar sobre el negocio de comprar a bancos y fondos lotes de pisos okupados sin mencionar que toda la antipatía y pésima gestión que los bancos han tenido tradicionalmente con sus clientes habituales los han trasladado a su pésimamente gestionado negocio inmobiliario.
Los gestores de Haya Real Estate son los que más han prostituido el término negociar, arrastrándolo al lodo de los arrabales.
Tienen un sistema endiablado de comercializar sus pisos, de forma que parece como si no fueran ellos los interesados en venderlos sino que eres tú quien debe mostrar interés en comprarlos. Sobre su precio de calle hay que hacerles una oferta, que por supuesto será rechazada, momento en el que el comercializador te sugerirá subir la oferta hasta tal cifra, que también te rechazarán.
Y así hasta el infinito o hasta que les mandas a tomar por culo.
El caso es que Haya Real Estate inició el camino por el que de una forma u otra han acabado transitando el resto de Bancos y fondos de inversión. Ahora todos ellos son la misma panda de informales que no saben vender pisos sin gitanear a sus clientes.
Haya Real Estate sigue siendo la campeona del mundo en cabrear al cliente que les quiere comprar pisos, pero ahora está seguida muy de cerca por Ibercaja, empresa a la que llegué a comprar varios lotes pero con los que ahora soy incapaz de aguantarles sus gitaneos.
Ahora, además, han añadido la novedad de que ni siquiera habiendo cerrado un acuerdo con ellos puedes cantar victoria. No, desde luego, antes de haber firmado un contrato de arras. Antes de eso, cualquiera de estos sinvergüenzas puede echarse atrás en la venta o pedirte un nuevo precio siete u ocho mil euros superior al acordado.
No es que esté hablando de que me lo hayan hecho una o dos veces, no, es que Haya Real Estate e Ibercaja me lo han hecho varias veces durante el año pasado.
Respecto a Haya real Estate, mencionar que en el último año adquirió el derecho de comercializar las propiedades de Liberbank y que la sinvergonzonería desarrollada con estos activos no la había visto jamás en la vida. Hasta que les envié a tomar fresco a finales de noviembre.
Bueno, no directamente a ellos, porque como ya avisé hace un par de años, hace tiempo que no les cojo el teléfono y que todo lo que me llega de ellos es siempre por personas intermedias. Pero a finales de noviembre volví a cagarme en los muertos de los intermediarios y a prohibir que me trajeran nada de Haya Real Estate.
Y con Ibercaja más de lo mismo. Hasta ahora siempre había funcionado bien con ellos, pero lo de este pasado otoño ha sido un infierno de ofertas ignoradas, ofertas aceptadas y luego desaparecidas y, finalmente, si te he visto no me acuerdo.
Llegó un inversor institucional, les aflojó seiscientos millones de euros e Ibercaja nos dejó a todos sus clientes colgados de la brocha. Más de diez activos me birlaron a mi con esa maniobra.
¿No podrían haberlos retirado de su listado una vez llegado al acuerdo con el fondo comprador en lugar de seguir negociando con esos activos por si les fallaba en cliente gordo?
Que con su pan se lo coman.
Cómo habrá sido la cosa que a final de año me dijeron que como había sido un buen cliente y no acababan de sentirse bien con cómo me habían tratado, que me ofrecían un piso, bastante majete, para que les hiciera una oferta, que sin duda aceptarían lo que les ofreciese porque lo que querían era quedar a buenas conmigo.
Pues al final quedé como un tonto, porque les hice una oferta más que generosa por ese piso y, tras tenerla tres semanas metida en el congelador y sin decirme ni buenos días, al final me respondieron que otro cliente la había incluido en su lote de cinco y se la habían aceptado. ¡Solo cinco activos y ya le consideran un potentado y me lo pasan por delante!
Todo esto con Ibercaja, que ha escalado posiciones en su informalidad hasta la segunda posición, tras Haya Real estate.
Y aquí lo dejo o durante el año que comienza nadie va a querer venderme nada.
Y ojo, que yo quiero seguir comprando. Aún tengo medio kilo para el que no encuentro ubicación. Y para recolocaciones rápidas no hay nada como un pequeño lote de pisos okupados.
Así que toca seguir negociando en este mercado persa.
Y un aviso importante para los navegantes: Tened mucho ojo con esos pisos que os dicen que están okupados pero que en realidad quienes viven allí no son okupas sino los expropietarios, a quienes el banco o fondo no ha tenido forma de desalojarles judicialmente porque tratándose de familias en riesgo de exclusión social el juzgado subastador les ha aplicado la Ley 1/2013 retrasando el lanzamiento al menos hasta mayo de 2020.
Y digo al menos porque mi teoría es que en este país de políticos cobardones no va a haber un gobierno que se atreva a no renovarles ese privilegio por otros tantos años cuando se acerque la fecha de mayo de 2020. Así, esta gente protegida por la Ley 1/2013 se va a convertir en una nueva casta parasitaria que no pagará nada (o pagará una miseria) por sus viviendas.
Y sus propietarios serán tan pringados como los actuales propietarios de viviendas afectadas por los arrendamientos de renta antigua.
Pues bien, los bancos están vendiendo a los fondos miles de estos pisos a precios de derribo y luego los fondos los están vendiendo a precios de "piso okupado" a los pringados particulares, quienes se los van a tener que comer con patatas. Comprar uno de estos pisos es tirar el dinero.
Yo este año he hecho el experimento de comprar uno de estos pisos para ver si consigo desalojar al expropietario. Cierto abogado me ha prometido el Paraíso. Si conseguimos el desahucio compraré más de estos pisos.
Pero no esperéis que lo cuente por aquí.
Y a ti, altivo gestor de fondos que te crees por encima de todo y de todos,
solo decirte que eres un mierdecilla, pero que, no obstante, yo debo ser
aún más mierdecilla que tú, porque si me dices ven, lo dejo todo.
Si me ofreces a buen precio de mayorista diez o quince pisos,
te los compro en un periquete (y publico un post diciendo que eres Dios).
Y si a mi pequeña capacidad de compra le sumas la de mis alumnos del curso de subastas, estoy convencido de que entre ellos y yo te compramos cien activos en menos que canta un gallo. Pero esto último todavía no he conseguido que ningún gestor de fondos se anime a hacer la prueba.
Y ahora amigos, contadme en los comentarios las putadas que os ha hecho esta gentuza. En el post que publiqué sobre Bankia (en realidad Haya) hubo comentarios con historias escalofriantes...