Hace unos meses me contactó un viejo conocido porque estaba siendo muy perjudicado por el viejo problema de las quiebras fraudulentas en las subastas, problema que ya estaba solucionado antes de las subastas judiciales electrónicas pero que desde que éstas se implementaron ha resucitado y está pegando con mucha fuerza, arruinando muchas subastas y perjudicando mucho a los deudores.
Se trata de una verdadera estafa contra los acreedores y, sobre todo, contra los deudores, que ven como sus propiedades son subastadas por dos euros ante la indiferencia de los juzgados.
El caso de mi amigo consistía en que en una subasta en la que él era la parte actora (el acreedor) un listillo había pujado una cantidad desorbitada que multiplicaba por tres la tasación de la propiedad subastada.
Alucinante pero cada vez más frecuente.
Y al día siguiente de finalizar la subasta se personó en autos una sociedad de la que ese sujeto era el administrador, manifestando haber realizado una reserva de postura por una cantidad exigua pero suficiente para cubrir la deuda.
Obviamente le respondí a mi amigo que no se preocupara, que su abogado podría desmontar fácilmente la burda maniobra de ese tipejo tan temerario que ni se había molestado en simular su identidad.
Pero alucinantemente todos los letrados de su despacho jurídico estuvieron de acuerdo en que la maniobra había sido perfectamente legal y que lo que él tendría que haber hecho es reservar postura por su cifra máxima. También argumentaron que para pelear esto tendrían que hacer un levantamiento del velo para comprobar si, además de ser administrador de la sociedad, también era socio de la misma.
Y como resulta que la ridícula postura de la reserva era suficiente para cubrir la deuda reclamada, a mi amigo se le quitaron las ganas de continuar el pleito, por lo que finalmente se contentó con cobrar su deuda y siguió su camino.
Único perjudicado pues, el demandado, que perdió por una cantidad ridícula una propiedad que podría haberse adjudicado fácilmente en el doble o triple de lo que al final se adjudicó.
Hace más de un año que tengo pendiente redactar un post sobre este problema de las quiebras en las subastas y si no lo he hecho antes ha sido porque entre los inversores en este negocio y especialmente entre algunos lectores de mis blogs hay un acentuado interés en descubrir cómo hacer trampas. Ni os imagináis el contenido de algunos correos que recibo.
Y lo cierto es que estoy bastante harto de argumentar que yo no doy explicaciones sobre nada que sea ilegal y que no voy a hacer ni decir nada que pueda dar pistas a los malos de cómo idear nuevas argucias.
Quien busque esto en este blog o en mi curso de subastas es un tío chungo y ya puede largarse de con viento fresco.
Yo no se qué tienen las subastas que, además de atraer al inversor tradicional que simplemente quiere ganarse la vida o redondear sus ingresos anuales, junto a estos inversores tradicionales, también es un fuerte foco de atracción de los ventajistas golfos y sinvergüenzas de siempre, que no saben competir en igualdad de condiciones sino que siempre están maquinando la forma de hacer trampas.
Sobre el lado oscuro de los subasteros he publicado varios post, siendo el más explícito el que publiqué en Subastanomics hace casi cuatro años: El lado oscuro de los subasteros
Pero aquellas maniobras barriobajeras de algunos espabilados finalizaron con las subastas electrónicas.
Por cierto, que esta no es la primera vez que trato este asunto de las quiebras en las subastas, lo hice hace años en estos dos post de Rankia:
Doblete en las subastas (leed atentamente la postdata que redacté en este post 5 años después de su publicación, es increíble)
Sin embargo, como ya anuncié que ocurriría solo un mes después de que comenzaran a celebrarse las subastas electrónicas, estas quiebras fraudulentas que ya estaban fuera de juego en la época de las subastas presenciales, ahora están de plena actualidad y alucinándonos a todos cuando vemos subastas que se adjudican por cifras astronómicas.
Veamos un ejemplo ilustrativo:
1) Subasta de un chalet que vale 200.000 euros y que sale a un tipo de subasta de 100.000 euros porque la tasación que se hizo para la hipoteca es antigua, del año 2000.
2) La deuda reclamada por la que sale a subasta es de 68.000 euros
3) Primera puja de 70.000 euros el día anterior a finalizar la subasta. Esta puja cubre la deuda reclamada y, además, se puede hacer firme de inmediato porque cubre el 70% del tipo de subasta.
(si alguien no entiende el ejemplo, que se abstenga de preguntar porque esto no es una escuela para novatos)
4) Cinco minutos después de esa primera puja, un supuesto kamikaze hace una puja de 250.000 euros, cifra muy superior al valor del inmueble subastado. Pero no tanto que nos llame la atención. Simplemente parece un error de valoración.
5) Al día siguiente a las 17h, cuando los interesados en la subasta entramos en la plataforma de subastas del B.O.E. nos encontramos con que ya hay una postura que consideramos manifiestamente exagerada, digna de alguien que ha valorado mal el chalet subastado, pero no tan exorbitante como para hacernos sospechar que se va a tratar de una quiebra fraudulenta.
Por lo tanto, simplemente pensamos que algún gilipollas ha metido la pata y ni superamos la puja ni reservamos una postura inferior a la misma, algo que podríamos hacer pero que no hacemos porque nada nos hace sospechar que se trata de una quiebra fraudulenta.
Conclusión, nadie hace reserva de postura y si alguno la hace, suelen ser los típicos ratas que quieren comprar al 10% de su valor, con lo que ofrecen cantidades ridículas, usualmente inferiores a la que ya está en reserva.
La parte actora no pide la suspensión de la subasta ni la intervención de fiscalía porque se conforman con cobrar su deuda y seguir su camino.
Y no creáis que los L.A.J. son tontos y no se dan cuenta de estas golfadas...
Lo saben perfectamente.
Como lo prueban los comentarios del "Foro de Secretarios Judiciales" en el hilo sabiamente llamado Subasta electrónica y posible "chanchullo" (de lectura imprescindible)
Lo que pasa es que en general los secretarios judiciales son más vagos que la chaqueta de un guardia y si la parte actora no les solicita nada, mejor miran para otro lado y siguen fieles a su lema de "vive y deja vivir".
De manera que la inmensa mayoría de los secretarios judiciales no está haciendo nada para impedir estas prácticas fraudulentas.
Y los que sí hacen algo, suele ser en perjuicio de los postores inocentes que, como mfmelo ha relatado varias veces, ven como tras una quiebra, sus posturas dejadas en reserva no son aceptadas por si acaso habían sido realizadas en contubernio con el quebrador.
Y tras haber descrito el problema, pasemos ahora a aportar la solución.
La implantación de las subastas electrónicas han supuesto un antes y un después en la lucha contra el viejo delito de la conspiración para alterar el precio de las cosas. Ahora solo falta avanzar un poco más para terminar de desterrar del todo este delito tan feo.
Por lo que propongo dos medidas:
A) Incrementar la cantidad del depósito al 20%. Muy seguro tienen que estar los tramposos de que les va a salir bien la maniobra para estar dispuestos a perder semejante cantidad. Y quien no pueda hacer frente a fianzas del 20% del tipo de subasta, que se dedique a otra cosa.
B) Las reservas de postura... o eliminarlas o hacerlas gratis. Muerto el perro se acabó la rabia.
Si eliminamos las reservas de postura, cuando se quebrase una subasta solo habría que volver a señalar otra nueva y sanseacabó. Un pequeño retraso de tres meses en el maremágnum de retrasos de los plazos judiciales no es nada y apenas se notará.
Y si las hacemos gratuitas, cada vez que alguien sospechase de un posible fraude no le costaría dinero reservar una postura. Muchos lo haríamos si no fuera por el coñazo de tener que estar pendiente de la devolución de numerosos depósitos. Cuando se quebrase la subasta el secretario solo tendría que recorrer el listado de reservistas desde la cifra más alta hacia las inferiores y adjudicando la subasta a quien estuviese dispuesto a cumplir con su reserva.
¡¡Como hacen en Hacienda, cooooñooo!!
Y eso es todo, lo dejo aquí porque los señores que me leen seguro que también quieren dar su opinión.