Hoy os traigo uno de los mejores capítulos del magnífico programa "Comando Actualidad" con el que me topé por casualidad hace unos días cuando lo estaban reponiendo.
Una vez más otro programa de televisión dedicado al negocio inmobiliario español desde todas las perspectivas posibles.
Comienza con algunas ventas de viviendas guays a precios un poco subidos de tono y enseguida llegamos a Raúl (minuto 30), que se va de alquiler tras haber conseguido que el banco le perdone una deuda de 226.00 euros tras haber negociado con éxito la dación en pago.
El se queja amargamente de que la casa que ahora se puede permitir es mucho peor que la que ha perdido, pero su madre es mucho más sensata y opina que es mucho mejor haber terminado así a que toda la familia de avalistas perdiera sus propiedades porque él no pudiera pagar su hipoteca.
Y a partir de aquí empieza el bacalao bueno.
Primero con algunas ventas de viviendas de bancos, el nuevo negocio inmobiliario en cuya salsa, quien más, quien menos, todos estamos mojando de alguna manera. Mucha basura a precio de derribo. Sobre todo en Levante, que es donde la SAREB se ha tenido que quedar con más activos.
Y luego la que para mi es la historia más impactante.
A partir del minuto 40.
Oscar se ha visto obligado a abandonar su casa nueva de VPO, tras solo 4 años de tenerla, porque el promotor dejó sin vender la mitad de los pisos y entonces llegó la mafia okupa de la que ya hemos comentado en varias ocasiones, convirtiendo el vecindario en un infierno, en el que los okupas pegan a la gente, rompen los coches, arrancan los buzones y los porteros automáticos, se llevan los ascensores y amenizan las noches con su griterío tercer mundista.
Solo decir que los vecinos de los bloques de enfrente, cuyos pisos valen 400/450.000 euros se niegan a bajar a pasear a sus hijos al parque cercano para evitarles el espectáculo y posiblemente para que lleguen a la edad adulta sin problemas de salud.
En fin, nada que no conozcan de primera mano la mayoría de los empleados de las agencias inmobiliarias.
Nadie quiere vivir cerca de esta gentuza y allá donde se instalan arruinan el negocio inmobiliario del vecindario. Los vecinos normales, de clase trabajadora, comienzan a largarse y el número de okupas va creciendo según siguen asaltando las viviendas que van quedando vacías.
Es la historia de siempre, de la que ha escrito en los siguientes post:
¿Inmobiliarias okupas o mafia okupa?
Housing Low Cost: Vendo pisos por mil euros
La hez de la sociedad, gentuza que no sabe vivir de su trabajo y esfuerzo sino que siempre encuentra la manera de buscarse la vida al otro lado de la Ley. O bien viven de extorsionar a los pequeños constructores para vigilarles las obras durante la noche a cambio de no robarles los materiales ellos mismos, o de robar cobre en las vías del tren, en los regadíos o en cualquier fábrica, esté o no en funcionamiento. O se dedican a asaltar viviendas vacías para luego habitarlas ellos mismos por la cara o bien vender la posesión a terceras personas a cambio de mil euros.
Todo lo que no sea trabajar les parece aceptable.
Y por supuesto, pedir, pedir y más pedir a las administraciones públicas que les den casa, renta social básica, ayudas de inserción, y ahora, además, ayudas contra la pobreza energética y todo lo que se le pueda ocurrir a cualquier político chorra.
Breve inciso para añadir que los políticos de Podemos, esos que dicen ser representantes de la nueva política, deberían convivir una temporadita con esta gentuza antes de pergeñar nuevas dádivas que tanto sudor nos cuestan a los tristes ciudadanos que las financiamos con nuestros impuestos.
Quizá esta historia me haya impactado más por lo susceptible que estoy últimamente con este problema, dado que actualmente tengo dos pisos a la venta con un vecindario similar (aunque ciertamente mucho más light que el del programa). En mi caso al edificio solo le han arrancado los porteros automáticos, algunos peldaños y se han meado en el ascensor. Tiene cinco o seis años pero parece como si tuviera cincuenta.
Nada comparable con lo que narra el pobre Oscar, cuyo derecho a la vivienda parece que no le importa a nadie.
Y siguiendo con Comando actualidad, a partir del minuto 50 el programa continúa con una visita al glorioso Juzgado de Primera Instancia nº31 de Madrid cuyas hazañas tantas veces he glosado en estas líneas. En este caso entrevistan a la nueva secretaria judicial en la que tantas esperanzas hemos depositado los que aún tenemos inversiones enterradas en dicho juzgado.
Tengo que decir que no la conozco personalmente porque ese es un juzgado que trato de evitar, pero que todo lo que he escuchado acerca de ella es muy bueno. Parece que está haciendo tremendos esfuerzos por ponerse al día. Recordemos que hasta ahora invertir en ese juzgado es como tirar el dinero en un agujero negro.
Y para terminar, en el minuto 53, volvamos al lado humano de la okupación. Refocilémonos entre el fango de lo más chungo y chusco de la sociedad. Volvamos al tercer mundo que tenemos ahí mismo, viviendo junto a nosotros en promociones nuevas, como si se tratara de ciudadanos de primera cuando son los mayores gorrones de la Historia de la Humanidad.
Al final del programa le preguntan a una de las chicas si tienen intención de volver a okupar cuando les desahucien de su actual vivienda okupada y dice que claro, que por supuesto que lo van a repetir hasta que la administración no les de lo que se les debe por nacimiento. Que ellos los van a repetir una y otra vez.
Por cierto, lo mejor del programa el tigre.
¿Opiniones?