Este es un post que tendría que haber publicado hace años, la primera vez que me encontré con alguien que había caído en la ilusión de que SubastaFácil iba a convertirlo en subastero. Desde entonces el post ha estado rondando en mi cabeza y lo fuí retrasando como un imbécil mientras las evidencias se iban acumulando.
Lo primero es decir que jamás me he encontrado en Madrid a ningún subastero de SubastaFácil.
O sea que, o bien no son realmente subasteros o bien no lo son en el sentido de asistir a las subastas pero sí lo son en el sentido de moverse por sus aledaños.
Me explico. Manuel González, quien creó esa empresa (aunque he oído que ya no está involucrado en la misma y que la ha vendido o la ha dejado en manos de terceros) siempre opinó que el verdadero negocio no consistía en asistir a las subastas para pujar contra otros subasteros sino en contactar previamente con el demandado y llegar con él al acuerdo de que a cambio de enervar la deuda, paralizar la ejecución y suspender la subasta, podrían poner la casa a la venta y repartirse las ganancias.
Naturalmente que todo esto es más fácil decirlo que hacerlo porque los demandados españoles, que han permitido que las cosas lleguen hasta el punto de que su casa se esté subastando, no suelen caracterizarse por ser gente razonable ni con facilidad para tomar las decisiones más acertadas. Más bien todo lo contrario. Suelen ser tercos y contumaces.
No importa, el caso es que seguramente a Manuel le vaya muy bien con esa estrategia.
Pero a sus alumnos y franquiciados les va de pena.
Y a algunos clientes de éstos no veas lo mal que les va.
Por lo que me cuentan el franquiciado tiene que pagarle 10.000 euros al principio y luego 350 euros al mes a partir de que haya hecho la primera operación. A cambio de esto le dan ese minicurso teórico y luego le ponen en contacto con todos los particulares e inversores que se hayan puesto en contacto con la matriz.
Además también tienen acceso a aquel Club de inversión sobre el que escribí hace años. Pero creo que nunca llegó a estar activo.
(NOTA: este post fue publicado por primera vez en 2016)
Ahora bien, con una preparación tan exigua de un negocio tan exigente, lo natural es que el franquiciado quede con un mar de dudas no resueltas, en cuyo caso, si SubastaFácil tiene que asesorarle en alguna operación, entonces el beneficio de la misma lo comparten al 50%.
Y creedme, es imposible que esto no ocurra porque los pobres salen a la calle con mucha ilusión pero sin la cualificación adecuada para un negocio tan exigente con es el de las subastas judiciales.
Otra cosa es que luego, al cabo del tiempo acaben conociendo el negocio.
Ahora bien, ahora es cuando os cuento lo que le pasó a Vicente.
Vicente era un cliente que me encargó una cosa muy concreta que a mi me daba mucha pereza por varias razones y que al final, acabé por decirle que lo lamentaba mucho pero que no podía hacerme cargo de su petición y que se buscara la vida. En mi descargo diré que estaba hasta arriba de trabajo y llevaba meses sin aceptar nuevos clientes.
Y todavía me estoy arrepintiendo.
Al cabo de unas semanas me contó que había contactado con SubastaFácil y me preguntó qué opinaba de ellos, respondiéndole que me parecía un camino erróneo para los franquiciados, que eso yo ya lo sabía porque alguno se me había chivado, pero que con ellos estaba en buenas manos porque con Manuel González en el timón no podría pasarle nada malo.
Menuda gilipollez.
Por un lado Manuel González ya no estaba al timón.Y por otro lado, le metieron a Vicente en un lío de los peores que te puede pasar en una subasta. Compraron el que pqrecía el chalet de sus sueños en una subasta a la que no asistimos los subasteros (¿por qué sería?), luego le pagó dinero al demandado para que le entregara pacíficamente las llaves, hizo reformas en el chalet, naturalmente algunas sin factura, y ahora, un año después de la subasta resulta que se la han suspendido y le han dicho que por favor, que pase a recoger la pasta que está a su disposición en el juzgado.
¿Qué había pasado?
Pues para resumirlo, que por un error del banco el chalet salió a subasta por el tipo de subasta de la hipoteca original en vez de por el tipo de subasta de la hipoteca novada que más o menos era como el anterior multiplicado por cuatro.
O sea, el típico error que los tontainas del juzgado pasan por alto pero que el cancerbero del registrador detecta a la primera.
El registrador dio la alerta y...
Fin del sueño de Vicente y un montón de ilusiones rotas y un buen montón de dinero desaparecido por el desagüe.
Y lo peor es que en cierta manera yo también me siento responsable.
Y no solo por rechazarlo como cliente.
Sino también porque como él no acababa de fiarse de ellos y le parecían demasiado bisoños, tres días antes de su subasta me llamó y me pidió (con insistencia) que me acercara al juzgado a echarle un ojo al expediente, ofreciendo que yo mismo pusiera la cifra por ese servicio.
Le dije que no.
¿Es posible coger de la mano a un emprendedor ilusionado y convertirlo en un subastero profesional capacitado para invertir su propio dinero y el de los demás con expectativas de lucro y sin apenas riesgo de pérdidas?
Por supuesto que es posible.
Yo mismo lo estoy haciendo con el curso TOPsubastas, que es cojonudo.
Y mis alumnos pueden defenderse y salir adelante en este negocio como los mejores.
¿Que porqué?
Porque las subastas de inmuebles son muy sencillas y lo único que hace falta para que la cosa vaya bien es tener ciertos conocimientos teóricos, mucha práctica de ver expedientes y, sobre todo, mucho sentido común.
Principalmente lo último, el sentido común.
Lo que no es posible es darle a un montón de alumnos un pequeño barniz teórico y luego decirles que salgan a la calle a comerse el mundo. Porque las hostias que se pueden dar y las que le pueden dar a sus clientes son de órdago.
Y lo último que me ha llegado sobre las franquicias de SubastaFácil ya es el colmo de los colmos.
Algo insoportable.
Precisamente lo que me impulsó a escribir y publicar este post haciendo oídos sordos a la prudencia que pudiera quedarme y a mi antigua simpatía por Manuel González.
(NOTA: este post fue publicado por primera vez en 2016)
Hace unas semanas contacta conmigo uno de los franquiciados de SubastaFácil pidiéndome ayuda para una subasta que tiene entre manos y ofreciéndose a colaborar conmigo para lo que yo pudiera necesitar de su zona.
Como yo ya no ayudo ni a mi padre si no pasa por caja, le invito a contratar la consultoría que yo llamo "Hello, Tristán", en la que por 150 pavos más iva podemos tener una videoconferencia sin límite de tiempo.
Y la cosa es que cuando me comentó que es uno de los franquiciados de SubastaFácil le pregunté que cómo es que entonces estaba tan verde y se gastaba el dinero en asesorías cuando les tenía a ellos tan a mano.
Y resulta que esta gente o, al menos el nuevo gerente de la empresa, le cobraron el dinero y desde entonces no le cogen el teléfono ni le responden los email.
Se tiene que buscar la vida por su cuenta. Por ejemplo consultándome a mi.
Eso sí, de vez en cuando le reenvían el email de alguien que les ha contactado preguntando por subastas de su zona.
Pero yo de esos email los recibo a docenas y no valen apenas nada.
¿Pero al menos te han dado un buen curso de aprendizaje?
No se nada de ellos desde que les pagué
¿Y cómo te ha sucedido esto?
Porque busqué por internet y no encontré ni una sola mala crítica contra ellos
Joder.
De ahí este post.
Para que al menos haya una opinión crítica en internet.
Y aquí es cuando os menciono que el negocio de las subastas judiciales es acojonante para los que vamos por libre y no le debemos nada a nadie. Pero no hagas el gilipollas, no caigas en el error de pagar por una franquicia.
¿Quieres aprender el negocio de las subastas? Pues comienza apuntándote a mi formación gratuita #SUBASTASdesde0. Luego trabaja durante tres meses con balas de fogueo, haciéndolo todo como si fueras a participar en las subastas pero sin hacerlo. Aprenderás un montón y sin correr ningún riesgo.
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Pues pídemelos a mi, que me salen por las orejas.
Y te los doy gratis, sin que me tengas que dar una parte de los honorarios.
¿Recuerdas aquél post de hace años en el que ofrecía subastas en toda España y compartir los honorarios con otros subasteros? Pues lo que al final hago no es eso, sino que cuando me sale un cliente de esas zonas le pongo directamente en contacto con alguno de mis alumnos y les dejo claro desde el principio que lo hago gratis et amore.
Así el cliente me debe un favor y el subastero me debe otro favor.
Y por eso nunca tengo problemas para encontrar ayuda cuando quiero investigar algún inmueble que está lejos de Madrid.
Se llama win-win.
Ahora bien, no acepto una parte de los honorarios pero tampoco estoy para que me den la lata por asuntos de terceros.
Y lo que ahora me gustaría es que nos aportéis a todos vuestras experiencias con SubastaFácil.
Si os enseñaron bien el oficio.
Cuánto os cobraron.
Que aportan a tu negocio, etc.