- Y dígame, señorita, ¿cómo es eso de que la propiedad que se subasta está arrendada pero que no tengo acceso a ver el contrato de arrendamiento?
- Lo lamento pero son instrucciones del secretario. Nadie puede ver el expediente judicial. Solo se permite el acceso a la certificación registral. Supongo que no pretenderá meter la nariz en todo el expediente. Eso está prohibido.
- No está prohibido. Estará prohibido en este juzgado, pero lo cierto es que en la inmensa mayoría de los juzgados se nos permite a los postores examinar los autos judiciales de la A a la Z. Y no pasa nada. ¿Están incumpliendo la Ley en esos juzgados? En cualquier caso, yo no he venido a decirles cómo organizar su juzgado sino que simplemente he tenido conocimiento de que la vivienda subastada está arrendada y el inquilino me ha comentado que él mismo aportó el contrato de alquiler al juzgado para que todos los interesados supiéramos de antemano de su existencia. En ese sentido entiendo que se nos debe de informar a los potenciales postores de algo tan importante y que puede afectar tan gravemente a quien se adjudique esta subasta, porque... ¿sabe usted que quien compre esta casa estará obligado a soportar el contrato en sus actuales términos? Por lo tanto, qué menos que permitirnos conocerlo.
- Ya le he dicho que eso no es posible, que el secretario ha...
- Vale. ¿Sería entonces posible hablar con el secretario para explicarle las razones por las que considero que me debe permitir ver al menos el contrato de arrendamiento?
- Ufff, no creo que pueda, pero no obstante le voy a preguntar.
- Lo siento, pero como le he dicho ni puede ver el expediente judicial ni puede pasar a ver al secretario. Me ha dicho que pida una cita por escrito.
Por mucho que estas situaciones nos enrabieten y nos hagan echar espumarajos por la boca como me ha sucedido a mi esta mañana, lo cierto es que los subasteros españoles deberíamos estarle muy agradecidos a todos los jueces y secretarios del Lado Oscuro porque sin ellos este negocio no sería la enmarañada selva oscura y salvaje que es, con ausencia casi completa de postores no profesionales sino que estaría llena de particulares metiendo sus narices y haciéndonos la competencia.
Y en realidad, pensémoslo bien, ¿que son estos pequeños inconvenientes comparados con el increíble descuento que puede significar que a esta subasta no asistan competidores indeseables que nos arrebaten la pieza o nos reduzcan la rentabilidad?
Al fin y al cabo cualquiera de nosotros tiene recursos de sobra para sortear cualquier dificultad que quieran imponernos en el juzgado.
Los términos del arrendamiento o enterarnos de si las notificaciones se hicieron o no correctamente son detalles de los que podemos informarnos con el demandado si tenemos la suficiente mano izquierda. A veces no hace falta ni preguntar, solo encontrar el resorte adecuado para que empiecen a largar como la mismísima "Garganta Profunda".
Que sí, que ya lo se. Que los jueces del Lado Oscuro se están creciendo y cada día están más desatados. Ya se que algunos pasan de la Ley de Enjuiciamiento Civil y se dedican, más bien, a intentar arreglar el mundo a su manera equivocada. Pero ya os digo que esto en realidad nos está beneficiando.
Y si no, ¿de qué íbamos a comprar a estos precios cojonudos si el negocio de las subastas fuera una balsa de aceite?
¿O no?