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El 3 de octubre de 1990 entró en vigor el Tratado de Unificación de Alemania, cuyas primeras líneas decían:
La República Federal de Alemania y la República Democrática Alemana, decididas a culminar la unificación de Alemania y haciendo uso de su libre autodeterminación, en paz y libertad, como miembros de la comunidad internacional, sobre la base de la igualdad de derechos.
Partiendo del deseo de los ciudadanos de las dos Alemanias de vivir juntos en paz y libertad en un Estado Federal de derecho, democrático y social.

En realidad fue una reunificación ya que la primera unificación alemana se produjo en la segunda mitad del siglo XIX.

Después de la derrota en la Segunda Guerra Mundial el país perdió una tercera parte de su territorio y quedó partido en dos mitades antagónicas.
Más de medio siglo después se cicatrizaron las heridas y el país consiguió derribar los muros y las fronteras que separaban al pueblo alemán.
Pero había una señora de un país ajeno, supuestamente liberal, que se opuso frontalmente a esta reunificación y que incluso llegó a conspirar con un comunista como Gorbachov para que no se consumara el anhelo mayoritario de millones de personas de un pueblo que no era el suyo con tal de que el "monstruo alemán" no despertara.

La señora Thatcher, adalid del liberalismo, se fue del de Downing street el 28 de noviembre de 1990, apenas un mes y medio después de que la unificación que tanto temía entrara en vigor.

Es interesante ver la evolución de las principales variables económicas de esos años y compararlas con las principales economías europeas (Alemania, Francia, España e Italia).

1- Balanza de pagos: entre 1986 y 1990 el Reino Unido tuvo uno de los peores datos en la balanza por cuenta corriente de las cinco economías comparadas. La mayor brecha se dio en 1989 precisamente con Alemania: +4,1% vs -4,7%.
Un déficit por cuenta corriente prolongado y abultado suele ser síntoma de problemas de productividad, tal y como lo demuestra este informe del Banco de Italia (consultar página 5).
De las cinco economías comparadas la productividad del Reino Unido tuvo una evolución peor que la de Alemania, Francia y España.

A su vez, la libra esterlina se depreció de manera notable en relación al marco alemán, sobretodo durante la segunda mitad de los ochenta.
Y para finalizar este apartado: la posición de inversión internacional neta del Reino Unido en la primavera de 1979 tenía un saldo acreedor de +9.102 millones de libras esterlinas y en otoño de 1990 un saldo deudor de -5.607 millones.

2- Desempleo: en mayo de 1979 el desempleo en el Reino Unido era del 5,3% y en noviembre de 1990 del 7,5%. En Alemania era del 7,2%.
Es cierto que en la gran mayoría de países occidentales el desempleo subió durante la década de los ochenta, pero también es verdad que uno de los principales eslóganes de campaña del partido conservador contra el laborista era el excesivo desempleo (Labour isn't working).
En 1984 llegó a subir hasta casi el 12% y cuando acabó la era Thatcher era más alto que el de 1979 (se podría decir Conservatives isn't working, neither).

3- Inflación: otro de los campos de batalla del thatcherismo.
Estaba en el 13,4% en 1979 y en el 8,1% en 1990 después de una gradual y progresiva reducción. Es un dato más o menos aceptable si lo vemos así, pero es malo cuando lo comparamos con las otras cuatro grandes economías europeas: en 1979 en Alemania la inflación era del 4% y en 1990 del 2,7%. En la Francia del socialista Mitterrand pasó del 10,6% de 1979 hasta el 3,2% en 1990.
En la España del socialista González pasó del 15,7% de 1979 hasta el 6,7% de 1990.
Y finalmente en Italia se pasó del 14,8% de 1979 hasta el 6,5% en 1990.
En otras palabras: en 1990 el Reino Unido tenía los peores datos de inflación de estas cinco economías.

4- Deuda pública: el dato en el que mejor parado sale el thatcherismo, pasando éste del 38,5% de 1979 hasta el 27,2% de 1990. En todos los países subió durante este periodo pero a pesar de eso tanto Alemania como Francia seguían teniendo niveles de deuda pública sobre el PIB inferiores: del 23,2% en el caso alemán y del 26,1% en el caso francés.
Teniendo en cuenta que la Unión Europea considera que un país tiene un desequilibrio macroeconómico cuando el porcentaje del PIB supera el 60% (porcentaje que poquísimos países europeos cumplen hoy en día) los niveles que heredó Thatcher en 1979 no eran ni muchísimos menos preocupantes.

5- PIB nominal en términos absolutos y PIB per cápita:
El Reino Unido era la quinta economía mundial en 1979 y siguió siendo la quinta economía mundial en 1990, igual que la Alemania del entonces Canciller socialdemócrata Helmut Schmidt era la tercera en 1979 y en 1990 seguía siendo la tercera, Francia la cuarta en 1979 y también en 1990, Italia la sexta en el 79 y en el 90 y España la novena en el 79 y la novena también en 1990.
Recortó bastante la distancia con Francia pero no con Alemania ni con Italia.
La diferencia del PIB en términos absolutos entre Alemania y el Reino Unido era de 442,3 billones de dólares y en 1990 se había ensanchado hasta los 680 billones. A día de hoy la distancia entre ambas economías es de 1 trillón de dólares.
En cuanto a PIB per cápita se mantuvo más o menos igual la distancia con Alemania y Francia pero Italia sí consiguió pasar al Reino Unido, quedando España un poco descolgada de estas cuatro economías tanto en PIB nominal en términos absolutos como en PIB per cápita.

La desigualdad medida por el coeficiente de Gini se incrementó también de manera notable.

Conclusión: datos económicos que con dificultad llegan al aprobado justo y actitud mezquina (y muy poco liberal) en relación a otro país europeo soberano.




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