Burbujas financieras: ¿La chispa que marca el progreso humano?
Burbujas financieras: ¿La chispa que marca el progreso humano?
¿Son las burbujas financieras un elemento clave del progreso humano, o solo procesos especulativos basados en la codicia desmedida que no aportan ningún valor a la sociedad? Una pregunta sobre la que discuto en el siguiente artículo.
¿Son las burbujas financieras un elemento clave del progreso humano, o solo procesos especulativos basados en la codicia desmedida que no aportan ningún valor a la sociedad?
Como todo en economía, depende. Mientras que algunos episodios de burbujas realmente han contribuido a crear un mundo mejor, otros han sido un simple recuerdo de la enorme avaricia que el ser humano puede llegar a mostrar.
Y precisamente en el artículo de hoy, reflexionaré sobre varios episodios de burbujas financieras del pasado -algunos ya conocidos, y otros no tanto-, para dar una respuesta final acerca del proceso que estamos experimentando en el campo de la Inteligencia Artificial.
Y para apoyar mis argumentos, me basaré en la conferencia que dio Marcos Pérez (conocido en X, como Inversobrio), en la V edición de la Rankia Markets Experience de Madrid.
Con todo, hoy vamos a repasar qué es una burbuja, cómo se originan y si realmente ayudan a crear un mundo mejor.
¿Qué es una burbuja financiera?
De forma sencilla , podríamos definir una burbuja bursátiltal y como empezaron a hacer algunos periodistas en el siglo XIX, como el fenómeno por el cual el precio de un determinado bien se hincha excesivamente y luego explota, haciendo caer su precio de forma agresiva.
Pero parafraseando a Marcos Pérez, haremos uso de la definición que utilizaron Quinn y Turner en su libro “Boom and Bust”. Ambos utilizan la metáfora del incendio para definir los cuatro los elementos necesarios para crear en un momento dado un episodio de burbuja:
Combustible: La gasolina de las burbujas financieras es la disponibilidad de dinero en el mercado. Cuanto mayor sea la facilidad para conseguir dinero (por ejemplo, vía deuda), más sencillo será que se cree una burbuja especulativa.
Oxígeno: En estos casos es un mercado donde el intercambio de bienes sea algo sencillo y deseado. Por mucho dinero fácil que haya en el mercado, si no hay mercado para el producto no se creará ninguna burbuja.
Calor: Es la capacidad del ser humano para especular en cuanto encuentra la oportunidad de hacerlo. Guiados por la mentalidad de manada y la promesa de un futuro mejor, empiezan a nacer empresas y oportunidades relacionadas con el bien, lo que hincha cada vez más la burbuja.
Chispa: Es la promesa (o el deseo) para poder justificar el excesivo incremento de los precios completamente desligado de una valoración racional de los mismos (por ejemplo, mediante descuento de flujos de caja).
Burbuja financiera según el modelo de incendio
Así pues, ahora que ya conocemos que son las burbujas financieras, veamos ejemplos de algunas de ellas, y porque estas tuvieron o no sentido.
Ejemplos de malas burbujas las cimentadas por gobiernos
Es curioso que todo el mundo piensa que la primera burbuja de la historia fue la famosa tulipomanía de los Países Bajos. Pero no es así: fuimos los españoles los que creamos la primera burbuja allá por el siglo XVI. Fue la llamada burbuja de las licencias de oficios. Una burbuja, que en general estuvo impulsada desde los poderes públicos con el único objetivo de recaudar dinero e impuestos.
En ese momento el Gobierno otorgaba autorizaciones para que los ciudadanos pudieran realizar determinados oficios equivalentes a lo que hoy es ser funcionario -o las licencias de taxis-. y claro, muchos ciudadanos empezaron a ver estas licencias como una opción de inversión (como un activo en sí mismo), pues aseguraban un salario por varios años, y de hecho, el propio Gobierno creó un mercado secundario donde se podían intercambiar estas licencias.
Subasta de licencias de oficios en España durante el Siglo XVI | Fuente: Ibercampus
Fue tal la codicia por esta opción de inversión, que el precio terminó hinchándose excesivamente. De hecho, está registrado que en el año 1.616 Francsico de Araoz llegó a comprar una licencia para ejercer el oficio de alguacil en Sevilla por 81.000 ducados, o lo que era lo mismo, un precio equivalente a 750 años de su salario prometido (unos 9 ducados al mes). Es más, para ponernos en contexto, una casa en la Calle Mayor de Cuenca de la época costaba unos 1.000 ducados.
Este sería uno de los ejemplos de burbujas malas, es decir, aquellas burbujas que nacen por motivos políticos, por cambios en las leyes o simplemente por estafas sin motivos fundamentales (que las sustenten).
Algunos otros ejemplos de malas burbujas, podrían ser:
O más recientemente la de los NFTs en 2021, que aunque no tuvo causas políticas, si que estaba cimentada en intentar defraudar al fisco a través de hacer pasar activos digitales, como obras de arte.
Ejemplo de burbujas buenas.
Por suerte para todos, no todas las burbujas que hemos experimentado han sido malas. Burbujas como la del ferrocarril en Reino Unido o la de las míticas puntocomson ejemplos de que, a veces, el estallido de una burbuja es una parte esencial del progreso tecnológico.
Y es que en este punto no hablamos de burbujas creada por y para, sino de procesos de creación y creencia espontáneos, lo suficientemente atractivos y poderosos en sí mismos.
En este punto, entra en juego el conocido como proceso de destrucción creativa formulado por el economista austríaco Joseph Schumpeter, que afirma que las innovaciones destruyen las estructuras obsoletas para sustituirlas por nuevos avances tecnológicos. Y es que, a pesar de que puede introducir trastornos en el corto plazo, es un motor fundamental del progreso económico a larga.
Por ejemplo, en la burbuja de las puntocom se sobreinvirtió excesivamente en tecnología, se crearon miles de empresas, las cuales más del 80% de ellas, desaparecieron en menos de 5 años. Sí, es cierto, pero gracias a ello, se consiguió instalar una red de fibra óptica que, aunque quedó inutilizada en un 95% después del estallido, de no ser por ello, no hubiéramos tenido años después las infraestructuras necesarias para crear la nueva economía basada en Internet.
Nasdaq vs SP500
Y de la misma forma, durante la burbuja puntocom, también hubo mucha gente que ante el furor de Internet, se formó en temas relacionados con ello. De no haber sido por esta excesiva emoción en los años previos, jamás hubiéramos tenido semejante bolsa de ingenieros e informáticos ya preparados, que ayudaron a crear el nuevo mundo.
Y bueno, algo parecido ocurrió conlos ferrocarriles en el Reino Unido en 1840, cuando se creía que todos los medios de transporte serían en el futuro sustituidos por el tren. Es por ello que se sobreinvirtió en la construcción de unas vías férreas cuyo momento de mayor uso fue un siglo después.
Del mismo modo, otros ejemplos de burbujas positivas fueron:
Bicicletas en 1897, que darían paso a las primeras motocicletas
O las de los coches en los años 20 -del siglo pasado- cuando se implementó la producción en cadena.
Burbujas financieras: ¿Claves en el progreso de la humanidad?
Para que una burbuja nazca, es necesario que haya errores en el razonamiento humano con el fin de posibilitar una desconexión entre el precio de un activo y sus fundamentos económicos subyacentes. Por suerte o por desgracia, el ser humano está repleto de este tipo de sesgos, por lo que las burbujas han sido y serán siempre un fenómeno vinculado a nuestra naturaleza.
Debido a estos sesgos, somos capaces de creer lo increíble en determinados momentos, apoyados por las expectativas de un futuro brillante y por un comportamiento en manada que nos lleva a replicar lo que están haciendo otros.
Por supuesto, todas las burbujas generaron graves problemas a corto plazo. Pero con el tiempo, las espontáneas, las naturales consiguieron recuperarse, y demostrar que no eran castillos en el aire, sino las semillas de una nueva revolución.
En definitiva, son las burbujas buenas, aquellas que contribuyen a crear un mundo mejor a largo plazo. El ejemplo más claro es Internet.
¿Y qué pasa con la Inteligencia Artificial?
Entonces, ¿Estamos inmersos hoy en una burbuja de la IA? Es difícil de saber. Todas las burbujas necesitan un detonante para explotar. En el caso de la IA, las expectativas alcistas y los buenos resultados de momento continúan. Mientras esto siga así, tal y como dijimos la semana pasada, el pinchazo de la burbuja es difícil que llegue.
Pero si en algún momento pincha, quizás se trate de una burbuja buena que dejará muchos profesionales, investigaciones y avances en un campo que seguramente será básico para el futuro de la humanidad.
Precisamente por ello, si tu también crees que estamos ante una de las revoluciones de la década, una vez más te dejo algunas opciones de inversión -vía ETFs-, que siempre suavizarán más los díscolos movimientos de los mercados financieros.
Con todo, espero que te haya gustado este original análisis de las burbujas financieras. ¿Conocías este particular enfoque?, ¿Estás de acuerdo con lo aquí expuesto? Te leo en los comentarios...
Me gustan muchos de tus articulos, me llegan notificaciones al correo y los suelo leer siempre. Hoy me he animado a comentar algo por primera vez, pero conste que me parecen instructivos y sensatos en su mayoría. Te animo a seguir porque hay más gente que te lee de la que tú tienes noticias. Un saludo muy cordial.
Sí, también es cierto que en los últimos años hemos estado muy sesgados por culpa de burbujas relacionadas con NFTs, criptos... que tienen más de lo de forrar a unos pocos, que de progreso. No obstante, puede que en el caso de IA, si que estemos ante algo diferente, más orgánico.
Gracias por el artículo. No había caído en la posibilidad de " lo bueno de alguna burbuja" pero es cierto. Sólo veía la parte especulativa que forra a unos pocos y arruina a muchos. S2 cordiales
