Este es otro de los días que hace pensar que la semana va a venir cargadita de despropósitos, que básicamente se resumen en la aparición de cuatrocientos mil caraduras, cargándose todas las normativas posibles para sacar cuatro duros en una situación que ya hace tiempo que ha perdido toda lógica económica, legal y desde luego todo sentido común. Y la verdad es que hoy revisando los periódicos y la noticia, sólo me ha apetecido tratar de recopilar algunos de los post, (no todos, porque sería imposible), en los que iba colocando diversas y muy variadas formas de expolio a la clase media. Lo digo, porque sin tales circunstancias la situación económica sería muy distinta; Es completamente imposible que nos recuperemos mientras los gobiernos y los expertos, amparen, permitan e incluso favorezcan toda esta limpieza de bolsillos.
En el panorama nacional vuelve a aparecer la empresa Posibilitum, que parece que no le ha llegado el papelón que hizo con las empresas de Viajes Marsan, y que ahora se lanza a hacer ofertas por las empresas de Nueva Rumasa. Ya es lo que nos faltaba en este país, y no es otra cosa que una empresa dedicada en exclusiva a salvar el patrimonio de determinadas personas que no han hecho otra cosa que garantizar con su patrimonio y su honor, unas cantidades que luego se ha demostrado que en ningún momento tenían intención de satisfacer.
Si Diaz Ferrán había extendido unos pagarés a los trabajadores, bajo la promesa personal de pagarlo, y luego resulta que se negó, y que acabó cobrando cantidades de posibilitum, (vaya usted a saber el concepto), ahora tenemos exactamente la misma historia, pero con otro empresario que se ha hartado de dar garantías personales de pago.
Pero desde luego todo palidece con la situación a nivel europeo, donde sigue coleando el tema de Grecia, y nos encontramos con titulares tan sugerentes como “Los bancos franceses pasan por el aro”; Según todas las noticias, nos encontramos que las entidades financieras empiezan a estar de acuerdo con el salvamento de Grecia, salvo que debemos tener en cuenta que realmente no estamos salvando a Grecia. En realidad estos titulares no son otra cosa más que lo que técnicamente se llama “formar opinión”, y que mucho más fielmente podemos llamar, vender la burra, para que las entidades financieras salven la cara mientras nos roban el culo.
Vamos a ver como logramos explicarle a los bancos, que si están adquiriendo deuda de un país que tiene que pagar cantidades obscenas por su deuda, llegando las rentabilidades a importes cercanos al 30%, es que estaban asumiendo un riesgo increíble. Yo me pregunto; ¿Qué diferencia hay entre una persona que compra un pagaré de Nueva Rumasa a un tipo cercano al 9; o aquellas personas que compran obligaciones de Zinkia bendecidas porIntermoney en un ejercicio acojonante de manipulación de la realidad, o incluso entre las personas que invirtieron en Forum Filatélico y un banco que se le ocurre comprar deuda de un país al 20%?. Si los primeros tenían que saber a que se exponían, ¿no es de recibo suponer que los segundos tenían que saberlo?. Es más, ¿Cómo va a frenarse la especulación contra la deuda de los países, si al final resulta que cuanto más se especula más ganan?.
En medio de todo el cachondeo económico que tenemos montado, tendríamos que entender de una santa vez, que la Unión Europea, no está salvando o rescatando a Grecia, sino que está sacrificando a Grecia para salvar a las entidades financieras. A ver si entendemos que si resulta que en todos y cada uno de los casos de los países, nos encontramos con que nadie quiere ser rescatado es por algo; (es porque no se rescata al país). Y si resulta que son siempre los mismos los que se empeñan e incluso llegan al chantaje para rescatar, es por algo.
El resumen es este. Una serie de inversores han tomado una serie de medidas que son absolutamente demenciales, y ahora bajo la premisa de que hay un país por medio, al griego medio le va a caer una factura increíble, y unas consecuencias increíbles, para salvar a la banca y al BCE que es el que tiene la mitad de la deuda pública de Grecia. Dicho de otra forma, tenemos a unos bancos que han cobrado unos intereses obscenos por la deuda, con fondos baratos del BCE, pero que cuando corren riesgo porque la deuda cara vale poco, lo que hacen es colocársela al BCE a precios apañados, y luego pasárselas a los contribuyentes que hemos de pagar sin chistar.
Cuando las cosas no se vean claras, debemos tener claro que los ciudadanos de la UE, estamos poniendo ahora una cantidad para que los países paguen los gastos de unas compras que se han hecho a Alemania, y además a los que han especulado con la financiación de estos gastos. O dicho de otra forma, lo que está haciendo Alemania en todo este tinglado de la UE es subvencionar directamente a sus grandes empresas, (¿Cuántos contratos de Siemens y otras Ag similares tenemos por todos los periféricos?), para después rescatar a la banca de inversión, todo ello con la excusa de los periféricos. Es increíble como somos capaces de entender que la deducción fiscal ha servido para que el sector de la construcción y financiero obtuviese beneficios directos, de la misma forma que los planes renove benefician a las marcas de coches, pero nos cuesta entender que las subvenciones de la UE, no son otra cosa que subvenciones indirectas a las empresas Alemanas y Francesas.
Todo ello por supuesto, aderezado con la aquiesciencia de políticos, financieros y expertos locales que no cesan de hablar de la irresponsabilidad, de tal forma que al final el ciudadano que ha tenido la desgracia de nacer en un país periférico parece que va a tener que sentirse culpable (a la vez que honrado) de contribuir a la gloria de los financieros.
Esta crisis no va de irresponsabilidad de los ciudadanos y estados periféricos, sino que va de toda una serie de robos a gran escala que nos están limpiando, hasta llegar a que la famosa frase de “hemos vivido por encima de nuestras posiblidades”, se debería sustituir por aquella de “nos han robado muy por encima de lo que no podíamos”.
De hecho curiosamente todo el acento se pone sobre las prestaciones de desempleo o sobre la sanidad, (porque les viene muy bien para hacer más negocios), pero resulta que nadie habla de otra serie de gastos que vienen a cuento precisamente hoy. Hoy también se conoce que el sector de construcción de obra pública nos cuenta que no tiene ninguna responsabilidad en esta crisis, (¡cómo va a reconocer alguien algo!), ya que nos cuenta que la situación es que existía una demanda y que por tanto resulta que las empresas la han aprovechado. Ya es un poco curioso que las únicas empresas que se preocupen por la demanda, sean las que facturan exclusivamente de las administraciones públicas, favorecidas por la existencia de algo que se ha venido a conocer como Fondos Estructurales, y unas políticas de locos en las que se ha perdido totalmente el norte. El caso es que resulta que por un lado, los ciudadanos nos gastamos (indirectamente) una burrada de millones de euros en negocio (y rescates), para estas empresas que se lo han llevado.
Pero es que no contentos con poner para los rescates de las entidades financieras, no contentos con poner para los rescates de las constructoras de obras públicas; resulta que nos sangran con otro tema curioso como el de las cajas. En su día traté de explicar que todo lo que está aconteciendo a cuenta de las cajas, tampoco es un rescate de las cajas, sino que es un ACOJONANTE rescate de los bancos, a los que se les van a regalar con grandes descuentos las cajas, y que llegamos hasta el punto de la noticia de que un fondo Buitre, (JC Flowers), parece que está interesado en invertir en la CAM entre 400 y 1.000 millones siempre y cuando se le asegure con fondos públicos un total de 2.000 millones para cubrir pérdidas. En resumen lo que nos encontramos es lo que parece; un fondo buitre, que compra una caja a un precio menor de lo que vale, (muy inferior), después de ser convenientemente destrozada y denigrada, (lo cual afectó al valor de la caja), y que invirtiendo una cantidad, se quedará con los beneficios de la subida del valor, de los activos que tengan, ¡y si no hay beneficios, no pasa nada porque aquí estamos los contribuyentes para pagar el pato!.
En este cachondeo tenemos que tener en cuenta que cuando se vende una empresa por un valor muy inferior a la valoración que pudiera tener, la realidad es que lo que estamos facilitando es que determinadas personas privadas, peguen unos pelotazos a cuenta del erario público descapitalizando el país.
Y aquí estamos privatizando todas las empresas de toda Europa, en un proceso en el que todas las empresas públicas son valoradas por los suelos, con todos y cada uno de los analistas buscando todos aquellos puntos en contra de empresas públicas, (de tal forma que incluso parece que loterías va a ser un mal negocio, mientras que luego no somos capaces de ver cachondeos como el de Amadeus), como si alguna venta de empresa pública hubiese sido un mal negocio en algún momento de la historia.
Todo esto lo dejamos con la asunción de toda suerte de marrulleras tácticas para subir los precios de petróleo y resto de commodities, (lo que significa que todos y cada uno de nosotros tendremos que pagar un suplemento en las gasolineras, supermercados y facturas de energía a mayor gloria de una banca de inversión que ha hecho bandera en las commodities), unido a la adopción de toda una serie de medidas para reducir los sueldos.
Y sólo nos falta, llenar el país de monopolios, protecciones de la oferta y en general todo aquello que sirva para incrementar el valor de las cotizadas, a costa de todo aquel que no sea cotizada.
En definitiva, lo que nos encontramos es un entorno en el que se expolia sin temor alguno el patrimonio público, dando contratos, pagando intereses salvajes, ofreciendo las rentabilidades que los inversores necesitan, rescatándolos siempre que existen problemas, para luego además malvender todo aquello que los ciudadanos tienen, de forma que se multiplican los monopolios a los que nos debemos enfrentar, que además no tienen el menor remordimiento a la hora de poner los precios que les den la gana. ¡y todo ello envuelto en un halo de patriotismo, de que la culpa es de los ciudadanos, y por supuesto del libre mercado, que ni libre, ni mercado!.
Pues claro que estamos por encima de nuestras posibilidades, ¡joder, que no!.
