La situación generada en torno al mercado laboral, comienza a parecerse a un mal chiste; van el modelo alemán, el modelo austriaco, la flexiguridad nórdica, los despidos irlandeses, los sueldos africanos, el sistema financiero español, (aquí sí que somos referencia), y precios y moneda europea, ¡y tenemos el modelo español.
Alguien dirá que necesitamos más internacionalización, pero la realidad es que estamos copiando lo que nos va interesando de cada uno de los países que andan por ahí; Eso sí, con muchas omisiones, falsedades y un surrealismo que asusta ya que no vemos los limites.
Ahora toca la reforma laboral y se nos lanza la propuesta del modelo Austriaco para los despidos, en este sentido nos encontramos con un artículo en “El Economista”, donde se hace eco de la propuesta del Banco de España y afirman que los sindicatos se muestran receptivos a la propuesta.
Nos explican que la propuesta es que las empresas hagan aportaciones a un fondo por importe del 1,5% del sueldo; importe que se recuperará cuando el trabajador se jubile o pierda el empleo. Y por supuesto, nos resaltan las bondades del modelo, citando al Banco de España: “"este sistema ha logrado que los derechos de despido sean adquiridos por todos los trabajadores desde el primer día de trabajo. Asimismo, preserva estos derechos en caso de un cambio voluntario de empresa, con lo que la movilidad de los trabajadores debería verse favorecida"
Para entender las bondades del sistema, debemos entender primero el sentido de las indemnizaciones de despido; y después analizar el sistema y comprobar exactamente para que sirven.
Lo primero que debemos entender es el concepto amplio de la flexibilidad, y en este sentido está claro que las indemnizaciones por despido limitan la flexibilidad del despido. Mucho se ha hablado de las deficiencias de flexibilidad en la empresa, y parece hasta absurdo que todo el mundo obvie una gran obviedad. El problema es que las empresas parece que sólo tienen una forma de flexibilidad; Dicho de otra forma, los ajustes se hacen vía personal. El hecho de que todos los ajustes se hagan vía empleo, provoca que estemos en cabeza de la destrucción de empleo de todo el mundo. Por tanto, si bien es cierto que necesitamos que las empresas tengan más flexibilidad, el caso es que necesitamos que esta flexibilidad este en todos los ámbitos que no sean los laborales. Dicho de otra forma, los ajustes tienen que hacerse de forma general y no básicamente en el entorno del empleo. Por lo tanto, flexibilizar el empleo es algo que sólo desde un absurdo se puede defender ahora. (y el hecho de que los sindicatos sean receptivos, no tiene calificativo alguno).
Otro punto que debemos mencionar, es que existen varias razones por las que se puede despedir; el trabajador puede dedicarse a insultar, a no hacer nada, o lo que sea, en cuyo caso sería despido disciplinario, y si la empresa lo logra acreditar, (y normalmente se puede, si se quiere), la indemnización ha de ser cero. El fin de contrato de la empresa, puede ser por que la empresa va mal, o bien porque se reorganiza, con lo cual, significa que exista causa para el despido aunque ajena al trabajador; lo que a su vez implica la existencia de una indemnización más reducida, (se comparte el riesgo); y por otro lado tenemos los despidos improcedentes que básicamente se dan cuando no hay causas para el despido y que en la mayoría de los países simplemente no proceden.
Con este sistema, simplemente daría exactamente igual cual es la causa del despido. Porque simplemente este pasaría a ser cero. Un buen día el empresario, llega a la oficina, no le gusta una persona y gratis a la calle. Así de claro. Por supuesto, en este panorama a ver quien es el guapo que negocia lo que sea con cualquier empresa. Recordemos que una indemnización no es más que la compensación por la ruptura de un contrato; Desde luego es de locos el hecho de que se puedan romper los contratos de forma unilateral, pero en este caso, además sería completamente gratuito.
Las indemnizaciones de despido, proporcionan estabilidad, que estoy seguro que las empresas entienden cuando se fijan cláusulas de amortización parcial o anticipada en préstamos, indemnizaciones en los contratos de servicios, permanencias mínimas en los móviles, y demás trabas que normalmente se piden. ¿Le parece bien a una empresa que cualquiera pueda romper un contrato sin más?. ¿no estaríamos pidiendo seguridad jurídica?. Pues los argumentos son los mismos. Las mismas razones que tiene Repsol para defender el cumplimiento de contratos que ha firmado en Venezuela, son las que pueden alegar los trabajadores de Repsol, al respecto de sus contratos. Más si cabe, ya que, recordemos que los beneficios de las empresas están justificados por un riesgo de mercado; y en este sentido, lo que no se entiende es que unos agentes cobren por el riesgo, y acaben siendo los trabajadores, los que sin cobrar los beneficios de correr el riesgo, se coman el ajuste entero.
Pero es que además las indemnizaciones por despido, suponen un mínimo de garantía de ingresos para los trabajadores. El caso es que los trabajadores, pueden tratar de cumplir sus contratos y tener cierta confianza en el futuro, en la tesitura de que aunque puedan ser despedidos sin causa alguna, (lo cual ya es un despropósito increíble), tienen la posibilidad de una indemnización. Por supuesto, el abaratamiento del despido, supone automáticamente que la red de seguridad se reduce, y en este sentido, es más que evidente que la confianza puede desplomarse.
¿Cuánto bajan las indemnizaciones por despido?. Está claro que con este sistema, las empresas anticipan el coste de despido que pagarán poco a poco, de forma que la decisión de despido sale gratis, pero los despedidos cobran (o pueden disponer de una cantidad cuando son despedidos). ¿Cuánto es el coste para la empresa?. ¿El coste del despido?. Pues el coste del despido para la empresa, sea cual sea la razón del despido asciende según este sistema al 1,5% de las retribuciones. Cuando hablamos del 1,5% quizás no entendamos cuanto es esto en euros. De esta forma, para un sueldo de 20.000 euros anuales, el coste de despido para la empresa asciende a 300 euros por cada año que el trabajador ha estado en activo.
Si lo queremos ver en términos de días para comparar con la situación actual, es muy fácil verlo, con una simple regla de tres; si el sueldo anual se corresponde a 360 días; el 1.5% se corresponde a ¡5,4 días por año trabajado!. Lo cual es una aproximación para que veamos la magnitud del abaratamiento. Por supuesto, es una aproximación porque realmente la situación aún es peor para los trabajadores, al tener en cuenta un efecto que no va a ser explicado en ningún momento. Hoy un trabajador despedido cobra 45, 33, 20 o los días que sean por año trabajado, en concepto de indemnización, (según el caso y tipo de despido). Pero esta base, va sobre el sueldo actual. En el modelo propuesto, los pagos serían sobre sueldos pasados, con lo cual, en la medida que el sueldo va subiendo con los años, el coste del despido sería sensiblemente menor. (se baja drásticamente el numero de días, y también se baja el importe sobre el que se calcula, ya que sería por los años anteriores, en lugar de sobre el momento del despido).
O sea que por ahora, estamos ante un sistema que supone que el coste de la decisión sea cero, y que abarata de forma extrema el coste del despido. Por supuesto, la empresa anticipa el despido, y el trabajador cobra después. ¿Cuánto cobrará?.
Pues depende. Y para entenderlo, tenemos que entender que esos 5,4 días de sueldo lo va a meter la empresa en un fondo, sobre el que los trabajadores no van a tener ningún tipo de control, (o casi ninguno), de tal forma que funcionarán exactamente igual que un fondo de pensiones. De hecho es imposible diferenciar esta medida, de una medida en la que las empresas realicen aportaciones a un fondo de pensiones privado de los trabajadores. La única diferencia, es que se podrían rescatar al momento del despido en lugar de a los seis meses, como ocurre actualmente.
Entonces, realmente la empresa consigue un despido mucho más económico, la banca consigue incrementar el volumen de fondos gestionados y en consecuencia, independientemente de lo que sea capaz de generar, consigue cobrar comisiones por la gestión de todas las indemnizaciones de todos los trabajadores de España, antes de que se produzcan.
¿Cuánto van a cobrar los trabajadores?. Pues fácil, de lo que aporten las empresas, (mucho menos), se quitan las comisiones a la banca, se suman los rendimientos que obtengan los fondos y ya se verá el día que toca cobrar. Así de claro, así de sencillo.
Total, que de aprobarse este sistema, los efectos serían los siguientes:
- Las empresas que no despidan o que sólo lo hagan por motivos disciplinarios, pagarán más; un 1,5% de las nóminas.
- Las empresas que despidan de forma arbitraría, ahorrarán ingentes cantidades de dinero.
- En todo caso las empresas, tendrán claro el coste que asumen, y por supuesto el coste de tomar la decisión de despedir pasará a ser 0.
- El sector financiero, tendrá unos 7.500 millones más todos los años, (el 1,5% de los 500.000 millones que se pagan en sueldos en España todos los años), para jugar y mover a su entera disposición y sin control de ningún tipo. Y por supuesto generará unas comisiones que serán acumulativas. (El primer año cobrará las comisiones sobre los 7.500, el segundo año sobre lo del primero y el segundo). Por supuesto, también sin riesgo.
- Los trabajadores tendrán una indemnización mucho menor, la espada de Damocles encima todos y cada uno de los días, y en caso de despido, cobrarán en función de lo que haga la gestora del fondo, (sobre la que no pinta nada), en unos mercados financieros (que se pueden derrumbar o no). Y por supuesto, de la que se detraen las oportunas comisiones.
Y el resumen es curioso. Todo el mundo aquí repartiendo los beneficios, supuestamente en base a que se asumen los riesgos, y realmente la situación queda del todo simpática, salvo los trabajadores que en teoría no asumen ningún riesgo. Y resulta que en la práctica ganaría todo el mundo, y los únicos que no tienen ningún tipo de paracaídas serían los trabajadores. Que resulta que podrán irse a la calle cuando el empresario quiera, y que cobrarán en función de lo que los inversores monten.
Y por supuesto, nada como dejar tus ahorros, (fondos de inversión), pensiones, (sistemas de pensiones sociales), e incluso tu despido, (este invento), en manos de unos gestores, que nadie conoce, pero que juegan a Dioses, en un sistema que evidentemente es insostenible por que ajusta por siempre por el mismo lado. ¿Ganan?. ¡se forran!; ¿Pierden?. ¡se siente por nuestra pensión, la indemnización y los ahorros que acaban sin que nadie lo remedie en un corralito o bien directamente evaporados!. Por no hablar de que mientras estos fondos pueden acabar en mercados de commodities, o materias primas, o montando la burbuja de turno, lo cual supondrá que aún por encima tendremos que pagar más en las gasolineras, supermercados, electricidad… ¡Gracias a que resulta que están especulando con nuestro dinero!.
Y todo esto sin tener en cuenta irregularidades escandalosas, pasando inversiones o activos ruinosos a los fondos institucionales, aprovechando que nadie se entera y que las pérdidas repartidas duelen menos, (como ha pasado en el caso de Zinkia).
Y a todo esto, a ver si alguien me explica que es lo que ven bien los sindicatos de este sistema. Porque desde luego es un auténtico despropósito.
Sobre todo si al final se hace una bajada de las cotizaciones; en cuyo caso tendríamos una bajada de cuotas, que se compensa con la subida para esto, (de tal forma que las empresas pagan lo mismo), pero se elimina totalmente el coste del despido para las empresas, con cargo a las pensiones que bajan en este porcentaje. A la vez que se le da un increíble negocio a los bancos, dándoles la gestión del fondo de empleo y empujándonos a los planes de pensiones.
Y esto un acuerdo entre sindicatos y un partido que lleva el apellido obrero. Acojonante.