El caso es que hay que reconocer que Funcas por una vez ha hecho una encuesta, (y son los únicos), en los que preguntaba a los trabajadores por la reforma laboral. El resultado ha sido contundente, y el 70% se muestra en contra. En fin, el caso es que después de todo el bombardeo de expertos, en medios, de organismos y de amenazas, es curioso el resultado. Supongo que con cierta sorpresa ante el resultado de tal bombardeo, Expansión ha encargado a FEDEA un estudio de porque no lo aceptamos de tal forma que el 20 de enero se publica el primer anticipo en un artículo denominado ¿Por qué los sindicatos no representan a los trabajadores?.
El artículo es curioso y desde luego se trata de debilitar a los sindicatos. A titulo de anécdota, la realidad es que es simpatiquísimo, (y desde luego nada sutil), la ilustración de la noticia, con dos muñecos que representan a los sindicalistas y a los trabajadores:
Manipulaciones gráficas aparte, no acabo de entender que tiene que ver que el 70% de los trabajadores rechace la reforma laboral con la representatividad de los sindicatos. Aunque si tengo que decir que si a mí me pagasen por el estudio, (ya me gustaría que eso pasase, pero como no va a pasar se lo digo gratis), les diría que la razón del amplio rechazo es tan simple como que la reforma laboral que se pide es una solemne estupidez, de la que ya he hablado en el post que (he de reconocer, también coloqué un poquito antes de que los periódicos pusiesen de moda el tema).
El caso es que es una soberana tontería porque lo del contrato único es desde luego la norma que tenemos ahora, donde en teoría tenemos un contrato ordinario, y luego unas cuantas excepciones. Sin embargo, lo cierto es que es muy difícil entender que las leyes laborales se cumplen, y resulta que en este país en lugar de buscar el cumplimiento de las leyes, lo que se busca es que estas se adecuen a los deseos de los grupos de poder, (que a lo que se ve no son el 70%).
En fin, lo que está claro es que lo que se busca es liberalizar aún más el mercado de trabajo, sin que parezca nadie enterarse de que en esta crisis, ante la primera andanada, se han ido al paro todos los temporales, de tal forma que todo ha entrado en barrena. Curiosamente, cuando se han despedido los temporales, resulta que el proceso se frena y en consecuencia la caída de la economía. Pero parece que nos va la marcha y ahora queremos nuevas caídas. ¡Bien por los expertos!.
La realidad es que tenemos uno de los mercados de trabajo más simpáticos del mundo, ya que es surrealista al máximo, empezando por lo que es el despido. En este sentido nos encontramos con que en España el despido Improcedente ¡Procede!.
Sé que estamos discutiendo el ¡Coste máximo! de los despidos improcedentes y no estamos dándonos cuenta de lo absurdo de la situación. Una buena reforma, podría ser aquella que aún rebajando el coste de la indemnización para los despidos procedentes, signifique acabar con el absurdo de que los despidos improcedentes sean procedentes. En este sentido o simplemente se anularía el despido o se impondría algún sistema de indemnización punitiva, al puro estilo de USA, donde una empresa puede despedir sin problemas pero con causa; pero como el despedido demuestre ante un juzgado que no había causas para el despido, la realidad es que el trabajador consigue una pasta, (nada de indemnización máxima), y las empresas se lo tendrían que pensar mejor antes que despedir sin causa. Estoy completamente seguro que un amplio porcentaje de trabajadores, aprobaría una reforma que abaratase el despido cuando hay razones objetivas para este, y lo encareciese mucho más cuando simple y llanamente no sea procedente.
En el mercado de trabajo también tenemos más cosas curiosas, como puede ser el detalle de que los contratos ordinarios sean algo menos del 10% de los contratos firmados. Y eso no deja de tener su gracia, porque la palabra ordinario, hace pensar en el concepto habitual o mayoría. Desde luego la inmensa mayoría de los contratos tendrían que ser ordinarios y en teoría el ministerio de trabajo, debería verificar que se cumplen las condiciones laborales, en lugar de contar parados. ¿Pedimos un contrato único?.Pero es que luego vendrán con: “¿Qué pasa si una persona tiene una baja por maternidad?.”. Saldrá lo de siempre. Hay que buscar alguna forma para los contratos que tienen duración determinada que siempre los habrá. ¿no?. Pues luego vendrán los que hacen una obra. Vendrán los que en determinadas circunstancias tendrán picos y curiosamente estaremos igual que ahora, pero en lugar de llamar ordinario al contrato menos habitual, lo llamaremos único. Y por supuesto, con menores costes de despido.
Por supuesto tenemos la situación de los “autónomos dependientes”. (¡que cacao!), que son aquellos trabajadores por cuenta propia que no dependen de ninguna empresa, pero que dependen de la empresa. Lo cierto es que aún no soy capaz de entender como se ha aprobado normativamente tal dislate. Una cosa es que de repente las empresas empezasen a contratar como autónomos para ahorrar unas perrillas en seguridad social, (a cambio de que después queden unas pensiones absurdas a los autónomos, y no solo a los dependientes). Pero claro, durante un tiempo las empresas que contrataban a los trabajadores mediante el sistema de autónomos, tenían un grave problema porque se entendía que si había relación de dependencia en realidad se trataba de una relación laboral y algo parecido a un fraude de ley.
El caso es que como eso no gustaba, la realidad es que al final tenemos el cachondeo de los autónomos dependientes, que no dejan de ser más que empleados sin derechos. (al igual que los temporales es el otro grupo que ha caído en picado).
Pero aparte de tener estas paradojas aparentes, ahora tenemos que el gobierno propone que las Empresas de trabajo temporal, puedan contratar indefinidos, a petición de las E.T.T. Se justificará, se apoyará y tendremos cuatrocientos mil expertos que lograrán que el hecho de que las E.T.T. contraten indefinidos sea lo más normal del mundo. El resultado es que se dedicarán a intermediar en el mercado laboral, supongo que quitando un poco del sueldo de los trabajadores y subiendo el coste para las empresas. En fin, me gustaría explicar las ventajas de esto, pero claro, la única es que el Instituto de Empleo parece que no funciona, entre otras cosas, porque lo cierto es que tiene medios que son claramente inferiores a los del resto de países del entorno.
En fin, el caso es que en este panorama con despidos improcedentes-procedentes, autónomos dependientes, empresas de trabajo temporales para indefinidos, ministerio de trabajo contando parados en lugar de vigilar el trabajo, nos encontramos becarios, contratados en prácticas y un gobierno socialista que aprueba que los desempleados con paro pendiente lo puedan convertir en una subvención para las cuotas empresariales, (lo cual es algo de lo que el gobierno del talante jamás ha presumido), de tal forma que al final acabamos convirtiendo esto en una especie de subasta en la que ya entra en la baraja hasta el derecho al paro para un contrato indefinido. En el patio solo quedaban los de la “libertad económica”, (debe ser algo así como tratar de medir la distancia al derecho de pernada sobre el país), donde el mercado laboral rígido nos hace perder posiciones, ya que es muy difícil despedir, (y eso que se trata de hacer una carta y supongo que hay modelos circulando por internet). El caso es que en Europa arrasa Irlanda, (otra gran quebrada).
El diario encarga un estudio para detectar porque no aceptamos la reforma laboral. Pues hombre es sencillísimo. Pues porque hace falta ser rebuscado hasta límites absolutamente demenciales, para no entender que las reformas del pasado han ido en el sentido que ahora se propone y han puesto al país en la ruina. No hace falta ser economista, ni experto para entender que es hora de cambiar de sentido. De hecho hace falta tener mucha imaginación y capacidad para justificar lo cada vez más injustificable.
Y en torno a esto, la realidad es que tampoco es tan difícil entender porque los sindicatos no representan a los trabajadores, o mejor dicho, porque los trabajadores no se afilian y no se sienten representados por los sindicatos. Es sencillísimo, los sindicatos han apoyado todas y cada una de las medidas que nos han traído hasta aquí y todos tememos que están apoyando una reforma que no hará más que empeorar la situación. Por supuesto, con la coartada de la responsabilidad y de la situación difícil.
Todos somos conscientes de la situación difícil, pero desde luego, la situación exige cambio en el rumbo, no seguir en la misma carretera.
Y yo creo que los trabajadores, empezamos a entender que los sindicatos están completamente entregados a un gobierno socialista, que curiosamente la verdad es que tras un discurso impecable, esconde una realidad que Pepe Blanco refleja perfectamente. Lo único serio para tratar de modificar los ingresos de los trabajadores, (aparte del 0.3% de funcionarios y 1% de pensionistas, que en realidad van a ser importes negativos a cuenta de la subida de impuestos que no existe), es ponerse firmes con los controladores, (de los pocos colectivos que viven de vicio, y que desde luego podían repartir un poco, pero no precisamente con los que van a repartir que son los que se van a beneficiar gracias a la futura privatización de AENA que supondrá un monopolio más para los de siempre).
Total y como conclusión al estudio les diría que a veces lo mejor es pararse y pensar si tiene un mínimo de seriedad un sistema donde los sindicatos se perciben como la patronal, un gobierno socialista mira los sueldos de los pocos privilegiados, (para bajarlos) y entregar el negocio al sector privado y donde nadamos en una esquizofrenia dominada por despidos improcedentes procedentes, autónomos dependientes, contratos ordinarios extraordinarios y empresas de trabajo temporal para los indefinidos. ¿Extraña que tengamos un mercado de trabajo rígido extremadamente flexible?.
En el fondo, por un lado, yo ya quiero que sea lo antes posible, y que esto reviente de verdad. Estamos en un punto en el que parece que sólo el desastre total nos puede salvar y de hecho parece que este va a ser el requisito para la recuperación que pasa si o si, porque se cambien las políticas pasadas. Por otro, tengo la esperanza de que aún podemos evitar muchos dramas. Aunque sea muy ingenuo.