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¿Qué porcentaje suponen las pensiones privadas en los ingresos de los pensionistas de USA?

En los próximos meses nos tocará recrudecimiento de la campaña sobre las pensiones en la que nos explicarán las ventajas de los sistemas de capitalización y la insostenibilidad del sistema de reparto que tenemos en España.  Se acerca el fin de año y con él nos acercamos a las fechas claves en la campaña de las entidades financieras por captar aportaciones para los planes de pensiones al calor de las desgravaciones fiscales.

Creo que si pensamos en sistemas de capitalización de la seguridad social a todos nos vendrá a la cabeza el modelo norteamericano. Estoy completamente seguro de que la idea predominante es que en USA las pensiones son principalmente proporcionadas por un sistema de capitalización en manos privadas. La crítica más obvia al sistema de capitalización es que depende de los sistemas financieros. Mientras los sistemas financieros logren altos rendimientos nunca habrá problemas. Cuando las rentabilidades son inferiores o bien cuando existen problemas financieros la situación es insostenible (y es aquí donde tenemos que fijarnos para entender las razones por las que se hace lo posible por rescatar al sector financiero). Cuando ocurren estas circunstancias pueden pasar dos cosas; si estamos en un sistema de prestaciones definidas (llamados DB plans: el sector asegurador se compromete a ofrecer una prestación determinada a partir de la jubilación), el sector entra en pérdidas. En cambio, si estamos en un sistema de contribuciones definidas ( DC Plans: el futuro pensionista paga una cantidad y en el momento de la jubilación percibe en función del valor de lo invertido), el riesgo se traslada al pensionista. Al final, las sucesivas reformas tienden a que el sistema sea de contribuciones definidas (por razones más que obvias para la “industria”).

Sin embargo en este post me gustaría comentar muy brevemente una publicación de ICI (Investment Company Institute, o para entendernos, la asociación de gestores de fondos) que se llama: “TheSuccess of the U.S. RetirementSystem” (realizado en 2012). En términos muy similares se puede leer también “OurStrongRetirementSystem; An American SuccessHistory” (de 2013). Es evidente, tanto por quien realiza el estudio como por los propios títulos, que el sesgo de la información es más que favorable a los sistemas de capitalización. Entiendo por tanto que los datos no deben ser puestos en duda. Como son muy parecidos, voy a centrarme en el primero de los estudios y comentar algunos datos que estoy seguro que sorprenderán.

En la página 18 aparece una descripción del sistema propiamente de seguridad social en Estados Unidos y lo hace en los siguientes términos literales: “When Social Security wassignedintolaw in 1935, itwasintended to replace a modestportion of income. Changes to the system since its inception—in particular, two periods of expansion, first in the 1950s and then again in the 1970s— increased benefits substantially, especially for those with low lifetime earnings. Described as a “cornerstone” for U.S. retirement security at its beginning, Social Security has transformed into a comprehensive government-provided pension for workers with lower lifetime earnings and a strong foundation for retirement security for those with higher lifetime earnings.”

Es decir; el sistema de seguridad social (público y de reparto) en Estados Unidos se creó en 1935 (en pleno New Deal) con el objetivo de proporcionar un porcentaje reducido de los ingresos de la etapa laboral a las personas que se jubilan. Con el tiempo se ha transformado en una pensión completa para los trabajadores con menos ingresos y una base sólida para la jubilación de las personas con mayores ingresos.

Por lo tanto, debemos entender que en Estados Unidos se ha planteado en sus inicios crear un sistema de pensiones privado, con un complemento público basado en un sistema de reparto de carácter público que dotase unos mínimos. Esta es la idea que, generalmente, se tiene del sistema de retiro de Estados Unidos y es evidente que no se corresponde con la realidad. Para entender el rol de los planes de pensiones en la economía USA debemos leer en la página 26:

Employer-sponsored retirement plans (which include both private-sector employer and  governmentemployer plans, as well as both DB and DC plans) and IRAs are an important part of the retirementresource pyramid for many households. Accumulations in employer-sponsored retirement plans and IRAsprovide income in retirement that supplements Social Security benefits. Consistent with their role as asupplement to Social Security, they increase in importance among households for whom Social Securitybenefits replace a smaller share of their average lifetime earnings.”

Si pretenden leer el informe para saber los ingresos que los jubilados estadounidenses perciben de uno u otro sistema se lo pueden ahorrar. En la página 3 nos encontramos con una frase curiosa: “The extent to which previous generations of retired households relied on income generated by private-sectorDB plans is often exaggerated”. No consta la explicación, pero en otros documentos se afirma que dicho error viene derivado de que tradicionalmente se calculaban los ingresos que obtendrían los trabajadores en el futuro a partir de los planes de pensiones con beneficios definidos que constaban en cada momento. Sin embargo, la mayoría de los trabajadores finalmente no cobraban los derechos porque no se jubilaban en la empresa de tal forma que los derechos estimados finalmente no se traducían en ingresos.

El que se extrañe de que conste que se han sobreestimado los ingresos generados por los fondos pensiones debe tener en cuenta que existe un cierto interés en promocionar las bondades de los planes de aportación definida (ingresos recurrentes para el sector financiero y el riesgo lo corre el participe).  El hecho de que, a pesar de que sea una de las claves del informe, no se vuelva a hablar del tema, supongo que ya no sorprenderá. Respecto a los planes DC, nos encontramos de forma machacona con la existencia de múltiples estudios que afirman que los ciudadanos percibirán más que con los DB (sin hacer referencias de ningún tipo al esfuerzo que se ha tenido que correr y casi sin referencias a los riesgos). Tampoco aclaran estos estudios  si se cobrará más que lo efectivamente pagado en los DB o si se cobrará más que lo que se estima que se paga en los DB (recordemos que este dato era sobreestimado). En todo caso, debemos recordar que los que estiman lo que se va a cobrar por los DC son los mismos, y con las mismas metodologías e intereses, que los que sobreestimaban lo que se iba a cobrar por los DB.

Pero existe una razón más poderosa aún para no buscar la participación de los fondos de pensiones privados en los ingresos de los jubilados: ninguno de los informes que defienden el éxito del sistema facilita ni ese dato ni las aportaciones realizadas (supongo que será un poco aburrido esto de mirar los costes e ingresos del sistema); existen muchos datos, extrapolaciones y datos parciales (porcentajes para el 20% más rico y más pobre, personas que disponen de plan, jubilados que reciben algún ingreso, fondos globales… etc), pero ninguno que nos permita deducir la importancia de una de las patas (el sistema privado) frente a otra (el sistema público) o frente a la situación con la que afronta una persona la jubilación (lo consideran una pirámide con la pensión pública, pensiones privadas propias y de empresa, otros ahorros y vivienda pagada.

Lo más curioso lo encontramos en el capítulo denominado: “Estimating the Components of the Retirement Resource Pyramid”(páginas 34 y siguientes). Una vez llegado a este punto, y cuando espero conseguir una visión general de la situación, leo que “It is possible to estimate the retirement resource pyramid for U.S. households, but doing so requiresmeasuring the value of a household’s future stream of Social Security and DB plan benefits”. Para demostrar que es possible, los autores del informe tienen a bien ofrecernos una demostración: hacen la estimación para los hogares con una persona nacida entre 1948 y 1953 (no para todos los ciudadanos) y llegan a los siguientes datos (con datos a 2006 y por tanto anteriores a la crisis financiera y a los tipos de interés bajos):

En los gráficos se puede ver con meridiana claridad la importancia de los planes de pensiones privados y, sobre todo, que no se corresponde con la idea que se nos transmite de la situación en Estados Unidos.

Finalmente, en el informe sobre perspectivas que realiza la unidad de estudios de ICI (la misma entidad), encontramos el dato que estábamos buscando en una comparación que aparece en la página 8 del número de octubre de 2014:

Con los datos privados, las pensiones privadas suponían el 14% de los ingresos de los jubilados estadounidenses, frente al 57% de los fondos obtenidos por el sistema público de reparto que se suponía (y se supone) que debe ofrecer un mínimo para la subsistencia de determinadas personas.

Y con todo, esto no es lo que se oculta. 

 

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  1. Top 100
    #2
    10/09/15 14:13

    Buena tarde Tomas, deciamos ayer; octubre 2015. Un fuerte abrazo.

  2. Top 25
    #1
    10/09/15 10:48

    En 2009 tuve la suerte de poder irme al medio oeste de Estados Unidos en un viaje al que puedo calificar del mejor de mi vida. Recuerdo que el dólar estaba especialmente barato, con lo que me sentía, si no rico, al menos comprando a precios asequibles. El crudo estaba a menos de 50$. La bolsa estaba describiendo ya un suelo.

    En uno de los parques nacionales que visité entré en una tienda de souvenirs por curiosear y mientras miraba las camisetas se acercó un empleado a interesarse por mí. Entré en shock, ¡ese hombre debía tener unos 75 años! Concretamente tenía 76 y me dijo, con una sonrisa amarga en los labios, que se tenía que haber puesto a trabajar ese mismo verano porque la pensión no le alcanzaba. "You know, in this economy..." Gran parte de su fondo estaba vinculado a renta variable a través de fondos, no quiero ni imaginar lo que habría perdido. "You shouldn't work at all!" fue mi contundente respuesta, "In my home country you are supposed to enjoy your free time and, maybe, taking care of your grandchildren while enjoying on the beach", creo que eso no le consoló.

    - "Tell my wife, she is that onne, after the counter desk"

    Salí de allí medio llorando y sin camiseta. Un matrimonio de jubilados de 75 años obligados a trabajar de nuevo, en verano, en el país más rico del mundo.


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