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Ayer hablaba de la hipocresía en determinados precios y el hecho de que siempre se diseña absolutamente todo en beneficio de las empresas; lo que no es otro aspecto más de la economía de oferta, que se está pidiendo que se desarrolle. Pero sin embargo, el aspecto más sangrante es el del mercado inmobiliario.

Por un lado resulta que el gobierno está dando vueltas a ayudas como las de 400 euros para los desempleados que hayan acabado todas las prestaciones, que evidentemente no sirve para crear empleo, sino que sirve únicamente como barrera de contención de la necesidad extrema para unos cuantos miles de personas, pero no tiene problema alguno en comprar miles de pisos vacios, unos cuantos sin posibilidad real de venta en el largo plazo mediante la creación de un banco malo. Por cierto esta medida no va a generar tampoco empleo, y lo que va a hacer es agudizar la injusticia de esta situación.

El precio al que se van a pagar es superior al de mercado, (como en todos y cada uno de los activos que se compran a la banca, activos que son comprados por el estado siempre con el fin de que la banca no pierda dinero), debido a que se va a incluir en la valoración las posibilidades de revalorización de estos activos, que van a ser definidas por entidades privadas, que por cierto están muy relacionadas con el sistema financiero.

En definitiva, lo que se va a hacer es pagar por encima del precio de mercado. Lo malo de este argumento es que el precio de mercado ya refleja las expectativas de la evolución de los precios y en este sentido es fácil entender que dado que se esperan bajadas importantes en el futuro; (¿Cómo es posible que se pague más por las viviendas incluyendo las perspectivas si estas son claramente negativas?), las compras se retraen aún más de lo que  corresponderían y por tanto el precio baja.

Pero lo realmente perverso de este sistema es que estaríamos ante un caso de doble enriquecimiento ilícito en el que los razonamientos varían en función de las partes, ya que nos encontramos con que las entidades financieras se quedan los inmuebles a un porcentaje del precio de mercado, precisamente por el riesgo y por las bajadas previsibles. Por tanto, cuando un deudor no puede pagar su piso, lo que ocurrirá es que perderá el piso valorado por el 60% del inmueble, (con carácter general, que puede ser menos cuando la deuda sea inferior a este valor).

Este es el caso más evidente en el que se siguen criterios diametralmente distintos cuando estamos hablando de la misma situación, (necesidad de valorar un mismo activo), pero con los actores en una situación distinta. Y este es uno de los casos más evidentes en los que se observa que las reglas de actuación favorecen con una claridad pasmosa a las entidades financieras frente a contribuyentes y deudores, que además en ocasiones son los mismos.

Sin embargo, este ya no es el caso que nos podemos encontrar en estos momentos, ya que ahora mismo, nos encontramos con una situación en la que ya ni tan siquiera se puede defender que el riesgo es para las entidades para justificar una valoración muy inferior al precio de mercado en las adjudicaciones hipotecarias. No puede ser considerado debido a que en realidad el riesgo no existe ya que se traspasa al contribuyente.

En este caso, lo que tenemos es directamente un caso de enriquecimiento de las entidades financieras, enriquecimiento que pudiera ser considerado justo en un tiempo, (de acuerdo a los criterios de los tribunales), pero que ahora mismo no puede ser defendido jamás.

Evidentemente, y dejando atrás consideraciones como la oportunidad de seguir rescatando entidades, (y ya es mucho dejar atrás), lo único que tiene cierto sentido es igualar la valoración de las viviendas, que deberán valer lo mismo, independientemente de quien sea el beneficiado y el perjudicado. Lo que no se puede entender es que existan varios precios para  lo mismo en función de a quién le interese.

Por supuesto, ahora mismo no vale aquello de la seguridad jurídica y los contratos firmados, ya que por un lado cuando se formalizaron todas las hipotecas no había garantía de que el contribuyente iba a asumir las pérdidas y dar pelotazos, por vía del decreto-ley y la deuda pública, y por otro lado al estar en una situación nueva siempre se puede negociar como mínimo. Por lo tanto, ahora mismo es la oportunidad perfecta de negociar. O se cambian las reglas de valoración o no se cambian.

Pena que olvidaba lo de siempre; cuando se pide que se cambie determinada norma que interesa a los bancos estamos hablando de flexibilizar las normas, pero cuando no interesa a estas mismas entidades lo llamamos seguridad jurídica.

 Y luego, claro está, nos encontraremos con que las entidades no han tenido ayudas, y todo ese rollo, a la vez que tendremos a la sociedad y los países arruinados, mientras las entidades siguen dando beneficios de todo tipo y color, incluso inventados con el patrocinio y el permiso de los reguladores.

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  1. en respuesta a Cambioyev
    -
    Nuevo
    #8
    17/08/12 17:59

    Totalmente de acuerdo. Ya ha pasado suficiente tiempo para superar el shock inicial. Y tenemos mucho trabajo por delante.

  2. en respuesta a Victorie
    -
    #7
    16/08/12 15:58

    Creo que no hay que esperar a nada ni a nadie. Cada uno, en la medida de sus posibilidades, con las pocas herramientas que tenemos, en el ámbito en el que nos desenvolvemos... podemos decidir remar en esa dirección.

    Una persona sola no puede conseguir nada. Muchas personas aportando su granito de arena sí pueden hacer que la situación mejore, si no por ellos mismos, sí pueden lograr que los que tengan la capacidad de tomar las grandes decisiones cambien de rumbo.

    John F. Kennedy tomó posesión como presidente de los Estados Unidos el 20 de enero de 1961. En su discurso inaugural habló de la necesidad de que los ciudadanos estadounidenses fueran más activos, pronunciando una de sus frases más famosas: "No preguntes lo que tu país puede hacer por ti; pregunta lo que tú puedes hacer por tu país."

    http://albertmedran.com/bloc_cast/2011/01/22/el-discurso-inaugural-de-john-f-kennedy/

    http://www.jfklibrary.org/JFK/Historic-Speeches/Multilingual-Inaugural-Address/Spanish.aspx

    En el momento actual, somos los ciudadanos españoles los que necesitamos ser más activos en la defensa de nuestros derechos y libertades, de una auténtica democracia, y en las propuestas de alternativas a las erróneas decisiones que están tomando.

    Por ello, creo que no debemos preguntar a qué o quiénes estamos esperando... mejor preguntémonos qué podemos hacer mientras los demás se deciden.

  3. #6
    15/08/12 08:22

    Gracias por la reflexión, a algunos el día a día no nos permite parar a mirar lo que pasa a nuestro alrededor. Me resisto a pensar que el sistema financiero hay que ayudarlo lo justo para no caer en un default-pais, lo que que es una vergüenza es que no se tomen medidas de más alto calado por lo que a control del sistema bancario se refiere.

  4. en respuesta a Cambioyev
    -
    Nuevo
    #5
    15/08/12 00:55

    Pues pongámonos a ello... a qué/quién estamos esperando?

  5. en respuesta a Juanff
    -
    #4
    15/08/12 00:37

    Uno de los escenarios futuros posibles hacia el que nos encaminan las decisiones que se están tomando es el de un mundo gobernado por los intereses de las grandes corporaciones empresariales y financieras por encima de los gobiernos nacionales y, aunque ya llevamos unos años en los que en cierta manera se atisban de forma intermitente estos procesos, si continuamos en esta dirección se hará cada vez mas palpable el traslado de la soberanía nacional radicada en el pueblo hacia la soberanía de los sectores que tengan la mayor capacidad para mover, redistribuir y concentrar la masa de dinero en circulación.

    Si lo consiguen y completan el proceso... bueno, ellos serán los dioses, los reyes o los amos del mundo, como quiera llamarse.

    Respecto a si es lo que deliberadamente pretenden... pienso más bien que no tienen esa visión a largo plazo, sino que tomando las decisiones que más les benefician van dando pasos que nos pueden llevar a esa situación final.

    Por eso creo que la sociedad debe tomar conciencia de cómo se está gestionando la crisis interesadamente, como ya la está tomando, y hacerles ver que no estamos dispuestos a seguir el camino del empobrecimiento social y del enriquecimiento ilícito de los magnates financieros.

    Porque creo que hay reformular los graves desequilibrios en las relaciones económicas que está perjudicando a la parte más débil, la población, y porque creo que debemos luchar por una democracia más auténtica y más justa y solidaria que la pantomima que tenemos actualmente.

  6. en respuesta a Cambioyev
    -
    #3
    Juanff
    14/08/12 23:29

    ¿Y no crees que lo que se pretende es precisamente destruir el sistema de estados-nación para acometer un nuevo sistema feudal donde las empresas sean los administradores únicos de su parcela?

  7. #2
    14/08/12 21:46

    Pues sí, hay dos conceptos claves en los que nuestros políticos y los grupos de presión financieros fundamentan el funcionamiento de la economía y "su teórica salida de la crisis":

    1- Generación de confianza. Normalmente entienden que la confianza hay que generarla ante los mercados financieros y ello lo consiguen, a su entender, dándole todo tipo de ayuda, encubierta o a pleno sol, a la banca o evitando el procesamiento de altos cargos de entidades financieras, por ejemplo.

    2- Protección de la seguridad jurídica. Normalmente se refieren a la seguridad jurídica de las corporaciones financieras y de grandes empresas concesionarias. Para garantizarla, no se pueden cambiar las normas de los contratos banca-cliente (incluyendo, por ejemplo, la dación en pago para las personas que han hipotecado su vivienda y no pueden pagarla) y no se debe poner límites a las cláusulas de indemnizaciones millonarias por cese en los contratos de la alta dirección de entidades financieras.

    Lo que este Gobierno, ni anteriores gobiernos, ni el resto del Parlamento (que lo demuestren con hechos, si no es así), no entiende o no quiere entender, es que no es posible salir de una crisis cada vez más profunda si no se toman todas las medidas necesarias que...

    GENEREN CONFIANZA EN LA POBLACIÓN Y PROTEJA LA SEGURIDAD JURÍDICA DE LA SOCIEDAD, de cada ciudadano.

    Legislando contra los intereses generales de la sociedad nunca habrá salida de la crisis, sino que estárán aumentando las probabilidades de una indignación con un riesgo de rebelión cada vez mayor que se irá propagando cada vez a más velocidad.

    Sinceramente, no entiendo cómo se puede estar tanto tiempo con la venda en los ojos y no verlo.

    Lo puedo decir más alto, pero no más claro.

  8. #1
    14/08/12 07:36

    Prácticamente lo que comentas es una "dación en pago" a favor de la banca, lo que debería servir para para forzar a la banca a que también acepte la dación en pago de la gente que no pueda seguir con su hipoteca, ésta dada en base a unos riesgos aceptados por ellos...


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