Memorias de un viaje a África (I)

Dicen que viajar cura muchos miedos y abre la mente. Sin duda un viaje a África consigue las dos cosas y te deja con muchas preguntas y reflexiones en la cabeza. 

En esta serie de artículos os cuento mi experiencia y espero poder compartir una parte del conocimiento que aprendí visitando estas tierras. 

La verdad que aquí la culpable es ella junto a la pandemia. Mi relación con África pasaba por el miedo natural a quien solo le asocia a esa región adjetivos o connotaciones negativas (pobreza, insalubridad, inseguridad, terrorismo), por lo que no estaba en mi lista de lugares adonde irme de relax luego del estrés de planificar una boda, sumado a un año de trabajo y estudio duros.

Pero en tiempos de COVID, no se está para escoger viajes y cuando llegamos a la agencia, solo teníamos esa opción o alguna combinación de sudeste asiático con Maldivas.

Una de las cosas más bonitas de una relación, es cuando te hacen superar tus miedos. En los últimos 5 años he subido a puentes colgantes, rascacielos, Torre Eiffel incluida, cuando en 25 años acercarme a cualquier altura habría sido un bloqueo mental automático. También he conseguido pedir en un restaurante o llamar por teléfono a preguntar o reservar algo, que aunque parezcan chorradas, para mí eran un suplicio.

En esto también logré superarme y ahí me vi con una reserva de 15 días para conocer Kenia, Tanzania y la Isla donde nació uno de los prodigios de la música del siglo XX (Freddie Mercury): Zanzíbar.

Lo cierto es que cuando vi el catálogo del viaje más en profundidad, más me daba cuenta de que sería algo inolvidable, pero los miedos seguían ahí.

Un repaso rápido de lo que necesitas para viajar a estos países:
- Vacunas: fiebre amarilla, hepatitis B, COVID, Malaria, fiebre tifoidea
  - En tu centro de salud internacional puedes acceder a dichas vacunas, algunas son gratuitas y otras tienen un coste. La fiebre amarilla es necesaria para entrar a Tanzania si provienes de otro país de África que era mi caso.
- Visados: tanto en Kenia como Tanzania debes sacar visados. Se tramitan online cuestan 50€ y más o menos en 48 horas lo tienes aprobado. Si vez que ha pasado ese tiempo y no recibes respuesta, consulta tu solicitud que puede que tengas requerimiento y no lo sepas.
- PCR: Ante la situación de COVID para entrar a ambos países se necesita el certificado de vacunación y la PCR de 96 horas antes. 

En la maleta además te recomiendan llevar ropa cómoda, larga y de colores neutros para los safaris. Así como antimosquitos, etc. 

La verdad que luego en los safaris veías a cada uno que se pasaba las recomendaciones por el forro e iba vestido como para una gala del MET o acabado de salir de una cena de empresa. 

Aquí importante señalar que me lo gestionó la agencia, pero como soy un poco friki de aviones y aerolíneas os cuento como funciona un poco las conexiones a esta región.

Tradicionalmente los grandes hub que conectan el mundo con África han sido París, Amsterdam y Frankfurt. Sobre todo el hub parisino con Air France ha tenido mucha vinculación con África sobre todo con sus excolonias.

Sin embargo un nuevo hub ha nacido en Medio Oriente y sin lugar a dudas ha llegado para quedarse. Las tres aerolíneas bandera de Turquía, Emiratos Árabes y Qatar y sus megaaeropuertos se han convertido en el puente entre Occidente y Asia-África.

En nuestro caso todos los vuelos de larga distancia fueron con Qatar Airways. Como curiosidad su flota apuesta mayoritariamente por los famosos Boeing 777 y 787 Dreamliner, mientras que sus vecinos de emiratos apuestan por los impresionantes A380 de Airbus (también tienen Boeing 777*)

Viajar con estas aerolíneas es una experiencia diferente sin duda. Lo cierto es que las conexiones de Barcelona, Madrid-Doha suelen ir bastante vacíos pero las conexiones de Doha salen con una ocupación altísima.

Punto y aparte hago para comentaros sobre la megainfraestructura que es el aeropuerto de Doha. Sin duda los varios programas que salen por Discovery, etc le hacen justicia. No es solo su tamaño con más de 120 puertas de embarque, lo que impresiona. Los centros comerciales con tiendas, restaurantes, salas de masaje, salas de descanso, sueño y todo tipo de lujo.
 

Si Nueva York es la ciudad que nunca duerme, el aeropuerto Hamad es su similar. Llegamos allí sobre la 1 de la mañana y aquello tenía una vida de ciudad despierta. Todas las tiendas, numerosas salidas de vuelo y todos los servicios abiertos.

Como curiosidad he mirado y en el día que escribo estas letras. Entre las 12 de la noche y las 2 de la mañana en dicho aeropuerto salen más de 60 vuelos. Y eso fue lo que vi en aquella madrugada mientras esperaba mi conexión a Nairobi.

Mi espirítu inversor se puso también la gorra de Lynch y comence a buscar si cotizaba las empresas que veía. Así tope con el iShare MSCI Qatar y sus componentes.

El vuelo a Nairobi tenía la pinta de ser totalmente distinto. Lleno hasta la bandera salimos en un viaje de 5 horas en búsqueda del país ecuatorial. Volvimos a cruzar el canal de Suez y sobrevolando el famoso cuerno africano y la deprimida Somalia, nos acercamos a Nairobi. 

Nuestros primeros minutos en tierras africanas fueron un poco caos. Saliendo del avión nos llevaron a una fila de esas sin control donde todos se agolpaban para enseñarle unos papeles a unos funcionarios. 

Cuando llegó nuestro turno luego de hora de espera (luego nos dirían que es cultural en Africa lo de que las cosas van despacio) el funcionario nos revisaba todos los documentos y en un inglés rudimentario nos decía que nos faltaba un papel y nos apartaba de la fila. Con un poco de ayuda de otros en nuestra situación averiguabámos que se necesita rellenar una aplicación online de control sanitario. 

Unos minutos más y ya salíamos de aquella cola interminable y luego de pasar otro control sanitario donde validaban la pcr y el carnet de vacunación llegamos a la aduana donde por primera vez sin problemas cruzaríamos y comenzaríamos nuestra esperada luna de miel. 

* luego leyendo la prensa local reflejaban muchas quejas del protocolo en el aeropuerto y acusaban al gobierno de inventarse los positivos para que los nacionales pagaran los 14 días de cuarentena en hoteles. 

Ya estamos en Kenia y toca disfrutar de 5 días de safari y todo tipo de climas y experiencia. 

Como soy un poco friki, una de las cosas que hice es leer un poco sobre el país y sino lo conoceis os dejo un poco de datos.

Aquí van 5 datos de Wikipedia

- Población: cerca de 50 millones sobre todo concentrados en las ciudades. Nairobi y su area metropolitana alberga casi 6 millones.
- Principales ciudades: Nairobi (capital), Mombasa (costa), Naivasha
- Moneda: chelín (1$-110 chelines aprox)
- Idioma: inglés y suahilí. (en los barrios ricos de Nairobi predomina el primero, en el resto el segundo)
- Religión: principalmente cristiana, aunque lo cierto es que es frecuente ver iglesias de otras congregaciones.

Aquí van otros 5 datos que aprendí durante el viaje y que dieron mucha curiosidad.

- Transporte: el más predominante son las motos. Se importan desde China y por unos 1000 dólares se venden. Lo más popular para moverte dentro de la ciudad o entre pueblos son los famosos MATATU. Estos transportes son los auténticos dueños de las calles de Kenia y sus conductores parecen ir compitiendo en el Rally Dakar, mientras su copiloto con medio cuerpo fuera del coche busca pasajeros. 

En las principales ciudades y carreteras cercanas el tráfico es bastante infernal y puede asustar un poco la velocidad y como realizan los adelantamientos pero es que cualquier conductor de allí parece sacado de Fast and Furious y en un trayecto se hacen más adelantamientos que en todo un año en F1. 

- Iglesias: Kenia debe ser uno de los países con más centros de culto por metro cuadrado del mundo. Es algo impresionante. En cada pueblo veías casi más centros de sanación, iglesias ghospel, templos que casas de los habitantes. También eran fácilmente distinguibles porque además de los carteles señalando, eran casi las mejores edificaciones de los pueblos.

- Gasolineras: otra cosa que te llamará la atención es que a pesar de no ser un país productor de petróleo, en una avenida de 500 metros puedes encontrarte hasta 10 gasolineras de todas las grandes compañías del mundo y locales. No se la causa pero cuanto menos es muy curioso.

- Escuelas: en cada localidad veías también decenas de escuelas de todo tipo. Desde separadas por sexo, asociadas a una religión o directamente centros privados que parecían sacados de serie de Netflix

- Guerra de Telefonía: enseguida que lleves decenas de kilometros te llamará la atención dos cosas.
        -  En cada pueblo vez muchas edificaciones pintadas de verde y un logo de Safaricom y otras de color rojo llamado Airtel. Enseguida pregunte y son el duopolio de las comunicaciones en el país. Si tienes el gusanillo inversor te dejo aquí un dato sobre Safaricom que te puede interesar: COTIZA EN BOLSA y coloquialmente lo ha petado desde su lanzamiento. Sus principales accionistas es Vodafone y el gobierno. Ver Annual Report
- En todos los comercios puedes pagar con un sistema llamado M-PESA similar a Bizum que funciona casi para cualquier pago que quieras hacer en un comercio, hospital, etc.

Enseguida que sales del aeropuerto te das cuenta de algo que te acompañará todo el viaje. Los duros constrastes de un país africano. Las avenidas son hormigueros de motos, coches, pequeños locales insalubres, mientras al fondo se levantan los grandes rascacielos del distrito financiero de Nairobi.

Nos tocó uno de los días de más tráfico del año, ya que cerca de las fechas navideñas ocurre una de las grandes migraciones poblacionales del país. Los residentes en Nairobi abandonan la ciudad y se van a los pueblos o a la costa a pasar esas fechas con las familias. Se estima que casi 4 millones de personas salen de la ciudad y yo creo que buena parte de ellas nos adelantaban por la derecha por la izquierda en nuestra ruta para salir de la ciudad.

El trayecto por carretera fue curioso. Cada 10 kilométros encontrabámos un control policial, donde rápido nos dimos cuenta que funcionaba más como un peaje de corrupción. Lo cierto es que en todo el viaje a los vehículos de safari no nos pararon ni una vez, imagino que las agencias deben tener algun acuerdo con la policía.

Nuestro destino final se encontraba al norte, una región montañosa y muy lluviosa. Unos minutos antes de llegar hicimos una parada para "mejorar la economía de Kenia". Con este eufemismo nuestro chofer se refería a las paradas diarias en tiendas de artesanía.

Creo que no he aprendido más sobre técnicas de negociación (regateo) que en este viaje, porque creo que tenía cara de hijo de Amancio Ortega, viendo os precios que nos pedían.

Aquí mi consejo es que si de verdad te gusta algo, cuando te toque decir el precio por el que estarías dispuesto a comprarlo di uno rídiculamente bajo y ya cuando te toque subirlo para llegar un acuerdo estará cerca del precio que vale o que al menos tu crees que vale. Sino te gusta regatear entonces mejor que le dejes algún dinero por usar sus baños y tranquilamente vuelvas al coche.

Luego de casi 3 horas de viaje se abrió ante nosotros la Reserva Natural de Aberdare, donde pasaríamos nuestra primera noche africana. La vegetación era impresionante y la sensación de que en el camino al hotel (está dentro de la reserva) te podía salir cualquier animal era indescriptible.

El hotel situado a más de 2300 metros de altura, estaba rodeado por una laguna y tenía un sistema muy curioso para avisarte de que se acercaban animales al mismo. Según el número de campanadas sabías que tenías en los alrededores una especie u otra. 

Lo cierto es que además de hienas, bufálos y algún Pumba, mi cansancio no me permitió levantarme de la cama cuando sonaron las campanadas anunciando que los elefantes se acercaban a beber. 

Nuestro siguiente punto en el camino sería un viaje largo pero lleno de experiencias. Justo saliendo del hotel, el conductor para el coche para enseñarnos algo que las nubes del día anterior no nos habían dejado ver. Si alguna vez existió un monte donde los dioses habitarán, debió ser el monte Kenya.

He visto pocas fotos que reflejen realmente lo impresionante de ver en el horizonte una montaña que se alza sobre las nubes con sus 5200 metros de altitud, pero aquí dejo alguna

La primera parada del día sería en un punto muy importante para un friki de la geografía como yo: la línea del Ecuador.

Tenían una pequeña tienda justo en la línea donde por 5$ te hacían un experimento rudimentario pero muy visual sobre el Efecto Coriolis. Con un cubo de agua y una cerilla, veías cómo con diferencia de pocos metros una giraba en dirección en las manecillas del reloj y otro en sentido contrario.

Nuestro siguiente destino estaría vinculado al deporte y naturaleza. Las cataratas Thomson además de ser uno de las maravillas naturales de Kenia, es una de las bases de entrenamiento de los corredores de fondo y medio fondo que tantas glorias han dado al país. Unas semanas antes escuchaba en la retransmisión de la maratón de Valencia, como los grandes corredores del país africano, provenían de una misma tribu: los kalenji.

En el pasado 2021 más de 30 corredores de esa tribu lograron marcas inferiores  a 2:06 a las que solo dos personas de Norteamérica en toda su historia han conseguido.

La siguiente imagen sacada de twitter también refleja lo extraordinario de la saga de corredores kalenjin

Nuestro destino final estaría al sur alrededores del Lago Nakuru, en la ciudad de Naivasha, muy frecuentada aún por ingleses y que se encuentra a las orillas del Valle del Rif.

El lago Nakuru muy conocido por los habituales de la 2, por tener una fuerte presencia de flamencos sería el primer sitio donde haríamos un safari y donde vería al primer león del viaje. Lo que no me dejó tan tranquilo es que lo vería a menos de 100 metros del hotel donde comíamos 😂

ETAPA 3 Naivasha- Masai Mara

El día comenzaba con ganas pues de Masai Mara todos durante el viaje nos hablaban maravillas. Para muchos una de las maravillas naturales del mundo, la sábana Masai si era la imagen que estaba acostumbrado a ver en la tele y en el Rey León de África.

Antes de llegar ahí rodearía al primer volcán que recuerdo haber visto en mi vida: el volcán Longonot

A medida que nos acercabámos a Masai Mara, nuestro conductor nos recordaba que comenzabámos a abandonar la civilización como lo conocemos y entrar en territorio de una de las tribus que mejor ha conservado su cultura original: los Masai.

Las tribus Masai son nómadas y a pesar de ser muy reconocidos a nivel mundial no son la de mayor población ni en Kenia, ni en Tanzania que es donde suelen habitar. Sus tradiciones muy cerradas, no han permitido la mezcla con otras tribus como ya es habitual en la región.

Visitar un poblado Masai, aunque parezca una turistada, te muestra como sobreviven en pleno siglo XXI una tribu, ante el ataque de leones, elefantes, cazadores furtivos y la escasez de agua en los últimos años que les dificulta el pastoreo de sus reces.

Os dejo algunos datos que aprendí en la visita:

- Los poblados tienen una duración aproximada de 10 años y es el patriarca el encargado de seleccionar el lugar de asentamiento.
- Cada poblado tiene un patriarca y generalmente son todos familiares
- Su principal actividad es el ganado y la venta de artesanías
- Una mujer equivale a 10 vacas que deben entregarse como dote al pedir el matrimonio.
- Se permite la poligamia al hombre pero por cada mujer debe proporcionar una casa. 
- Al ir a las escuelas, se les arranca a todos los miembros de la tribu un diente inferior para señalizar que son Masai
- Son conocidos por su poder de salto. Es impresionante ver los botes que pegan mientras bailan sus danzas tradicionales.
- Los poblados tienen una sola entrada para resguardarse de los ataques de león. Las casas son ellas con excrementos de vaca.

Aquí os dejo alguna foto curiosa de la visita a la tribu. 

Ya dentro de la Reserva de Masai Mara se desplegaba ante nosotros decenas de kilometros de sábana donde la inmensidad de animales se camuflaban con el pasto. 

Le dedico un apartado a estos dos días del viaje pues merece la pena explicar todo lo que ves allí. Ir de safari por Masai Mara es como decía nuestro guía ir al Corte Inglés de los animales.

Saliamos con el coche dos veces al día: de 7 a 12 y de 4 a 6:30. Aunque la verdad podías encontrarte animales en cualquier lugar. Justo el hotel estaba situado a las orillas del río Mara y era habitual sentarme a comer viendo cocodrilos e hipopotamos del otro lado de la valla claro está. En las habitaciones debías dejar cerrada porque monos y suricatas estaban al acecho de cualquier vestigio de comida.

Lo curioso del safari es que puedes pasarte una hora de trayecto sin ver nada y en otras ocasiones tienes la suerte de que a la salida del hotel estén elefantes y jirafas esperando por ti.

Según nuestro guía tuvimos mucha suerte, lo cierto es que ver más de 10 leones, guepardos cazando, manadas de elefantes y jirafas a menos de 10 metros son recuerdos que no se borran.

Los guías van comunicados por radio por lo que es habitual que en cuanto vean a uno de los Big Five se avisen. Cuando a kilometros de distancia veaís muchos coches aparcados era una señal inequívoca de que debías sacar los binoculares y buscar a un león, hiena o guepardo.

Una de las mayores críticas, es que la invasión de coches y la masificación cada vez hace más difícil la caza y la tranquilidad de los animales y en parte coincido. A pesar de que fui en una época baja de turismo se notaba que alrededor de los grandes animales, la aglomeración de coches, podía agobiar y en muchas casos estorbar. Porque está claro que los antílopes, ñus y cebras no son tontos, si ven a 20 coches con cámaras a su alrededor ya imaginan que algo está al acecho.

Aunque la reserva cuenta con muchas normas:
- No pueden salirse de los caminos oficiales
- No acercarse a los animales
- Debes estar en silencio cerca de ellos
- Está prohibido bajar del coche en la mayoría de sitios

Lo cierto es que la tiranía del Instagram hace que muchas personas paguen a los conductores para que los lleve a 1 metro del león o de donde descansan los guepardos, cuando a 10 metros se ven igual. Todo por la foto más guay.

Pero también el turismo, permite pagar para que existan más cuidadores del parque y combatan al mayor peligro para los animales: los cazadores furtivos.

Una curiosidad es que Masai Mara es una extensión del Serengueti pero del lado de Kenia, por lo que vesmucho debate acerca de cual parque es más bonito cuando realmente forman parte de un mismo ecosistema. Es como si nos pusieramos a discutir que parte de los Pirineos es más bonita la francesa o la española o del himalaya nepalí, tibet o chino.

Os dejo unas fotos pero sin duda Masai Mara es un sitio donde debes ir una ves en la vida para verlo con tus propios ojos.

Nos tocaba despedirnos de Kenia y salíamos de Masai Mara en uno de los viajes más largos del trayecto. Lo cierto es que no son recorridos largos en kilometros, pero el tráfico, el estado de las carreteras y tener que frenar cada un kilometro por las decenas de policías acostados que aparecían sin previo aviso, eternizan las distancias.

Justo a la mitad del viaje nos tocaba por primera vez ascender al valle del rif, una de los sistemas montañosos más impresionantes del mundo, por ser un oasis verde que baja desde el Mar rojo a tierras mozambiqueñas.

Ver las vistas desde sus montañas si que es una foto para recordar en la retina. También aprendimos que una parte de la energía del país viene de centrales térmicas que aprovechan el calor emitido por la falla. Pensar que en 10 millones de años ese valle separará a África formando dos continentes es algo que le daba más magia al lugar.

Unos kilométros más allá del Valle se levantaba ante nosotros la gran área metropolitana de Nairobi.

Como os comentaba al principio la ciudad puedes ver de todo. Ir por el bypass conduciendo y ver a tu derecha las mansiones del barrio Karen (donde está la casa de la peli Memorias de África) donde sus inquilinos tienen helipuertos, caballos y juegan al polo. Y a tu izquierda el barrio de Kibera, el segundo suburbio más grande de África luego de Soweto, te muestra los constrastes del país.

Nuestro hotel estaba situado a la izquierda del distrito financiero con sus rascacielos. Allí se encuentra radicada la Bolsa de Nairobi y los edificios de oficinas son dominados por las aseguradoras y por varios de los numerosos bancos que se pueden encontrar en el país.

Leyendo el periódico, caminando por sus calles y hablando con el guía pude conocer un poco sobre la realidad del país y de la capital.

Política: el país se enfrenta a elecciones el próximo año y es frecuente ver por todo el viaje anuncios electorales. También según nuestro guía hay una fuerte inversión en infraesctructuras cada vez que se acerca una votación para que el pueblo esté contento.
- Las mayores críticas de la oposición al gobierno iban encaminadas a que estaba regalando el país a los Chinos. Esta realidad no es única de Kenia, los países africanos y latinoamericanos han encontrado un prestamista y contratista de lujo en China, quienes le financia esos proyectos de modernización de carreteras e infraestructuras. Lo que pasa es que cuando estos países no pueden pagar su deuda, tienen que entregar a cambio puertos, aeropuertos y recursos naturales al estado de oriente y así es cómo silenciosamente ya dominan la mayoría de recursos estratégicos de ambas regiones.

Economía: la principal fuente de ingresos es el turismo, seguido por las exportaciones agrícolas y recientemente de flores. 

Seguridad: el principal problema es el terrorismo sobre todo en la zona fronteriza con Somalia y las disputas entre tribus. Pero tranquilidad al menos en las zonas turísticas hay una tranquilidad absoluta.

Al día siguiente nos tocaría madrugar y dejar atrás Kenia y adentrarnos en tierras del Kilimanjaro. Pero esto os lo cuento en la segunda parte de esta historia.

Os dejo con una imagen del Kilimanjaro captada desde Kenia, en el parque Amboselli tomada por nuestros compañeros de viaje.