Julian Assange, el baranda de Wikileaks, ha confirmado que a principios de año va a sacar los trapos sucios de Bank of America. Después de leer eso, he ido a mirar el gráfico esperando ver una rotura a la baja de sus mínimos anteriores, aunque sólo fuera por precaución, y me he encontrado con un doble suelo roto al alza durante los días de la noticia.
Ante esa divergencia de hechos hay que pensar un poco: Julian dijo que iba a tumbar ese banco y algún otro; mientras, el mercado dice que va a subir BAC.
Por supuesto, yo ni voy a comprar ni a vender BAC, pero si tuviera que hacerlo, acompañaría al mercado y no a Julian. Las manos que están comprando miles de millones de dólares todos los días de este banco conocen perfectamente los papelitos que va a publicar Wikikiki, y también el resto de datos que Julian desconoce. En cambio, Julian sólo conoce la pequeña parte de papelitos que haya podido leer. Además, aunque los hubiera leído todos, no tiene la preparación necesaria para saber el impacto que puedan tener en su cotización.
Aunque los trapos sucios apesten, no serán más inmorales que otros que se han publicado sobre otros grandes bancos y que han quedado en una reprimenda con la boca pequeña y una cita para jugar al golf al día siguiente. Después de esas publicaciones, los ejecutivos corruptos se han llevado calentitos a su casa 1.000 millones de dólares en concepto de bonus (aunque fueran niños "malus").
Mi recomendación es que nadie apueste a la baja basándose en unos papelitos que los amos del mundo conocen perfectamente y que puede que estén interesados en su publicación. Es difícil imaginar el interés que les mueve a propiciar que esos papelitos caigan en manos de Wikijili, pero ya sabéis que los caminos del señor, en este caso de los señores, son inescrutables.
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