He leído en varios medios de (in) comunicación, que repiten como papagayos las consignas que les arrojan en el pesebre los políticos de turno, que el euro está sufriendo durísimos ataques lanzados por los malvados especuladores internacionales. Un poquito de seriedad no iría mal.
Vamos a poner las cosas en su sitio:
PRIMERO:
El euro no está bajando, es el dólar el que está subiendo. Los que sólo disponen de la información que proviene de la paridad euro/dólar no pueden apreciar esta diferencia, pero los que tenemos la tabla de todas las divisas valoradas en miligramos de oro podemos ver lo siguiente:
El día 1 de diciembre del 2.009 (máximo del gráfico en la paridad euro/dólar) el dólar costaba 25.94 MILORS (miligramos de oro), mientras que para comprar un euro se necesitaban 39.11 MILORS.
El día 9 de febrero del 2.010, el dólar había subido hasta los 28.84 MILORS y, contra todo pronóstico, el euro también había subido, pero menos, hasta 39.79 MILORS.
Por tanto, queda claro que han subido las dos divisas, pero el dólar mucho más que el euro.
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Si buscamos las razones de esta fuerte subida del dólar, podemos encontrar argumentos más lógicos y con más peso que el esgrimido por los políticos con su rabieta infantil de que los malos nos están atacando.
Estos argumentos podrían ser:
El dólar, una moneda debilitada por la fricción de la máquina de imprimir billetes funcionando las 24 horas, incluidos los domingos, ha sido usada a lo bestia para financiar las compras de renta variable y de renta fija que han provocado la secundaria alcista más salvaje y más atípica de la historia.
A lo anterior se le suele llamar carry trade: los especuladores se financian con dólares a un interés muy bajo y con posibilidades de poderlo recomprar algo más barato a la hora de devolver el préstamo. Usan este dinero prestado para comprar toda clase de activos que cotizan en otras monedas.
Estos malvados especuladores curiosamente son los hados benefactores de los que durante el 2009 han cometido la temeridad de operar contra la tendencia, pues las compras de estos malvados han hecho subir las bolsas. Y, precisamente, estos beneficiarios involuntarios de las operaciones de estos especuladores que usaban el carry trade, son los que ahora los critican, sin saber que sus operaciones fueron las que les libraron de las consecuencias del grave error de operar contra la tendencia primaria. Cría cuervos…
Lo que realmente ha producido la subida del dólar ha sido lo siguiente:
1 – Los malvados especuladores no son tontos y saben que esta secundaria alcista se había pasado tres pueblos. Por lo tanto, empezaron a soltar lastre. Pero claro, cuando alguien que ha comprado el Banco de Santander con dólares prestados vende las acciones del banco, para devolver el préstamo tiene que volver a comprar los dólares que cambió a euros previamente para comprar las acciones. Si eso lo hacen muchos especuladores con grandes cantidades, ya tenemos explicada la subida del dólar por esas compras masivas del billete verde.
2 – En las últimas semanas, las ventas de acciones y las compras de dólares han aumentado significativamente a medida que la renta variable ha entrado progresivamente en tendencia secundaria bajista (estos malvados especuladores sí que se han leído la teoría Dow y han empezado a vender).
3 – Las fuertes compras de dólares han provocado un fuerte repunte al alza del dólar. Este repunte ha obligado a algunos especuladores del carry trade que todavía no pensaban cerrar sus operaciones a cerrarlas por la fuerza, bien por falta de garantías o porque las pérdidas con el dólar prestado eran más abultadas que los beneficios con las acciones compradas que ya no subían como antes. El cierre de estas operaciones ha provocado más alzas en el dólar y más descensos en la renta variable, produciendo el mismo efecto de bola de nieve que ocurrió cuando explotó el carry trade sobre el yen.
Conclusión: los famosos 8.000 millones de dólares que los supuestos malvados especuladores han apostado contra el euro para hundir la moneda europea y repartirse sus despojos en realidad sólo eran inocentes compras obligatorias de dólares para cerrar sus operaciones abiertas.
SEGUNDO:
No hay que olvidar que los grandes especuladores no son tontos. Ellos saben que NO pueden atacar al euro. Ni siquiera un banco central con fondos ilimitados se atrevería a atacar al euro o al dólar. Ninguna institución puede manipular una tendencia superior a la cuarta en una divisa de esa importancia. Los buenos especuladores operan con divisas, pero a favor de la tendencia. Querer fabricar una tendencia contraria a la que dictamina el mercado sería un suicidio financiero que ningún espabilado intenta.
La gente tiene en la memoria el chascarrillo de que Soros tumbó la libra esterlina, pero eso fue en otros tiempos. Además, Soros no provocó la caída de la libra, sólo puso en el platillo la pesa de 10 gramos que hizo decantar la balanza. El sabía que la fruta estaba muy madura y que con sólo tocarla se caería del árbol.
TERCERO:
Aunque fuera posible un ataque al euro, con 8.000 millones de dólares sólo hubieran logrado alguna sonrisa compasiva de algún operador del Forex. Este mercado es el más líquido del mundo y esas cantidades no suelen hacerle estornudar.
En otros medios he leído que en el mercado de futuros sobre divisas se había producido un volumen brutal etc. En el gráfico del euro/dólar que cotiza en el CME podemos ver que el volumen está dentro de lo habitual, incluso disminuye bastante durante la formación de la banderita bajista. Durante la explosión del carry trade del yen también se produjo la gran bajada del euro frente al yen con tres mástiles que tenían dos banderitas entre ellos.