Como se suele hacer últimamente, se dice que de rebote no vale y se anulan todas las órdenes.
Ahora va mi opinión:
Google ha entrado en tendencia primaria bajista. Algunos gestores de grandes fondos puede que hayan perdido dos tardes aprendiendo la teoría Dow, y se hayan decidido a ponerla en práctica. Puede que las acciones de Google no tuvieran la profundidad suficiente de precios y volumen de demanda para dar contrapartida a grandes órdenes de venta. Y puede que el vendedor no esperara que la demanda de Google fuera tan frágil.
De todas formas no pasa nada, está claro que el vendedor que es el que sale perjudicado es un pez gordo, y entre amigos no se van a hacer daño.
Cuando en enero ocurrió algo parecido en España con los futuros del Ibex-35, no he oído que hayan vuelto atrás esas operaciones. Seguramente el pobre que vendió la treintena de contratos no era del gremio.
Un ejemplo real de la gran diferencia de un mismo porcentaje dependiendo desde donde se calcule:
Anteayer el Sovereign llegó a bajar más del 70%. Desde esos mínimos, a continuación subió más del 100%. Y ocurrió un milagro. En vez de terminar a un precio superior al cierre del día anterior, se quedó a mitad de precio.
Siempre he dicho que cualquier valor puede subir el 5000%, pero sólo puede bajar el 100%. A simple vista eso parece una ventaja para el comprador, pero hay que analizarlo bien.
Si después de subir el 5000% el valor baja sólo el 99%, el inversor que estaba desde el principio con esa enorme ganancia acaba perdiendo el 50%.
Perder el 90% en un año no resulta nada difícil, de hecho lo hemos visto este año con muchos ejemplos. Pero ganar el 1000% en un año ocurre pocas veces. Por ello, hay que ser muy cuidadoso con las pérdidas abultadas, pues la mayoría son prácticamente irrecuperables si no se añade dinero fresco.