A veces nos parece que algún producto cotizado está muy barato y otras veces pensamos que cotiza a un precio absurdamente caro. Como lo más lógico es que el mercado no tenga en cuenta nuestra opinión, lo ideal es que, antes de operar con algo, tengamos en cuenta todos los datos que se pueden sacar del mercado.
Ademas del precio, el volumen y las tendencias, hay datos de mercado que son fiables y relevantes, y que la inmensa mayoría no tiene en cuenta para nada, pues nunca le han dicho a nadie que los mire. Como la gente sólo se fija en lo que dicen en el telediario, y allí nunca han mencionado las posibilidades analíticas del acordeón, este instrumento pasa desapercibido entre los operadores.
Para saber si un producto cotiza muy barato o muy caro, tenemos que ser capaces de medir la cantidad de grandes operadores que están implicados en ese producto y, además, tenemos que saber si lo están comprando o vendiendo. Este dato se puede analizar viendo si el volumen de contratación es concordante con los movimientos del precio, pero nunca está de más preguntarle al acordeón qué están haciendo y con qué intensidad.
MÉTODO DEL ACORDEÓN SIN SABER SOLFEO
El volumen de contratación nos suele indicar cuándo las manos fuertes están entrando a saco en algo o lo están soltando como si tuviera la lepra, pero si el acordeón lo confirma, tendremos más seguridad de lo que está pasando y de la intensidad con la que ocurre.
El volumen nos muestra cuándo los gordos operan y, si es concordante, nos indica la dirección en la que lo hacen. Como los grandes suelen operar con contratos de futuros y los contratos con mucha liquidez suelen ser los meses más próximos, en pocos meses se ven obligados a hacer el roll over. Esa obligación de hacer el roll over es la que nos da datos muy fiables de la dirección en la que están operando los que no se suelen equivocar.
¿Qué ocurre al hacer el roll over cuando los gordos están largos?
Están obligados a comprar el vencimiento siguiente y vender el que falta poco para llegar a vencimiento. Si hay mucha presión comprando el segundo vencimiento y vendiendo el primero, está claro que el segundo subirá y el primero bajará. Cuando un vencimiento lejano está más caro que un vencimiento próximo, a ese diferencial se le llama contango
¿Qué ocurre al hacer el roll over cuando los gordos están cortos?
Pues todo lo contrario. Venden el segundo vencimiento y recompran el primero. El vencimiento lejano se pone más barato que el cercano y a eso se le llama backwards.
Cuanto más grande sea la cantidad de contratos que mantienen comprados o vendidos, más se verán obligados a aumentar el diferencial al ejecutar el roll over.
RESUMEN:
Si los gordos están comprados a saco, el diferencial tendrá un fuerte contango. El contango será mucho más pronunciado cuanto más fuerte sea la posición que se mantiene comprada.
Si están vendidos a lo bruto, podremos ver un diferencial con un backwards muy fuerte.
La comparación del diferencial con su zona habitual de movimiento de precios (esto sirve igual para cuando está backwards que cuando está en contango), será un buen indicador de la presión compradora o vendedora que soporta el citado producto.
EJEMPLO: el crudo lleva varios meses bajando fuerte, pero el diferencial se ha mantenido en backwards hasta ahora. Estos días está intentando tímidamente entrar en contango. Aunque después de las fuertes bajadas da la impresión de estar muy barato, mientras se mantenga en backwards o con un contango muy suave será poco probable que tenga subidas apreciables, pues las manos fuertes no están tomando posiciones compradoras gordas.
EXCEPCIONES
Todo lo dicho no sirve para los metales preciosos ni para la renta variable. Ello es debido a que, si el diferencial en estos productos se saliera del que debe ser lógico según los tipos de interés y de los dividendos en la renta variable, cualquiera podría ganar dinero libre de riesgo haciendo la operación contraria y cubriéndose en el mercado de contado.
Precisamente, el que el oro en estos momentos esté en backwards (lo normal es que esté siempre en contango), indica todo lo contrario de lo que se podría esperar si fuera cualquier otra materia prima.
Si el oro está en backwards, cualquiera puede ganar dinero sin riesgo vendiendo el metal al contado y volviendo a comprarlo en el mismo momento en el mercado de futuros a un precio más barato. Gana la diferencia de precio en la compra/venta, más los intereses del dinero producido por la venta que mantiene en su poder hasta el vencimiento, se ahorra los gastos de custodia y almacenamiento, a los que hay que añadir el ahorro en el seguro de robo, que ya no es necesario.
¿Por qué nadie quiere ganar ese dinero fácil y sin riesgo?
Porque no se fían de que el vendedor del contrato de futuros les entregue el metal al vencimiento. Prefieren renunciar a una ganancia rápida y fácil, con tal de asegurarse de que el metal físico sigue bajo su posesión. No quieren asumir el riesgo de una liquidación de los contratos en papelitos de colores y quedarse sin metal en el momento que más lo iban a necesitar para mantener el poder adquisitivo de su patrimonio.
En el dibujo se puede ver que, cuanto más baja la parte de abajo o más sube la parte de arriba, más distancia hay entre cada hoja y la siguiente (spread) del acordeón.
Cuanto más grande sea el diferencial, más fuertemente se habrá tensado el precio al alza o a la baja de cualquier producto.