En 1972 el grupo del MIT dirigido por Donella Meadows bajo los auspicios del Club de Roma hizo público su informe "Los límites del crecimiento". A través del análisis de sistemas desarrollado por ellos predecían el colapso de la civilización comenzando por un pico en la producción industrial que debía tener lugar en 2015. ¿Ha acertado una predicción hecha hace 44 años?
Los límites al crecimiento
El análisis de sistemas es una de las herramientas más poderosas que hay para enfrentarse a problemas complejos que están compuestos de diferentes partes que interactúan. Lo que el grupo de Meadows hizo fue definir cinco variables (población, alimentos, contaminación, recursos, y producción industrial) y estudiar su evolución y relación entre 1900 y 1970, programando un modelo informático denominado World3 para analizar su evolución y los cambios en las variables en función de diferentes situaciones entre 1970 y 2100.
En la página 124 del libro publicado en base a su informe, el mundo fue sacudido por el siguiente gráfico que mostraba las conclusiones del estudio sobre la posible evolución de las cinco variables entre 1900 y 2100:
Figura 1. Publicación original de la salida de impresora del programa World3 para las condiciones estándar con las 5 variables principales marcadas. Hay 3 variables adicionales no marcadas, Las B corresponden a natalidad, las D a mortalidad, y las S a servicios per capita. Aunque no se daban más fechas que el principio en 1900 y el final en 2100, es fácil extrapolar que el primer pico, correspondiente a producción industrial tiene lugar junto con el de comida en 2015.
El modelo era simplista, algunas de las decisiones en que se basaba eran discutibles, y solo constituía una predicción "en el sentido más limitado de la palabra" como dijeron los propios autores. Sin embargo al haberse hecho muy poco por cambiar la evolución de esas variables, la discusión continúa hoy en día sobre la validez de sus postulados. El científico australiano Graham Turner del SCIRO ha actualizado los datos utilizados por el grupo de Meadows hasta el año 2014 comprobando que las desviaciones tras más de 40 años no son sustanciales como para sugerir otro resultado.
En su artículo Is global collapse inminent? Turner pone también el dedo en la llaga cuando dice: "De algún modo irónicamente, la aparente corroboración de los límites al crecimiento implica que la atención concedida por los científicos y el público al cambio climático, aunque tremendamente importante por derecho propio, puede haber distraído letalmente del asunto de la limitación de recursos, particularmente del suministro de petróleo". Creo que los lectores habituales de este blog saben que pienso que estamos cruzando la vía mirando hacia un lado (cambio climático) cuando el tren viene a toda velocidad por el otro (pico de petróleo).
Para los que no tengan ganas de leerse el artículo de Graham Turner, he actualizado una gráfica con los datos de "los límites del crecimiento" procedentes de Graham Turner desde el año 2000 hasta el año 2015:
Figura 2. Actualización a 2015 de los límites del crecimiento con datos provenientes de Graham Turner. Tanto la contaminación (azul), como los alimentos (naranja), recursos (violeta) y servicios (verde), se han desviado ligeramente a mejor. La producción industrial (rosa) y la población (negro) se encuentran muy próximas a los valores predichos. El pico de 2030 viene definido por el inicio del declive poblacional tras el declive económico producido por el fin del crecimiento de la producción industrial en 2015 y de los servicios en 2020. Fuente de la gráfica: Smithsonian Magazine. Modificada.
Para mí la cuestión principal es que si la predicción es acertada y hemos llegado a 2015 en que debería tener lugar el pico de producción industrial, deberíamos ser capaces de detectarlo.
El pico de producción industrial
La producción industrial es una medida de la producción del sector productivo de la economía. El sector industrial incluye manufactura, minería y servicios públicos energéticos (luz y gas). Es una pequeña parte de la economía, pero puesto que incluye todo lo que se fabrica y la energía que se usa para ello, es una buena medida de la evolución de la civilizción industrial.
La producción industrial global muestra una clara desaceleración en los últimos años.
Figura 3. Producción industrial mundial. Desde 2007 la producción industrial muestra un cambio de tendencia a largo plazo. La producción se está enlenteciendo a nivel mundial. Fuente: Yardeni Research.
Analizando la contribución a la producción industrial de las economías avanzadas y las emergentes, podemos ver que las economías avanzadas han visto estacada su producción industrial a niveles de 2005, cuando se inicia la crisis del petróleo, mientras que las economías emergentes que han crecido fuertemente a pesar de la gran crisis financiera de 2008, muestran un claro enlentecimiento desde 2011
Figura 4. Producción industrial mundial separada en economías avanzadas (rojo) y economías emergentes (azul). Las economías avanzadas continúan en 2015 en el nivel 100 que alcanzaran 10 años antes. Fuente: Yardeni Research.
La situación es aún más grave en la producción industrial de algunas de las economías de la OCDE, y especialmente en el caso del Reino Unido y la Eurozona. Aunque algunas economías de la Unión Europea, como Polonia, continúan aumentando su producción industrial, la mayoría están por debajo del nivel de 2006.
Figura 5. Producción industrial de la Unión Europea (negro) y de cinco países que pertenecen a ella. España (violeta), muestra una reducción del 24% de su producción industrial con respecto a los niveles de 2006. Fuente: Yardeni Research.
La medida analizada en "Los límites del crecimiento" es la producción industrial per capita. Puesto que la población ha seguido creciendo a un ritmo ligeramente decreciente durante las últimas décadas, la producción industrial per capita se ha visto más afectada que la total.
Figura 6. Producción industrial mundial (azul) y producción industrial per capita mundial (negro). La producción industrial per capita mundial parece estar llegando a la fase de equilibrio de una función logística (línea discontínua) que definiría su pico en 2015 o 2016. Fuente: Elaboración propia sobre datos del Netherlands Bureau for Economic Policy Analysis y de las Naciones Unidas.
De hecho el crecimieno de la producción industrial per capita parece estar siguiendo un modelo de crecimiento logístico y de ser así, estaría a punto de dejar de crecer si no lo ha hecho ya. La predicción por tanto de un pico de producción industrial per capita en 2015, a falta de confirmación posterior, tiene visos de poder cumplirse. Ello es sorprendente dado lo simple que era el modelo inicial en el que se basó la predicción.
La coincidencia puede deberse a la casualidad, pero los fundamentos teóricos que predicen un pico de producción industrial, un pico de comercio, y un pico de servicios antes de iniciar un serio declive económico son sólidos. Crisis tras crisis observamos que eso es lo que ocurre, y la diferencia ahora es que los ritmos de crecimiento se aproximan o alcanzan cero en las fases entre dos crisis, lo que demuestra el agotamiento del modelo y la incapacidad de crecimiento económico, iniciados en los países desarrollados y que se van extendiendo a los países en desarrollo hasta afectar a la economía mundial. Al mismo tiempo las crisis van ganando en severidad, apuntando a un futuro declive económico profundo y probablemente terminal, dada la situación energética y de agotamiento general de recursos baratos de extraer.
Causas del pico de producción industrial
Las causas de que la producción industrial apenas crezca no son que no se pueda fabricar más obviamente, ni tampoco que la población mundial no necesite más, puesto que hay 80 millones de habitantes nuevos cada año en el planeta que necesitan de todo. Obviamente en los países que más consumen es donde el crecimiento poblacional es menor, pero en condiciones de crecimiento económico su consumo sigue creciendo, aunque la deslocalización se lleve su producción industrial a otros países.
La producción industrial crece cada vez menos porque la inversión industrial (o capex, gasto en equipamiento) crece cada vez menos.
Figura 7. Declive a largo plazo del gasto en equipamiento (capex, capital expenditure) con respecto a las ventas en los Estados Unidos incluyendo el sector del petróleo (azul) o excluyéndolo (rojo). Este indicador muestra el porcentaje de sus ventas que las compañías reinvierten en su futuro crecimiento. Mientras que el sector del petróleo Estadounidense mantenía hasta la crisis de precios del petróleo un alto porcentaje de reinversión en la producción, el resto de la producción industrial muestra un declive constante de la reinversión. Fuente: Blonde Money.
En realidad se trata de una tendencia de muy largo plazo en las economías desarrolladas y que se está extendiendo también a las economías en desarrollo. Los productores industriales cada vez invierten una parte menor de sus beneficios en aumentar su producción futura, es decir en garantizar su futuro.
Figura 8. Porcentaje de los beneficios corporativos de las empresas de Estados Unidos reinvertidos en gastos de equipamiento. La media a largo plazo es del 88%. Esta medida es muy sensible a los periodos de crisis como principios de los 80, 2000, y 2008, cuando los beneficios corporativos se desploman y se produce un fuerte pico que lleva las inversiones sobre beneficios por encima del 100%. Sin embargo la tendencia a largo plazo desde mediados de los 80 a la reducción de la inversión en gastos de equipamiento es muy clara y actualmente alcanza niveles históricamente muy bajos. Fuente: Barclays.
La cuestión es por qué los productores industriales de forma coordinada reducen sus inversiones en equipamiento, lo cual es obviamente una pésima estrategia de futuro.
La respuesta es que los productores industriales no ven la necesidad de invertir más en equipamiento para aumentar su producción industrial porque la utilización de la capacidad industrial ya instalada también está disminuyendo.
Figura 9. Relación entre la utilización de la capacidad (rojo, derecha) y el cambio porcentual anual en inversión no-residencial (verde, izquierda). La utilización de la capacidad muestra un tendencia de reducción desde principios de los años 70. En general se considera que un productor industrial invierte en aumentar su capacidad de producción cuando la utilización de la capacidad ya instalada supera el 85%. Fuente: Hedgopia.
Ya estamos llegando al final de la madeja. La producción industrial apenas crece porque los productores invierten una menor proporción de su capital en incrementar su producción futura, y lo hacen porque la capacidad de producción ya instalada les sobra cada vez más. La razón de ello es que la demanda por sus productos se reduce. Volvemos a uno de los temas tratados a menudo en este blog, la crisis de demanda, aunque en general referida al petróleo. La crisis de demanda se produce por la intersección del crecimiento de la población, el estancamiento de la retribución laboral y el aumento de los costes de los insumos que incrementa los precios. Son tendencias de muy largo plazo que llevan cuatro décadas o más desarrollandose, y que se manifiestan cuando el nivel de endeudamiento de los trabajadores se hace insostenible para seguir financiando su consumo. Es una situación sin solución, porque aunque el nivel de población es reversible a muy largo plazo, la utilización de los recursos no renovables es irreversible. Las vetas más ricas y los yacimientos más baratos han sido agotados, y los recursos extraídos y dispersados.
Por eso el pico de producción industrial per capita predicho por "Los límites del crecimiento" hace 44 años es real, y aunque sea casualidad que se produzca en la fecha señalada, no lo es que se produzca. El pico de producción industrial es inevitable con las tendencias mostradas. No va a venir una época de vacas gordas y fuerte crecimiento que lo evite, porque no se pueden dar las condiciones para ello. Es mucho más probable que tenga lugar un empeoramiento que lo agudice, porque "a perro flaco todo son pulgas", y cuando las cosas van mal los acontecimientos negativos se vuelven mucho más probables que los positivos.
Consecuencias del pico de producción industrial
Pudiera pensarse, y algunos así lo afirman, que el fin del incremento constante de la producción industrial no tiene por qué tener consecuencias negativas. Es más, los proponentes del decrecimiento económico puede que lo vean como un paso positivo. Sesudos asesores y economistas piensan que la economía cada vez depende menos de la producción industrial y que la globalización y la deslocalización muestran que una economía moderna puede depender exclusivamente de los servicios y el conocimiento.
La realidad desgraciadamente muestra otra cosa. Los países desarrollados que mejor resisten los estragos de la crisis financiera del 2008 y de la subsiguiente crisis de deuda son los que tienen una producción industrial más alta, como los Estados Unidos, Alemania y Japón. Japón lleva dos décadas aguantando su particular crisis deflacionaria gracias a su alta producción industrial, que ha hecho que su balanza de pagos siga siendo positiva hasta recientemente.
Lo cierto es que en esto el grupo de Donella Meadows que elaboró "Los límites del crecimiento" también tenía razón. El declive de la producción industrial traerá consigo un pico posterior en los servicios per capita y producirá ineludiblemente el declive o colapso de la economía global. El mundo ha conocido economías que no crecían antes de la revolución industrial, pero estaban basadas en los recursos agrícolas y en una población que apenas crecía, y son incompatibles con nuestra economía y con nuestro nivel de población. No hay transición posible de nuestra economía a una basada en el decrecimiento que no envíe al paro a la mayoría de los trabajadores del mundo, con las consecuencias que cualquiera puede imaginar. El fin del crecimiento industrial presagia el colapso de la economía y presagia el fin de nuestra civilización industrial.
Es más difícil predecir los tiempos a pesar del acierto de la predicción de "Los límites del crecimiento", pero los 5 años que predice hasta el pico de servicios per capita (en 2020), y los 15 años hasta el pico de población y el inicio del declive generalizado (2030), constituyen una guía que no deberíamos ignorar.
Figura 10. Estimación de la probabilidad de los acontecimientos económicos indicados. Las explicaciones de estas estimaciones se dan en el texto de este artículo o en artículos anteriores.