A la hora de seleccionar un fondo encontraremos gran cantidad de ratios e indicadores que nos pueden ayudar a encontrar a un fondo que se adapte a nuestras necesidades. Por ello es necesario entender qué significa cada ratio y cuándo es útil para poder usarlos en función de nuestro perfil de riesgo. A lo largo del artículo expondremos los principales ratios de valoración y sus utilidades.
Ratios para analizar fondos de inversión
Ratio de Sharpe: Calcula la remuneración al riesgo que obtiene cada gestor en términos de diferencial de rentabilidad sobre la tasa libre de riesgo por cada punto porcentual de desviación típica del rendimiento de la cartera. Es uno de los ratios más usados, ya que pone en relación la rentabilidad del fondo con su desviación típica. La utilidad de este ratio dependerá de lo correcta que consideremos la desviación típica para analizar el riesgo de un fondo.
Ratio de Treynor: Es un ratio que mide la remuneración al riesgo que obtiene cada gestor, pero supone que la beta es un buen indicador del riesgo sistemático de la cartera en vez de la desviación típica del rendimiento de la cartera. Limita su aplicación frente al índice de Sharpe y otros ratios que no asumen estos supuestos.
Rc: La rentabilidad de la cartera en el periodo de análisis. Rf: La rentabilidad del activo libre de riesgo en el periodo de análisis. βc: Beta de la carteraEl alpha de Jensen, o índice de Jensen se define como el diferencial de la rentabilidad obtenida por el fondo y la que podría haber conseguido el benchmark con la misma cantidad de riesgo. Muestra si un gestor es mejor que el resto de los del mercado al superar de forma consistente las primas de rentabilidad por riesgo que se obtienen en dicho mercado. Por tanto la α que incorpora el índice muestra una buena gestión (si α>0) o una mala gestión (α<0). Se considera uno de los ratios que mejor valoran el valor que es capaz de crear un fondo de inversión. Tiene el defecto de que se basa en la Beta, y su fiabilidad está en entredicho.
Ri: La rentabilidad de la cartera en el periodo de análisis. Rf: La rentabilidad del activo libre de riesgo en el periodo de análisis. Rm: Rentabilidad del mercado βc: Beta de la cartera ui: Variable aleatoriaCoeficiente de correlación: Mide el sentido y la similitud en la relación entre el fondo y el mercado. Oscila entre 1 y -1. Positivo indica el hecho de que el mercado y el fondo fluctúan en el mismo sentido, cero que la influencia del mercado es bajo y que las variaciones del fondo son debido a otros factores, y negativo que el fondo y el mercado fluctúan en sentido contrario. Si este ratio es bajo, no tiene sentido analizar ni el Alpha ni la Beta, ya que ambas se basan en la correlación en sus fórmulas de cálculo.
Este es un ratio importante en la construcción de carteras de fondos de inversión, ya que el efecto positivo de la diversificación depende de la correlación entre los diferentes activos de una cartera, por lo que preferiremos componentes con las correlaciones más bajas entre sí.
Tracking Error: Mide la amplitud de la libertad o el margen de maniobra en términos de la volatilidad de la rentabilidad que el fondo tiene ante el mercado. Un tracking más elevado indica que el gestor tiene una mayor capacidad de salirse de su índice de referencia. Por ejemplo, si un mercado tuviera un rendimiento de +10%, y un fondo tuviera un Tracking Error de 5, significa que, de media, los rendimientos del fondo oscilarán entre 5 puntos por encima del índice (+15%) o 5 puntos por debajo (+5%). Existe una relación directa entre el Tracking Error de un fondo y su capacidad de batir al mercado.
Si buscamos fondos de gestión pasiva, debemos seleccionar fondos con un Tracking Error lo más cercano a 0 posible. En cambio, se consideran gestión activa los fondos con un Tracking Error superior a 5, prefiriendo lo más alto posible.
Volatilidad: También conocida como desviación típica, es la desviación media de la rentabilidad diaria del Fondo respecto a su media de rentabilidad. Se usa frecuentemente como medida de riesgo, ya que nos dice como de diferentes son los rendimientos de un activo, respecto a su media en un plazo temporal. Cabe destacar que es un dato poco estable en el tiempo y que depende mucho del entorno de mercado. La volatilidad anualizada de los índices de renta variable suele estar entre 15-18%. Pese a que su uso está muy extendido, la volatilidad no es la mejor medida de riesgo, ya que hay fondos con baja volatilidad y que siempre presentan rentabilidades negativas, y fondos con alta volatilidad y rentabilidades anuales positivas constantes.
Máximo drawdown: es la máxima caída que ha alcanzado un fondo de inversión en el tiempo que transcurre desde que un máximo es registrado hasta que vuelve a ser superado. Los drawdown son parte de cualquier curva de rendimiento de inversión. Cabe señalar que este indicador influye más en los inversores de perfil conservador, puesto que para ellos la volatilidad es más importante. Este ratio es muy útil (si el fondo tiene suficiente histórico) para medir el riesgo real al que está expuesto el inversor.
El máximo drawdown es un indicador más a tener en cuenta a la hora de seleccionar el fondo que mejor se adapte a nuestras características personales. Por definición, el máximo drawdown mide la diferencia que existe entre el máximo y el mínimo que el fondo ha registrado entre un máximo y el siguiente. Este indicador se expresa normalmente como un porcentaje con respecto al máximo alcanzado por el fondo.
Cantidad de periodos en negativo: Muchos inversores defensivos se preocupan por la cantidad de veces que el fondo presentará pérdidas. Un ratio para ellos, consiste en dividir el número de meses o trimestres en negativo en los últimos 5 o 10 años, lo que nos dará una referencia del riesgo del fondo. Este ratio es útil junto con el máximo drawdown.
Ratio de costes netos: Es la medida que nos indica las comisiones anuales que cobra un fondo. Este ratio, también conocido como TER (no siempre coinciden ya que algunas entidades incluyen datos diferentes), incluye todos los costes soportados por el fondo, desde la comisión de gestión, éxito, custodia y costes operativos, por lo que es el ratio que mejor nos indica las comisiones totales de un fondo de inversión.
Siempre preferiremos fondos con el menor ratio de costes netos, ya que todos los estudios sobre la materia coinciden en que las altas comisiones son una de las principales causas de la baja tasa de éxito de la gestión activa.
Ratio Value: pone en relación la capacidad de salirse de un índice de un fondo, con sus comisiones cobradas. Es evidente que si un gestor cobra un 2% y replica al índice, su rendimiento será un 2% inferior al mismo, de ahí la importancia de relacionar estos conceptos. Con este ratio encontraremos a los falsos fondos activos, siendo el mínimo que le pediremos a un fondo de gestión activa un Ratio Value de 2,5.
Percentil en su categoría: En las fichas de fondos podemos encontrar la posición relativa de un fondo respecto a su categoría. Independientemente de la rentabilidad obtenida, este dato nos pone en contexto el resultado del fondo. Supongamos un fondo que pierda un -5% un año, podríamos pensar que es un mal fondo, pero quizá su categoría ha perdido un -15%, siendo uno de los mejores fondos de ese año. Debemos tratar de buscar fondos que se sitúen, de media en los últimos años, por encima del 50% de su categoría, siendo mejor a más alto.
Ratio omega: El Cociente Omega pone en referencia los beneficios obtenidos por un fondo en la parte buena del ciclo económico y las pérdidas sufridas en la parte mala. O dicho de otro modo: cuántos euros se ganaron en las subidas por cada euro arriesgado en las bajadas.
El dato definitivo de Ω se daría una vez finalizado el ciclo (cuando se inicie la siguiente gran bajada). Este tipo de movimientos son muy lentos de detectar. Si esperásemos a que acabase definitivamente el ciclo el indicador tendría demasiado retraso, por ello lo calculamos en el momento actual. Es decir: cuántos euros llevamos ganados desde el último valle de la gráfica en relación a los euros perdidos de la cumbre al valle.
El ratio de Sortino, muy parecida a el ratio de Sharpe, utiliza como medida de la volatilidad una medida de dispersión de los rendimientos negativos, con lo que permite diferenciar entre la “buena” y la “mala” volatilidad y un mejor análisis de la performance de su cartera.
El ratio de información: Este ratio ha sido desarrollado por la propia industria de gestión. Su uso se ha extendido para medir la performance de la cartera en relación a al Tracking Error y mide adecuadamente el valor añadido por el gestor al extraer la diferencia de rentabilidad de la cartera y el benchmark. Los fondos de calidad, se situarán en la parte positiva del Tracking Error, superando así la rentabilidad del índice con su gestión. En cambio los fondos peores destruirán valor con su gestión, situándose en la zona negativa del Tracking Error, siendo el resultado de este ratio negativo. Siempre buscaremos que este ratio sea lo más alto posible. Este ratio es uno de los mejores para valorar la calidad de un fondo y su capacidad para batir al índice de referencia, pero hay que tener en cuenta que es necesario que el índice sea comparable con el fondo o no será fiable.
Sharpe Corregido: Pese a que no nos ayuda a seleccionar un fondo en concreto sí que nos ayudará a encontrar qué fondo se ajusta mejor a nuestra cartera, teniendo en cuenta su relación rentabilidad riesgo y nivel de diversificación que aporta a la cartera. Para más detalle consultar este post.
Conclusiones
Existen gran cantidad de ratios para valorar y analizar fondos de inversión. Debemos tener en cuenta que para cada tipo de fondo y perfil de riesgo hay unos ratios con más sentido que otros, y que no hay medidas estandarizadas, ya que debemos analizar los ratios en su conjunto. Los inversores tienden a fijarse mucho en la rentabilidad y en la volatilidad, y a largo plazo estas no son las únicas medidas que hay que tener en cuenta para seperar a los buenos de los malos fondos de inversión.