Cuando Apple llego a 240 hace 2 meses, estuve a punto de vender, porque se veía muy sobrecomprada y llevaba ya mucho subido. Afortunadamente no vendí, porque se ha ido derechita a 290, sin dar una oportunidad de entrar a quien se haya salido en algún momento... y una vez más, no hacer nada demostró ser la mejor estrategia...
Sin embargo, hoy sí que voy a liquidar la mitad de mis Apple; quizá para recomprarlas más abajo, si da oportunidad, o quizá me encuentre otra cosa por ahí. Porque concurren ahora varios factores:
- Voy muy cargado de Apple. Ya a precio de compra era una posición doble (compré primero a 167 y luego doblé a 144), y con lo que ha subido, es ahora mismo 3x el tamaño de la segunda posición de mi cartera; vendiendo la mitad, será aún mi mayor posición en la cartera de acciones.
- La sobrecompra es muy fuerte. Cierto que ya lo era en 240 y no fue problema para que haya subido más del 20% en dos meses, pero en algún momento tendrá que tomarse un respiro... y la media de 200 está aún por 220, por lo que una "pequeña" corrección no sería tan pequeña.
- Los múltiplos están en máximos. De forma justificada, en mi opinión, porque todos los segmentos del negocio van muy bien y se han puesto las bases para un magnífico 2020 y 2021... pero cuando lo bueno ya está descontado en el precio, que salgan bien las cosas ya no provoca subidas como antes.
Pero sobre todo, hay un factor que me lleva a vender precisamente ahora: la mala fiscalidad que va a tener hacerlo. Es una operación de antifiscalidad intencionada. Porque mucha gente estará, como yo, con el dedo en el gatillo para vender, pero se cortan porque nos sentamos sobre unas plusvalías muy grandes, y si se vende este año, hay que pasar por caja de Hacienda, así que los que quieren vender se esperan para el año que viene. A esto hay que sumar también que los fondos tienen que publicar su cartera a cierre de año, y van a querer salir guapos en la foto y querrán salir con bastantes Apple en la cartera de 2019, ¿no? Otros posibles vendedores esperando el cambio de año para vender...
Desde luego, no es algo que haya inventado yo; la táctica de "Los dogs del Dow" tiene una base similar: los que lo han hecho mal en el año se acaban vendiendo más en diciembre para aflorar minusvalías y para no salir fea la foto de fin de año de los fondos, y al siguiente año se alivia la presión vendedora y suben. Pero sí que tengo la antifiscalidad especialmente presente por mi experiencia, ya que la que probablemente haya sido mi mejor inversión empezó precisamente como una pésima jugada fiscal: Compré una emisión de preferentes a precio de derribo, justo antes de que pagaran el cupón, lo que provocó que yo cobrara inmediatamente el cupón (sufriendo la correspondiente retención de Hacienda) mientras que el que me la vendio se llevó el dinero sin retención... vale, sí, pero yo compré a precio de derribo, y las vendí muy bien vendidas y les gané mucho, y si el precio para eso fue tragarme un sapo fiscal, ¡muchos así que vengan!.
Aún así, la jugada correcta no sería vender ya, como voy a hacer yo, sino abrir cortos con CFDs y ya deshacer acciones y cortos al año que viene (es decir, pasado mañana), con lo cual diferiría la tributación un año. Pero francamente, no me apetece liarme con derivados... ni ponerme a escaquear impuestos, ni aunque sea legalmente, porque al final los impuestos son necesarios.
Veremos cómo queda la jugada; no sé si podré recomprarlas a 250, si me mantendré con más liquidez como dice theveritas, o si cargaré de algo por ahí... pero tened presente que si compráis y vendéis optimizando la fiscalidad, vais a ir con el rebaño y vais a ser muy fáciles de atacar; como dice el último post de TheRebuzner, actuar en contra del sentido común funciona en la guerra y en los mercados:
El sentido común dirige al recluta novato: localiza un objetivo y decide alcanzarlo cuanto antes. Así actúa en la vida normal y, por lo general, obtiene buenos resultados. Sin embargo, la lógica en un entorno de conflicto es diferente a la de la pacífica vida civil. Al actuar con sentido común, yendo a por los objetivos de manera directa, el soldado-inversor actúa de manera predecible. El enemigo, que también conoce los dictados del sentido común, sabe qué comportamiento esperar y, por tanto, dónde colocar su trampa. En un entorno de conflicto, la forma más rápida, directa y segura de llegar a un objetivo es a través del camino que, a priori, parece menos rápido, menos directo y menos seguro. Ese conflicto entre lo paradójico y lo lineal está tan presente en la guerra como en el mercado.
PD: Aunque quizá vuelva a pasar que lo mejor sea no hacer nada...