En el post publicado hace poco menos de un año Mantras energéticos: Un petróleo barato no significa necesariamente que sufra el sector de las renovables, ataqué con hasta siete razones el muy extendido mantra de:
Cuando el precio del crudo baja, las empresas que trabajan las renovables sufren
Ha sido la mentira más extendida en el sector energético desde que el precio del crudo empezó a desplomarse. No pocos auguraban que el desplome del crudo afectaría severamente a las energías renovables, mucho menos competitivas.. me da la risa floja. En todo el mundo cuando se celebran subastas para instalar centrales eléctricas por el método del precio más competitivo, suelen ser las renovables las que ganan. Sin embargo, en España en la primera subasta para renovables gran parte de la potencia se ha adjudicado sin primas, a precio de mercado.
Un mantra que sólo es parcialmente cierto, cuidado, en en el caso de productos fabricados a partir de energías renovables que compiten directamente con derivados del petróleo, por ejemplo biodiésel o etanol.
Y es que hemos de recordar que las fuentes renovables que producen electricidad no compiten con ninguna central eléctrica que consuma derivados petrolíferos salvo en países muy concretos, como Arabia Saudí y otros regímenes que cometen la barbaridad de quemar uno de los mayores tesoros del subsuelo de forma tan ineficiente.
He recordado este post precisamente porque se ha constatado que la inversión mundial en renovables ha seguido creciendo a lo largo de 2015 a buen ritmo. Cuanto todo el mundo esperaba un desplome, la inversión en renovables va y crece un 4%, gracias sobre todo a la competitividad de eólica y fotovoltaica, las cuales crecieron un 30% combinado. Y ojo, ya avisé en su día, hace dos años, (Impresiones sobre instalación de energía solar fotovoltaica en el mundo para esta década) que la fotovoltaica iba a ser probablemente la renovable número uno por potencia instalada en 2020, desbancando a su hermana eólica. Se preveía que se instalaran 56 GW fotovoltaicos en 2015.
Objetivo cumplido, han sido finalmente 57 GW. Para hacernos una idea, se trata de 50 veces la potencia de la central nuclear de Almaraz, una de las más potentes de España.
Y ahora que ha quedado claro que las renovables tienen un esplendoroso futuro por delante que ni siquiera un crudo barato puede torcer, deberíamos lanzarnos a invertir en todo lo que se menea y huela a viento y sol, ¿no es así? Pues no. Hay que tener mucho cuidado donde ponemos los cuartos y en que tipo de empresas, no vaya a ser que nos llevemos un chasco como ha pasado recientemente con la primera resolución de los tribunales de arbitraje sobre la retroactividad normativa de las renovables en España. Veamos.
Hemos conocido gracias a que el Ministerio ha filtrado el laudo cuando no debía hacerlo, que un tribunal arbitral ha desestimado la primera demanda internacional de afectados por la retroactividad en la legislación sobre las primas al régimen especial, incluída las energías renovables, ejercida por el Reino de España. Se trata de un verdadero mazazo para fondos internacionales que en su día apostaron por la seguridad jurídica española, pero también contra productores domésticos arruinados por las promesas rotas de un BOE que incluso defiende el Tribunal Supremo.
Guste o no, es lo que hay y conviene adaptarse y asumirlo.
- Fase 1: Negación. Superada.
- Fase 2: Ira. Superada parcialmente.
- Fase 3: Negociación. Superada, no cabe negociar nada.
- Fase 4: No aplica: No me deprime personalmente.
- Fase 5: Aceptación. En ello andamos.
Si aceptamos e integramos el hecho de que las pérdidas provocadas por el gobierno deberían ser provisionadas en los balances de las empresas propietarias de las centrales eléctricas, quizás evitemos arruinarnos. En el artículo Los muertos en el armario de Saeta Yield, continuación de El insostenible dividendo de la Saeta (directa al corazón del inversor minoritario si osara ponerse a tiro), explicaba:
Hay tres activos muy problemáticos en el interior de Saeta Yield. Pronto se unirán tres muertos más. Espero y deseo que en la Corte Internacional de Arbitraje, cuando toque, que puede ser dentro de varios años, le den la razón a los demandantes que acusan al Reino de España de haber violado las reglas de juego. Pero las consecuencias las sufriremos los contribuyentes y algún ministro se irá de rositas. Sin embargo, ganar un litigio es un futurible. Pudiera ocurrir.
O no.
Mientras tanto, los accionistas verán como se descapitaliza o endeuda la sociedad para hacer frente a un dividendo insostenible.
Saeta Yield se ha comportado de manera discreta desde su OPV, ha caído más de un 20%. Habrá quien piense que no se merece una regañina muy fuerte porque ha caído tanto como el Ibex durante ese periodo. Pero no puedo evitar compararla con otras supuestas vacas lecheras, como las SOCIMIS. Por ejemplo, la estupenda Merlin Properties, una de las empresas del selectivo que más me gusta, o incluso Hispania. Creo que los seis muertos termosolares tienen mucho que ver en la valoración actual de Saeta Yield, y más que influirán a futuro.
Pero si hay una Yield que se lleve la palma de la ruina esa es Abengoa Yield que, por perder, ha perdido hasta su nombre original (pasará a denominarse Atlántica Yield para que ningún inversor ose relacionarla con una de las más trágicas historias de la atávica celtiberia empresarial)
Abengoa Yield tiene en su interior una nutrida representación de centrales termosolares construidas en exclusiva por Abengoa que probablemente no verán modificada su retribución por los tribunales de arbitraje internacionales visto el primer precedente. De más está decir cual es el futuro que preveo para la cotización de la empresa. Cotiza actualmente sobre los 17,5$. En realidad, no entiendo que hace pasando de los 10$.
Conclusiones
Vean ustedes mismos y juzguen.
Comparativa Vestas - Gamesa - Saeta Yield - Abengoa Yield.
Sean prudentes. No inviertan a locas. Las renovables son más que el futuro: son ya el presente, pero eso no implica que debamos lanzarnos a ciegas sobre cualquier empresa.