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Aprovechando que se está destrozando, digo, reformando la Ley de Hidrocarburos, al igual que se hizo con la Ley del Sector Eléctrico hace poco, el gobierno de Mariano Rajoy ha dejado la puerta abierta al soborno a los propietarios de terrenos, ayuntamientos y comunidades autónomas que alberguen un proyecto de explotación de hidrocarburos en un futuro.

Rajoy crea un impuesto para vencer la oposición social a las prospecciones

 

La motivación oficial de este impuesto es muy sencilla, redistribuir la riqueza que esconde el subsuelo de forma que afecte, en un 1% de cuantía, ojo, a los afectados por la explotación, es decir, administraciones públicas y propietarios de los terrenos. El gobierno, magnánimo como él solo, ha abierto la lluvia de millones para las comunidades autónomas cercanas a una explotación marina de hidrocarburos, incluso aunque no tendría que hacerlo. Y es que el dominio marítimo-terrestre es competencia exclusiva del Estado. Legalmente una comunidad autónoma cercana a una plataforma de explotación de shale oil a 50 km de la costa no tendría ni que oler los millones. Evidentemente este "detalle" de la reforma de la Ley va claramente direccionado a Canarias.

En Canarias lo han dicho bien claro, se trata de un intento de soborno y parece que no ha colado. En el caso canario se habla de entre 300 y 400 millones de euros para toda la vida de la explotación si todo va bien, pero parece que ni así van a olvidar que los riesgos potenciales son mucho mayores que los posibles beneficios y que lo que le ofrecen son "migajas".

Creo que cualquiera puede entender que el titular de El País está errado. Indudablemente el impuesto no lo ha creado el actual presidente,ni siquiera su equipo de ministros. Esta idea ha salido directamente del oligopolio que controla con mano férrea la producción y distribución de recursos energéticos fósiles de España, de los cuales dependemos en casi un 80% hoy día, y cuyos consejos de administración han creado confortables poltronas para antiguos miembros de cada gobierno. Todos conocemos estas empresas, son los antiguos monopolios estatales privatizados para ser colocados a los amigos de turno y que impiden cualquier tipo serio de democratización energética en la Península, valga como ejemplo que la normativa para regular el autoconsumo eléctrico lleva dos años en sique seco, no digamos ya el balance neto, que parece ciencia-ficción en España cuando en muchos países de la OCDE es ya una realidad.

Los expertos americanos del sector coinciden bastante: La geología española no es ni mucho menos la idónea para acometer proyectos de fracking. Nuestro subsuelo tiene estratos poco planos, más bien zigzagueantes, arriba y abajo, por lo que las vetas de mineral cambian mucho en cota a medida que vamos recorriéndolas. Esta es luna razón de que, por ejemplo, el carbón asturiano nunca haya sido rentable.

Algo parecido pasa con el fracking. Parece ser, y yo me dejo llevar por las opiniones de los expertos de allende el océano que no ganarían nada diciendo esto pero entienden del tema, que el único país europeo en el que se pueden dar unas condiciones óptimas remotamente parecidas a lo que ocurre en Estados Unidos, es Polonia. Allí el fracking cuenta con grandes simpatías. Además se tratarse de un terreno esencialmente plano y apenas haber turismo de importancia, no tienen energía solar y la eólica sólo se da en la costa. Los recuerdos de dependencia del "amigo soviético" causan escalofríos y bajo ningún concepto quieren depender del gas ruso. Bueno, tiene cierto sentido que quieran creer en la "independencia energética que proveerá el fracking" (dicho sea de paso, suerte a nuestros amigos polacos, la van a necesitar).

En España las condiciones son muy distintas. Parece que el mejor terreno para una explotación de fracking está en Cantabria. Si han ido a Cantabria sabrán que es un bello rincón de la geografía española al que no le falta sol, ni viento ni biomasa. Pero aún así se quieren empeñar, con la oposición rotunda de la mayoría de la sociedad cántabra y su gobierno en agujerear el subsuelo como si no hubiera un mañana. ¿Por qué? Porque son unas pocas empresas las que podrían controlar el cotarro, lo que les asegura el monopolio, perdón, oligopolio efectivo sobre los recursos y su distribución. Y es ahí donde está la madre del cordero, en tener a los consumidores atados a las pocas opciones disponibles en vez de procurar que ellos mismos generen y consuman su propia energía,que es lo que intenta promover cualquier sociedad avanzada europea en virtud de las Directivas Comunitarias.

Nos venden la prospección de yacimientos de fracking gas y shale oil como si fuera la solución a nuestros males, pero solo se trata de un ingreso más en la cuenta de resultados de sus conglomerados empresariales. Nunca está de más de más recordar en que consisten las milagrosas panaceas energéticas.

 

  1. Se trata siempre de recursos finitos que se localizan en el subsuelo y que algún día se agotarán o bien su extracción ya no sea interesante.
  2. Con este nuevo recurso se anuncia por fin la tan deseada independencia energética. Me explicarán como puede ser un Estado independiente desde el punto de vista energético si el recurso es finito, es decir, agotable. La fiesta durará unos años a lo sumo.
  3. La extracción y tratamiento del recurso conlleva una ingente cantidad de inversiones muy intensivas en capital que necesitan de fianciación preferente, ayudas públicas, etc.
  4. No está muy claro que devuelvan más energía de la que se consume en procurar su extracción. En muchos casos la Tasa de Retorno Energético podría ser menor que 1, pero mientras sea económicamente interesante, adelante con los faroles.
  5. Las posibilidades son tales que se promete a bombo y platillo una revolución energética que resolverá los siempre presentes males energéticos de la sociedad moderna.
  6. Los permisos de exploración y extracción se conceden en exclusiva a empresas privadas. La administración pública se limita a conceder el permiso casi siempre gratis, dado que hay puestos de trabajo prometidos. Si los poderes públicos presentaran algún reparo basado en dudas razonables, tales como el principio de precaución, la empresa dirá que la administración se niega a dialogar, que cierra la puerta a la creación de puestos de trabajo y que perjudica la atracción de inversiones.
  7. Los anuncios de panacea energética suelen darse justo a continuación de una crisis económica.
  8. En el caso de España, la tecnología de extracción, preparación y mantenimiento suele ser extranjera, y no precisamente barata. Con el fracking estamos viendo como se importa maquinaria desde Estados Unidos sobre todo. (Mientras, las empresas renovables españolas hacen la maleta hacia Estados Unidos y el resto del mundo).
  9. Las empresas que pueden beneficarse de la captación y venta del recurso son escasas, famosas y se suelen constituir fácilmente en régimen de oligopolio. Por supuesto el oligopolio energético presente en el país está siempre a favor de la nueva panacea energética de turno. Y por supuesto lo primero que hacen es nombrar un foro o asociación por el diálogo y el entendimiento de la nueva panacea energética para las necesarias labores de propaganda. No suelen dar la cara porque no inspiran mucha confianza en el consumidor, pero no desaprovechan ningún foro para mostrar su entusiasmo por la nueva panacea.
  10. Dadas las innegables y inconmesurables ventajas que nos trae la nueva tecnología, se reclama insistentemente una mayor relajación normativa y ambiental así como un apoyo financiero público cuantioso.
  11. Los problemas medioambientales suelen ser minimizados o directamente ridiculizados.
  12. La población local cercana al yacimiento energético suele beneficiarse de algunos puestos de trabajo, pero no participa en el reparto de beneficios y, por supuesto, sufre  la peor parte de la historia en relación a los efectos sobre el medio ambiente (minas o perforaciones, alteración de la calidad del agua, suelo y aire, etc.)
  13. Son siempre recursos energéticos que no sólo no ayudan a que la producción y consumo de energía se democratice, sino que redunda en una mayor exclusividad de la producción de energía y colocan al consumidor como un mero precio-aceptante a la hora de adquirir su energía.

 

Hasta aquí lo que podemos leer todos entre líneas en la prensa. Ahora os contaré mi particular interpretación de lo que ocurrirá si algún día estas explotaciones de petróleos ultraprofundos y de fracking gas llegaran a ser una realidad en España.

 

El fracking gas necesitará de apoyo económico estatal y lo pagaremos entre todos los consumidores

Los impuestos para sobornar a los agentes involucrados en el proceso no sadrán de la nada, lo pagarán las empresas oligopolísticas concesionarias y trasladarán el precio a los consumidores. Esto añadirá presión al precio final del hidrocarburo obtenido, pero no será nada comparado con el hecho de que la geología española no permitirá obtener un recurso medianamente barato. Como ocurre y sigue ocurriendo con el carbón asturiano, el fracking gas necesitará de primas, tarifas especiales o incluso subvenciones directas para poder competir con el gas argelino. Ese dinero de apoyo público para, dirán en un futuro, "ayudar a una energía autóctona que nos librará de la tiranía de la dependencia energética", saldrá de la tarifa del gas y contribuirá a incrementar un ya existente déficit de tarifa sobre el gas.

El déficit de tarifa del sector del gas ascendía a cerca de 1.000 millones de euros a finales de 2013, pero sumando los cerca de 1.400 millones de euros del fiasco de El Castor, nos plantamos para 2015 ya en más de 2.500 millones de déficit gasístico.

Sin que haya colaborado ni una sola prima sobre alguna fuente renovable aún. Ojo. El défcit de tarifa eléctrico comenzó sin la ayuda de las renovables, y así está comenzando también el del gas. En el caso del gas ya encontraremos un chivo expiatorio a quien culpar, aún no es urgente.

Esos 2.500 millones de agujero del gas palidecen frente a los 30.000 millones acumulados por obra y gracia del déficit de tarifa eléctrica, pero como en el comer y el rascar, todo es empezar. Y ojo, estos agueros crecientes no computan como deuda pública, pues la deuda la deben entidades privadas, concretamente todos los abonados al sistema, nosotros, y no el Estado.

 

La factura eléctrica del presente nos dice cual será la del gas del futuro. Las anualidades para sufragar principal e intereses de la titulización del déficit suponen ya una parte apreciable de la factura eléctrica, como así lo serán en el caso del gas en unos años. Por su parte, los incentivos a las renovables, cogeneración y residuos se transformarán en el caso del gas en "incentivos a fuentes energéticas autóctonas que reducen la dependencia energética".

 

Así pues, bienvenidos al futuro: Vamos a subvencionar entre todos el fracking y el shale para librarnos de la dependencia energética y el déficit resultante ya se pagará, si eso, más adelante. Eso sí, no os dejarán nunca participar de la inversión en los fondos de activos titulizados. Los chollos se nos tienen vetados a los curritos de a pie. A las emisiones del FADE sólo pueden acudir inversores cualificados.

Algunas preguntas que se me ocurren cara al futuro:

  • ¿Prohibirán los colectores solares térmicos que nos ayudan a sustituir el consumo de gas, o se limitarán a introducir un impuesto al sol para todo el que tenga estos sistemas?
  • ¿Cómo controlarán que casas tienen sistemas de ACS con energía solar? ¿Harán inspecciones vía Google Earth?
  • ¿Pondrán también multas de 60 millones de euros por instalar un sistema solar que cuesta 1.500€ y que ahorra si acaso 300€ al año?
  • ¿Se librarán del saqueo los que consuman butano en lugar de tener gas ciudad o pagarán como todo quisqui?
  • ¿Se gravará el consumo de biomasa y pellets para usos térmicos con un impuesto a la biomasa?
  • ¿Prohibirán la recogida de leña seca en el suelo bajo pretextos ambientales?
  • ¿Se escudarán en motivos ambientales para incentivar el fracking en España? ¿Tendrán la poca vergüenza?

 

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Disclaimer

Este post, como todos los que aparecen en el blog Ecos Solares cuando se analizan oportunidades de inversión y/o especulación, es una reflexión que comparto libremente en Rankia por motivos puramente educativos, de incremento desmesurado del ya de por sí desmesurado y soberbio ego personal y de fortalecimiento de amistad y relaciones personales con otros inversores particulares de la Comunidad de Rankia, y nunca se podrá considerar como una recomendación de inversión. El usuario que está detrás del nick "Solrac" no está habilitado para crear recomendaciones de mercado, gestionar carteras ajenas y ni lo hace ni pretende hacerlo al margen de la Ley. Este usuario, en todo caso, sólo ejerce actividades de inversión acogidas en el artículo 62.3 de la Ley 24/1988, de 28 de julio, del Mercado de Valores como excepciones a la aplicación de dicha Ley. La decisión de invertir es personalísima y autónoma y debe realizarse en un marco responsable por adultos formados.

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  1. Top 100
    #6
    23/12/14 13:22

    No pasa nada...
    Otra subención "tipo renobables", al final, como los impuestos de los mediopelos soportan todo... ¿qué más da ya que sea buena decisión o mala?... Aquí nadie paga malas decisiones, excepto los de siempre.
    s2 y felices fiestas "pa toos"

  2. Top 100
    #5
    21/12/14 21:53

    A riesgo de quedar como un pesimista redomado (realista diría yo) tras la respuesta al magnífico artículo de Claudio, me temo que la probabilidad apunta al "sí" a todas las preguntas finales excepto un "no" para la del butano.

    Lo del fracking lo veo desde los primeros artículos leídos, hace ya bastantes años, como un camino hacia el desastre. Pan para hoy y hambre para mañana. Una vez agotadas las reservas, ¿quien va a restaurar el suelo y los acuíferos contaminados?, pues nadie, simplemente porque no es factible.

    Y bueno, visto el transcurrir de ¿ineptitudes? y ¿errores? en el tema Castor, así como la diligencia en pagar la indemnización ¿quién puede albergar dudas sobre la bondad de las intenciones de Gobierno y oligopolio?

    Salu2

    Ei, y que no falte ¡Feliz Navidad!

  3. en respuesta a echtelionn
    -
    #4
    Lafargue
    16/12/14 21:54

    @echtelionn, a mi me pasaba lo mismo con la TV. La solución para no tener nauseas al ver la tele es bien sencilla.

    Solrac, sobre el impuesto al sol, seguramente conocerás (y si no os lo recomiendo a todos encarecidamente) un brevísimo ensayo satírico ("Petición de los fabricantes de velas") de Frederic Bastiat, que trata del intento de poner aranceles al mismísimo Sol por competencia desleal y monopolio.
    Viendo lo visto (que la realidad siempre supera a la ficción), las preguntas finales que planteas, pues... cuidado porque las respuestas podrían ser que "sí". ¿Quién lo va a impedir?

    En todo caso, dejadme tocaros un poco las narices: obtener gas o petroleo de suelo patrio, en vez de importarlo, si realmente hace que salga menos capital del país, y además crea un poquillo de empleo (aunque sea temporal), e incluso hace que baje el carburante aunque sea un céntimo el litro aunque sea temporalmente, y asumiendo que no habrá hilillos de plastilina porque se tendrá mucho cuidado, y asumiendo que no recibirá subvenciones públicas (como mucho créditos blandos del ICO), pues bienvenido sea, ¿no?

    Un saludo ;)

  4. #3
    14/12/14 23:33

    Me gustaría saber sobre todo si existe un estudio medioambiental, que indique los "incovenientes" de las técnicas de extracción de hidrocarburos mediante fractura hidráulica en lugares en donde existen concentraciones de radón, lo digo por si acaso algún "iluminado" decide realizar prospecciones en Galicia.

    Este país me parece de chiste, no hay un día que pase en que ver la TV, y la "prensa general amarilla", me causen nauseas continuas.

    Y lo peor esta por llegar, menudo 2015 de mier... de elecciones nos espera, con la que tenemos encima y otro año a la basura.

    Un saludo.

  5. #2
    Claudio Vargas
    14/12/14 12:42

    Muy buen artículo Solrac!

    Menuda mierda lo del fracking. Hay que estar muy desesperado para extraer los esquistos; tanto por sus riesgos medioambientales (como para la salud humana), como por su rentabilidad económica. Que me parece bastante pobre, dada la longevidad de los pozos... 4 años como mucho. Te dejo dos enlaces sobre un documental de RT al respecto. Ya sé ya sé... Es de la televisión de Putin. Pero el documental está realizado en Estados Unidos y no tiene desperdicio.

    https://www.youtube.com/watch?v=kmf8p7QQoUI
    https://www.youtube.com/watch?v=hn24mSzX98U

    Si extraen los esquistos en España, eso es lo que nos espera. Otra mierda "pinchada en un palo".

    Por cierto, sobre los esquistos polacos, los geólogos acaban de darles una mala noticia. Al parecer su coste de extracción es "muchíiiiisimo más elevado" de lo que se esperaba al inicio. Creo que los costes se han multiplicado por 10 como poco.

    Un abrazo amigo!
    Luego me cuentas...

  6. #1
    Miguel_n
    14/12/14 11:05

    ¿¿¿ Sabe hacer algo bien este gobierno ???

    ¿Aparte de favorecer los intereses de sus amigos en los consejos de administración de las empresas del sector energético, buscarse una poltrona en estas empresas una vez acaben la actividad política y perjudicar al resto de los ciudadanos?

    Saludos