Alguno se preguntará cuando se ha producido la fase inicial y la fase media, en esa ¿destrucción? del sistema.
Un gráfico lo explica mejor.
Como observamos en el siguiente gráfico, desde la creación de la Reserva Federal, el banco central de Estados Unidos en 1913, el dólar se ha devaluado más de un 95%. O lo que es lo mismo, hoy en día necesitaríamos más de 25 dólares para poder adquirir la misma cesta de la compra que nos permitía adquirir con 1 dólar en 1913. Tan sólo desde el comienzo de este siglo, en los últimos 19 años, el dólar se ha devaluado ¡más de un 50%!
Evolución del poder adquisitivo del dólar desde 1913
Anteriormente, el poder adquisitivo se mantenía como muestra este gráfico más largo.
"Un punto interesante es que desde 1776 hasta 1900 hubo poca inflación o deflación general. En 1776, el índice era 1,00 mientras que en 1900, el índice era 0,962 (una pequeña cantidad de deflación)."
Sí, la pérdida del poder adquisitivo del dólar (y del resto de monedas fiduciarias) está muy avanzada. Solo queda terminar la fase final (comenzó en Septiembre de 2019). No nos engañemos, mirado desde nuestra perspectiva (hoy), todavía podemos perder el 99,999%, a pesar de llevar una devaluación entre el 95% y el 98%.
En las últimas semanas llevamos recibiendo una noticia tras otra, señalando el camino de la destrucción acelerada. Comenzaremos con EE.UU.
1º). El déficit presupuestario se dispara.
"Los ingresos cayeron un 11% en comparación con el año pasado, mientras que los gastos aumentaron un 10%, según reveló el Departamento del Tesoro de EE.UU.
El déficit presupuestario de EE.UU. casi se triplicó en los nueve primeros meses del año fiscal con respecto al año anterior, informó el Departamento del Tesoro.
El déficit en el periodo comprendido entre el 1 de octubre del 2022, cuando inicia el año fiscal, y junio de 2023 fue de 1,39 billones de dólares, frente a los 515.000 millones del mismo periodo del año anterior."
2º). La deuda pública aumenta 1,2 billones de dólares en unas semanas.
Para preparar el escenario para lo que vendrá en un momento: la deuda nacional total de EE. UU. se disparó en $ 1,19 billones desde que se eliminó el techo de la deuda, a $ 32,66 billones.
Ojo, desde Septiembre 2019, donde comienza la crisis de los repos, la deuda se ha disparado más de 10 billones de dólares.
3º). El pago de intereses anualizado se acerca al billón de dólares.
Este dato es escalofriante y buena muestra de la aceleración del círculo vicioso. Mayor pago de intereses aumenta el déficit, gobierno debe emitir más deuda, más oferta y menos demanda obliga a subir la rentabilidad de la deuda, y el incremento de la rentabilidad y la cantidad de deuda total vuelve a subir el pago de intereses, cerrando el círculo, volviendo a reiniciar el proceso.
4º). Frente a datos tan deplorables, Fitch rebaja la calificación de la deuda estadounidense.
La agencia de calificación Fitch rebajó este martes la calificación de la deuda de Estados Unidos al nivel AA+, un punto por debajo de la nota más alta, después de haberla puesto en “observación negativa” el pasado mayo por el impás sobre el techo de deuda. En un comunicado, la agencia se refirió al “deterioro fiscal esperado” durante los próximos tres años y a la deuda “cada vez más alta” del Gobierno estadounidense entre los motivos por los que ha tomado la decisión.
“En opinión de Fitch, los estándares de gobierno se han deteriorado durante los últimos 20 años, incluido en asuntos fiscales y de deuda, a pesar del acuerdo bipartidista de junio para elevar el techo de deuda”, explicó la institución.
5º). Ante el crecimiento de la deuda, el departamento del Tesoro americano, eleva las emisiones de deuda previstas.
El Departamento del Tesoro de EE. UU. dio a conocer hoy los datos de en qué medida impulsará la emisión de bonos del Tesoro (vencimientos de 2 años a 10 años) y bonos del Tesoro (20 años y 30 años), y comienza en agosto. Esta avalancha de oferta que se aproxima en estas subastas de cupones es increíble.
6º). Los mercados de deuda aumentan la rentabilidad de la deuda a medio y largo plazo.
Observar el fuerte incremento de la rentabilidad de los bonos a largo plazo, en el último mes.
Todo este tsunami de acontecimientos se produce en un contexto muy claro. La deuda aumenta exponencialmente mientras los compradores se reducen al mismo tiempo.
La FED se encuentra embarcada en un proceso QT (no recompra los vencimientos de deuda en su poder, como hacía antes), Japón y China (mayores poseedores extranjeros de deuda, tienen que vender parte para defender sus propias monedas), la oferta de nueva deuda crece una barbaridad y la demanda disminuye (al desaparecer como compradores la FED, China y Japón). En este entorno, los compradores exigen un fuerte incremento de las rentabilidades para ajustar el binomio rentabilidad-riesgo, entrando en ese círculo vicioso que preconiza la destrucción del sistema, debido a las cargas crecientes que soporta una deuda gigantesca (con crecimiento sin límite).
La inflación se ha reducido, pero al poner en marcha las subidas de tipos, dio el disparo de salida de un problema irresoluble. La cantidad de deuda es la losa que atenaza el sistema y el déficit creciente es la gasolina que acelera el incendio de la deuda. Cuando este proceso comienza es muy difícil pararlo, porque la realimentación es continua y partimos de una deuda demasiado elevada, en contraposición a una situación parecida que se produjo a finales de los setenta.
Si solo fuera EE.UU. el país problemático, aún podríamos hablar de un acuerdo mundial para reconfigurar su deuda, pero la situación dantesca es generalizada, porque todos los países han recurrido a la deuda (mediante la impresora), de la misma forma.
Japón es el ejemplo paradigmático.
Laurent Maurel dice,
El 26 de octubre , Japón anunció un nuevo paquete de estímulo de 454.000 millones de dólares. Un esfuerzo equivalente al desplegado durante la última crisis financiera de 2008. Este programa se lanza después de que el BoJ ya absorbiera casi todos los bonos emitidos por el gobierno . El mercado de bonos está totalmente congelado, dependiente de un solo comprador.La monetización de la deuda es total en el país del sol naciente.
Es como si las autoridades monetarias y fiscales japonesas no tuvieran otra opción: detener la política monetaria iniciada hace veinte años colapsaría todo el sistema financiero japonés al eliminar al comprador de último recurso. La única solución es seguir monetizando la deuda, para calmar los mercados, al menos a corto plazo".
La intervención del 26 de octubre siguió a un ataque al yen la semana anterior. En un artículo publicado justo antes de esta intervención, escribí:
"El BoJ fue el primero en aplicar la política de recomprar bonos del gobierno. La alquimia de la flexibilización cuantitativa ha sido más intensa en Japón: el BoJ ha nacionalizado el mercado de bonos y hoy, con una relación deuda/PIB récord del 250% , el precio de esta locura monetaria se está reflejando en el valor del yen. El mercado empieza a dar la alarma sobre el final. El dólar continúa su alza exponencial frente al yen. En este punto, una caída acelerada del yen tener un efecto inflacionario devastador. Para detener la hemorragia y evitar que el país corra este riesgo, el BoJ tiene que intervenir en los mercados de divisas y comprar yenes con sus reservas de dólares, incluida la venta de sus letras del tesoro. Pero estas intervenciones podrían hacer que un mercado de valores que ya está en peligro de descarrilarse por completo aún más ilíquido.¡No hay una solución simple para estabilizar el yen!".
Japón vuelve a ser noticia hoy.
El yen vuelve a debilitarse frente al dólar, principalmente por la diferencia de tipos de interés entre ambos países:
Ante la debilidad del yen, el banco central de Japón se ve obligado a dejar que suban los tipos.
El BoJ anunció que intervendría en los mercados manteniendo los tipos a 10 años en el 0,5 % y luego elevando el "límite máximo" de la intervención del JGB entre el 0,5 % y el 1,0 %.
Esta decisión provocó una explosión en los rendimientos de JGB.
Las tasas japonesas vuelven a subir con fuerza:
Ante el aumento de las tasas, el BoJ tuvo que tomar medidas de emergencia para contener el colapso de los JGB.
¡Apenas dos días después de dar la señal de subir los tipos, el banco central japonés se ve obligado a comprar bonos en el mercado para evitar que los tipos de interés se disparen demasiado!
El BoJ parece tener incluso menos margen de maniobra que la Fed, y el episodio de los últimos días muestra lo delicado que se ha vuelto el manejo de la política monetaria japonesa.
La intervención del BoJ pretendía fortalecer el yen, pero terminó en fracaso. Las tasas de interés japonesas han vuelto a subir, sin que la moneda japonesa se vea beneficiada. Problema: un debilitamiento prolongado del yen tendría consecuencias desastrosas para la inflación en Japón, en un contexto de aumento de los precios del petróleo.
Las aguas tranquilas de la política monetaria japonesa han terminado. Esta intervención fallida implica un posicionamiento mucho más radical en el futuro, tanto por parte del BoJ como de los participantes en los mercados de divisas y bonos.
Las dudas en torno a la política del BoJ refuerzan el riesgo de alterar el frágil equilibrio que sustenta el Carry Trade del yen, una auténtica reserva de liquidez para los mercados mundiales.
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El Banco de Inglaterra subirá los tipos hoy.
Los bonos están destrozados.
En septiembre de 2022 ya tuvieron el primer episodio de una crisis que solo puede empeorar.
Y aquí es donde las cosas se complican.
23 de septiembre – Bloomberg (David Goodman): “El Banco de Inglaterra necesita desatar un aumento considerable de la tasa de interés fuera de su ciclo normal de toma de decisiones a raíz de las 'caídas históricas' de la libra y los gilts, según George Saravelos, director global jefe de investigación de divisas en Deutsche Bank AG… Saravelos dijo que el paso extraordinario es necesario para calmar los mercados. La opinión es suya, en lugar de la opinión de los economistas de Deutsche Bank. "El mercado está dando señales muy fuertes de que ya no está dispuesto a financiar la posición de déficit externo del Reino Unido con la configuración actual de los rendimientos reales y el tipo de cambio del Reino Unido", escribió Saravelos. "La respuesta política requerida a lo que está sucediendo es clara: un gran aumento de tasas entre reuniones por parte del Banco de Inglaterra tan pronto como la próxima semana para recuperar la credibilidad con el mercado".
23 de septiembre – Bloomberg (David Goodman): “El Banco de Inglaterra necesita desatar un aumento considerable de la tasa de interés fuera de su ciclo normal de toma de decisiones a raíz de las 'caídas históricas' de la libra y los gilts, según George Saravelos, director global jefe de investigación de divisas en Deutsche Bank AG… Saravelos dijo que el paso extraordinario es necesario para calmar los mercados. La opinión es suya, en lugar de la opinión de los economistas de Deutsche Bank. "El mercado está dando señales muy fuertes de que ya no está dispuesto a financiar la posición de déficit externo del Reino Unido con la configuración actual de los rendimientos reales y el tipo de cambio del Reino Unido", escribió Saravelos. "La respuesta política requerida a lo que está sucediendo es clara: un gran aumento de tasas entre reuniones por parte del Banco de Inglaterra tan pronto como la próxima semana para recuperar la credibilidad con el mercado".
Como se puede comprobar, los problemas son generalizados.
En la zona euro, además estamos entrando en recesión y la deuda no es pequeña precisamente.
Una catástrofe del euro podría colapsarlo
13 de enero de 2022·Alasdair Macleod
Este artículo analiza la situación en el sistema del euro en el contexto del aumento de las tasas de interés. El problema central es el papel del BCE, que a través de la inflación monetaria se embarcó en una política de transferencia de riqueza de los estados miembros fiscalmente responsables a los derrochadores PIGS y Francia. Las consecuencias de estas políticas son que los derrochadores ahora están atrapados en trampas de deuda irreversibles.
Incluso en un contexto keynesiano, la política monetaria del BCE ya no es estimular la economía sino mantener a flote a los derrochadores. La situación se ha deteriorado de tal manera que los bancos comerciales de la Eurozona parecen tener restricciones de crédito en Nueva York, evidenciado por la renuencia de los bancos estadounidenses a realizar operaciones de repo con ellos, lo que llevó a la falla del mercado en septiembre de 2019 cuando la Fed tuvo que intervenir.
Un examen de las cifras sugiere claramente que incluso los bancos, las compañías de seguros y los fondos de pensiones de la zona euro ya no son compradores netos de deuda pública de la zona euro. Podría ser porque los términos no son atractivos. Pero si ese es el caso, es una acusación de los programas de compra de activos del BCE que suprimen deliberadamente las tasas hasta el punto en que son poco atractivas, incluso para los inversores que normalmente cumplen.
En consecuencia, sin ninguna compensación de ahorro, el BCE se ha convertido en Rudolf Havenstein y está siguiendo políticas inflacionarias similares a las que empobrecieron a las clases medias de Alemania y mataron de hambre a sus trabajadores y ancianos en 1920-1923. Que el pueblo alemán esté tolerando una destrucción tan obvia de su moneda por tercera vez en cien años es simplemente asombroso.
Incluso en un contexto keynesiano, la política monetaria del BCE ya no es estimular la economía sino mantener a flote a los derrochadores. La situación se ha deteriorado de tal manera que los bancos comerciales de la Eurozona parecen tener restricciones de crédito en Nueva York, evidenciado por la renuencia de los bancos estadounidenses a realizar operaciones de repo con ellos, lo que llevó a la falla del mercado en septiembre de 2019 cuando la Fed tuvo que intervenir.
Un examen de las cifras sugiere claramente que incluso los bancos, las compañías de seguros y los fondos de pensiones de la zona euro ya no son compradores netos de deuda pública de la zona euro. Podría ser porque los términos no son atractivos. Pero si ese es el caso, es una acusación de los programas de compra de activos del BCE que suprimen deliberadamente las tasas hasta el punto en que son poco atractivas, incluso para los inversores que normalmente cumplen.
En consecuencia, sin ninguna compensación de ahorro, el BCE se ha convertido en Rudolf Havenstein y está siguiendo políticas inflacionarias similares a las que empobrecieron a las clases medias de Alemania y mataron de hambre a sus trabajadores y ancianos en 1920-1923. Que el pueblo alemán esté tolerando una destrucción tan obvia de su moneda por tercera vez en cien años es simplemente asombroso.
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Ya no se puede negar la aceleración del sistema pernicioso de deuda-déficit-intereses. Los BC están atados ante la obligación de controlar la inflación. Si deciden atajar el colapso del sistema interviniendo el mercado, corren el riesgo de hiperinflacionar la moneda y si dejan que el colapso prosiga su curso, no tendrán nada que defender en el futuro, por lo que la solución se antoja muy complicada.
Por si fuera poco, las restricciones de la oferta de petróleo han hecho subir los precios del petróleo, poniendo más presión sobre la inflación. Ayer, los inventarios de petróleo de EE.UU, sufrieron la mayor reducción semanal de la historia.
Y no es cosa de una semana. la combinación de inventarios comerciales e inventarios de la reserva estratégica, presenta la menor cifra desde 1980.
Esos 786,5 millones de barriles de petróleo en inventarios totales no se veían desde principios de 1980.
El gráfico (al que le falta la última caída hasta 785 millones de barriles), es demoledor y un aviso serio sobre los problemas que pueden llegar si el descenso se mantiene. Pone en perspectiva, la escasez encubierta, que venimos padeciendo. No existe otra reducción parecida en toda la historia.
Por lo tanto las presiones inflacionistas seguirán con nosotros.
Ha llegado el momento de elegir.
El sistema no aguanta más y se debe tomar una decisión muy dolorosa.
1º). Reconducir la deuda y el déficit a costa de provocar una recesión mundial descomunal, para salvar el sistema fiduciario. Peligro de gran depresión.
2º). Monetizar la deuda y volver al sistema control de los BC, dejando a sus anchas la inflación. El riesgo evidente es la hiperinflación y la destrucción total del sistema fiduciario.
No hay más alternativas, mientras lidiamos con la escasez de los recursos, que también exige una reducción forzosa de su demanda, ante la escasez de la oferta (volviendo al tema de la recesión).
Puede parecer catastrofista hablar de la destrucción del sistema fiduciario, porque otras veces hemos tenido incluso tipos mucho más altos y solo hemos sufrido una grave crisis, pero esta vez se suma el incremento agresivo de los tipos (después de un periodo de bonanza con tipos cero durante casi catorce años), con una deuda realmente enorme.
La combinación de ambos efectos es una desagradable y mortífera elevación de los pagos por intereses, que retroalimenta la deuda, entrando en un círculo vicioso acelerado que conduce a la autodestrucción, si no se frena en algún momento. Como no parece que los gobiernos acepten la restricción en el manejo de los fondos, la decisión queda en manos de los BC, en esas dos alternativas tan desasosegantes, con una presión adicional constante, que proviene de la escasez de recursos por reducción de la oferta.
La combinación de ambos efectos es una desagradable y mortífera elevación de los pagos por intereses, que retroalimenta la deuda, entrando en un círculo vicioso acelerado que conduce a la autodestrucción, si no se frena en algún momento. Como no parece que los gobiernos acepten la restricción en el manejo de los fondos, la decisión queda en manos de los BC, en esas dos alternativas tan desasosegantes, con una presión adicional constante, que proviene de la escasez de recursos por reducción de la oferta.
Durante mucho tiempo se ha advertido que esta situación llegaría, pero no hemos hecho nada para intentar adecuar las políticas económicas a los límites del crecimiento. Toca elegir entre lo malo y lo peor y de ahora en adelante, la escasez de oferta de materias primas vitales, no puede hacer sino empeorar. El famoso "algo encontrarán" tiene que llegar ya, o será demasiado tarde, cuando todo explote.
Siento ser tan pesimista, pero uno debe ceñirse a la observación, en lugar de pensar que la fe (en la tecnología) resolverá todos los problemas. La patada hacia adelante ha funcionado mientras existía una cierta abundancia de recursos (que aún persiste), pero el tiempo se acaba.
El dato de inventarios de petróleo en mínimos es una advertencia de lo que se puede ver como tendencia en los próximos años. La falta de nuevos descubrimientos sigue su curso, lo que limita la tasa de reposición de las reservas que vamos consumiendo.
El dato de inventarios de petróleo en mínimos es una advertencia de lo que se puede ver como tendencia en los próximos años. La falta de nuevos descubrimientos sigue su curso, lo que limita la tasa de reposición de las reservas que vamos consumiendo.
La oferta menguante de petróleo afecta a toda la cadena de extracción de materias primas vitales como el cobre. Lamentablemente, en el futuro será necesario priorizar el uso del petróleo en las actividades esenciales, lo que supondrá una disminución del uso para actividades no esenciales como el turismo (por ejemplo).
La verdadera importancia del petróleo solo se comprobará cuando la escasez sea dramática. Un sistema en permanente reinvención que necesita urgentemente la transición energética para sobrevivir, no puede depender del petróleo para llevar a cabo la transformación definitiva. Pero todavía no tenemos acceso a otro combustible tan completo como el petróleo, por lo que no podemos terminar el cambio, si la escasez cada vez es más acuciante. Y estamos entrando en esta fase tan peligrosa, al mismo tiempo que los problemas financieros son insostenibles.
Esta combinación, de momento sin solución, es lo que nos aboca a un decrecimiento prolongado, que todavía no ha sido admitido por la sociedad en su conjunto.
La verdadera importancia del petróleo solo se comprobará cuando la escasez sea dramática. Un sistema en permanente reinvención que necesita urgentemente la transición energética para sobrevivir, no puede depender del petróleo para llevar a cabo la transformación definitiva. Pero todavía no tenemos acceso a otro combustible tan completo como el petróleo, por lo que no podemos terminar el cambio, si la escasez cada vez es más acuciante. Y estamos entrando en esta fase tan peligrosa, al mismo tiempo que los problemas financieros son insostenibles.
Esta combinación, de momento sin solución, es lo que nos aboca a un decrecimiento prolongado, que todavía no ha sido admitido por la sociedad en su conjunto.
Describir diariamente los procesos que nos conducen al decrecimiento, hace perder la noción de globalidad y premura que tendría que presidir la toma de decisiones. Resolvemos problemas de hoy, cuando el enfoque debería estar puesto en el conjunto de las medidas necesarias para elaborar políticas que tiendan a la sostenibilidad y no, a la satisfacción puntual de un problema concreto. Pero si se yerra en el diagnóstico, ¿cómo vamos a acertar en la solución?.
Solo una opinión.
Saludos.