Llevamos aplazando el desenlace desde 2019. En 2008, la estructura financiera mundial saltó por los aires. Hubo que recurrir a la magia de los BC, para seguir creciendo. Y vaya si lo hicimos.
Hemos vivido una época gloriosa en la bolsa (sobre todo la americana). Las revalorizaciones desde 2009 a 2022 han sido extraordinarias, con un retorno mucho mayor que en otros periodos.
https://www.rankia.com/blog/economia-petroleo-geopolitica/5939082-buen-momento-para-invertir-bolsa-largo-plazo
Todo ha sucedido gracias a la política de tipos cero e inyección infinita de los BC. La liquidez era abundante, la financiación era barata y la alternativa a la bolsa era nula, porque ni los depósitos ni los bonos ofertaban nada que pudiéramos considerar "decente". El viento a favor sopló durante mucho tiempo y el único factor (inflación) que podía reventar la burbuja, estaba contenido.
En 2019, la crisis de los repos en EE.UU. incrementó la liquidez que la FED inyectaba al mercado, pero siempre restringida a los circuitos bancarios y afectando nada más a la revalorización de activos.
https://www.elconfidencial.com/mercados/2019-09-29/liquidez-banca-eeuu-fed-crisis-2008-crisis-crash_2258852/
En esa fecha, las bolsas ya estaban maduras para recibir una lección, cuando de repente, apareció la pandemia. La paralización total de la actividad económica, al vernos todos confinados, obligó a los gobiernos a emitir el mayor programa de ayudas de la historia, para evitar un colapso.
La gente empezó a recibir cheques y la liquidez, por fin, fluyó a los hogares.
El caldo de cultivo de la inflación estaba preparado pero necesitaba un detonante. Por si fuera poco uno solo, tuvimos tres, casi al mismo tiempo.
Primero, la cadena de suministros se fracturó. Tras el confinamiento, las empresas no se reabrieron al mismo ritmo que el consumo, y determinados productos empezaron a escasear.
Si todo el problema fuera este, la solución hubiera llegado dando tiempo a reajustar el proceso. Quizás los BC esperaban esta adaptación y en un primer momento hablaban de inflación transitoria, esperando que el tiempo hiciera retroceder los precios , una vez las cadenas de suministro volvieran a funcionar con normalidad.
Pero la invasión de Ucrania y la subida de los precios energéticos, impactaron en la inflación, y ya no se pudo contener la explosión. Tuvimos una fuerte subida de precios, y la respuesta esperada de los BC, fue igualmente espectacular. En poco tiempo, la FED subió cinco puntos los tipos de interés, algo no visto desde los años 80.
El tercer detonante, con efectos a largo plazo es la guerra comercial, que junto con la invasión de Ucrania por parte de Rusia y las sanciones de Occidente, han empujado a la creación de dos bloques opuestos. Los BRICS encabezan la rebelión del tercer mundo, donde la desdolarización está siendo intensa.
https://www.elpais.cr/2023/06/29/los-brics-se-centraran-en-la-desdolarizacion-en-su-cumbre-en-agosto/
La consecuencia natural de estas medidas es la ruptura del comercio mundial a medio plazo, junto con la desglobalización. Como política fundamental, en Occidente se pretende reducir la dependencia de China y traer de nuevo a casa, la fabricación de muchos productos que ahora se producen en China. Queramos o no, la mano de obra occidental es más cara que la del sudeste asiático y la presión en la inflación, continuará durante años.
El petróleo es otro factor a tener en cuenta. Los niveles de precios oscilan entre 70-75$ el barril, un precio históricamente alto, pero insuficiente para los productores. La Opep+ necesita precios mucho más altos y está tomando medidas agresivas de reducción de la producción, para elevar los precios, lo que sin duda pondrá más presión en los precios a medio plazo.
https://www.rankia.com/blog/economia-petroleo-geopolitica/5943080-petroleo-camino-150-dolares
La falta de inversión desde 2015 hace que no existan nuevos proyectos en el mercado del petróleo, para reponer el decline de los campos. La única alternativa a la subida de los precios es un fuerte recesión, lo que nos lleva al títular del post.
Un problema adicional es el conflicto tecnológico con China. Las fuertes restricciones a la producción de chips de alta tecnología, acaban de tener respuesta con la limitación de la exportación de elementos de tierras raras por parte de China.
https://es.investing.com/news/commodities-news/china-restringira-exportaciones-de-materiales-para-chips-mientras-eeuu-sopesa-mas-restricciones-2417532
El resultado de todas estas acciones supone que la inflación no se reducirá fácilmente y los propios banqueros centrales, ya han advertido que las subidas de tipos proseguirán este año.
https://www.nytimes.com/2023/06/14/business/what-to-know-about-the-feds-meeting-today.html
"Pero los formuladores de políticas también predijeron en sus pronósticos económicos que podrían aumentar las tasas de interés aún más, al 5,6 por ciento para fines de 2023. Eso equivaldría a dos aumentos más de la tasa de un cuarto de punto en el transcurso de las cuatro reuniones restantes de la Fed este año. Las proyecciones enviaron una señal clara de que los funcionarios de la Fed están cada vez más preocupados por el poder de permanencia de la inflación y deberán hacer más para enfriar el crecimiento y controlar los aumentos de precios."
https://www.20minutos.es/noticia/5141879/0/banco-central-europeo-anuncia-una-nueva-subida-los-tipos-interes-julio-br/
Lagarde confirma que habrá otra subida de tipos de interés en julio y apretará aún más el bolsillo de los hipotecados.
- El banco central está "comprometido" a regresar a la meta del 2 % de inflación a medio plazo "pase lo que pase".
- El FMI pide al BCE que suba más los tipos de interés pese a los efectos negativos sobre el mercado laboral
Como se puede ver, las subidas de tipos no han terminado.
Los indicadores advirtiendo recesión están más rojos que nunca. La inversión de la curva ha alcanzado cifras no vistas desde 1980. Este indicador de recesión no ha fallado nunca, aunque no predice el tiempo de antelación necesario para entrar en recesión, pudiendo variar desde unos pocos meses, hasta dos años.
En los años 80, las subidas de tipos fueron muy agresivas. Pero entonces la deuda era muy pequeña. La deuda pública actual ha sobrepasado el 100% del PIB en muchos países, cifras que no se veían desde la segunda guerra mundial.
Los doce años de supresión de tipos han proporcionado un margen extraordinario para reducir los gastos financieros de los estados. Pero la subida agresiva de tipos va a suponer un impulso peligroso al incremento de los pagos del estado.
En EE.UU. el anualizado es demencial. Entramos en esa fase "trampa de la deuda", donde los pagos por intereses son tan altos (pueden llegar a 1,5 billones de dólares en unos años) que obliga a imprimir dinero solo para pagar los gastos, engordando cada vez más la deuda total.
Tras la "crisis" del techo de deuda estadounidense, esta ha crecido con mucha fuerza otra vez.
https://wolfstreet.com/2023/07/02/us-national-debt-spiked-by-851-billion-in-one-month-to-32-3-trillion-flood-of-new-debt-in-q3-to-refill-the-tga-pay-for-raging-deficits/
La combinación de una deuda demasiado grande con unos tipos muy altos es letal para el mercado. Entramos en un círculo vicioso, donde los pagos por intereses se disparan, aumentando la deuda de nuevo y tanto la renovación de los vencimientos, como el incremento del déficit, se suman al gasto por intereses, obligando a emitir cada vez más deuda. Si los compradores se vuelven reticentes, los tipos de la deuda deben subir para incitar a la compra, empujando una vez más, el pago por intereses.
Como se puede ver, los fundamentales están muy mal, con los índices manefactureros mostrando una clara recesión.
“ La salud del sector manufacturero de EE. UU. empeoró bruscamente en junio , lo que se sumó a las preocupaciones sobre la posibilidad de que la economía entre en recesión en la segunda mitad del año.
“Encabezando el panorama cada vez más oscuro estuvo una severa caída en la demanda de bienes, con nuevos pedidos cayendo a un ritmo entre los más pronunciados desde la crisis financiera mundial de 2009. Las empresas informan que los clientes se han vuelto cada vez más reticentes a gastar en medio del aumento del costo de vida, tasas de interés, crecientes preocupaciones sobre las perspectivas económicas y un cambio en el gasto a los servicios.
“La exacerbación de la recesión ha sido un enfoque continuo en la reducción de inventario, ya que los fabricantes, sus proveedores y sus clientes buscan reducir las existencias de los almacenes ante el debilitamiento de la demanda.
“En este entorno, el poder de fijación de precios se está desvaneciendo rápidamente. Los precios que cobran los proveedores por los insumos ahora están cayendo a un ritmo no visto desde 2009, salvo solo los primeros meses de confinamiento por la pandemia. Mientras tanto, los precios cobrados por los bienes que salen de la puerta de la fábrica apenas aumentaron en junio en medio de crecientes informes de descuentos, lo que indica un colapso casi total de las presiones inflacionarias en el sector productor de bienes."
En Europa , la locomotora alemana está gripada, arrastrando al resto de Europa.
Con este penoso contexto y las malas perspectivas, uno esperaría un retroceso en las bolsas a lo largo de 2023, pero lo que hemos observado es justamente lo contrario.
El sector tecnológico USA está creciendo en sus cotizaciones con mucha fuerza, aunque si somos justos, son solo los siete grandes. Esta divergencia se tiene que cerrar, bien al alza o a la baja.
Conclusión.
Los indicadores advierten sobre una próxima recesión en USA, acompañando a la ya certificada en Europa.
https://www.expansion.com/economia/2023/06/08/64822bde468aeb3d388b458b.html
Los precios del petróleo están muy bajos y amenazan con una explosión en la segunda parte del año, debido al déficit en el suministro.
https://www.iea.org/reports/oil-market-report-june-2023
La crisis de los depósitos en EE.UU., con la quiebra de varios bancos, ha puesto de manifiesto que la subida de tipos está impactando en los bancos. La contracción crediticia que se asocia a un brusco incremento de los tipos, es lógico que pase factura en las empresas y particulares, con una previsible crisis inmobiliaria a medida que las renovaciones de préstamos e hipotecas implican tipos mucho más altos.
Un periodo tan largo de tipos cero o negativos ha reducido el tipo medio de la deuda, hasta niveles ínfimos. Llevará varios años elevar el promedio de los tipos de la deuda, por lo que el impacto definitivo no lo sentiremos hasta al menos 2024. La recesión esperada cobrará vida a finales de 2023 o 2024, y los beneficios de las empresas se resentirán igualmente. El paro no ha aumentado todavía y el reajuste de las plantillas también inducirá un menor consumo , como sucede en todas las recesiones típicas.
La bolsa no solo no ha descontado este escenario, sino que el impulso de 2023 más bien parece el canto del cisne, producto de muchos años de tendencia alcista. Una reversión a la media , en medio de la crisis puede hacer retroceder las bolsas un 30%, sin que pase absolutamente nada.
Con todo, lo peor es el endeudamiento. Si se exige un adelgazamiento de las cifras actuales vía austeridad, podremos tener una década pérdida. Y si la creación del otro bloque termina empujando la desglobalización, con precios permanentemente altos, es muy posible un periodo de estanflación.
Todavía por dilucidar las consecuencias de la escasez de petróleo y con la transición energética por despegar, los precios de la energía también presionarán al alza.
La demografía es otro de esos problemas que "ocultamos" como si no existiera. El envejecimiento acelerado constituye un pesado lastre para las cuentas públicas (sanidad y pensiones), al mismo tiempo que disminuye la capacidad de crecimiento, por una cierta escasez de mano de obra que vuelve a presionar los salarios y la inflación. Y el problema está a punto de explotar con la jubilación del "baby boom".
La conjugación de tantos problemas nos conduce a un destino inexorable. Hasta ahora la ganancia de tiempo ha servido para empujar los problemas al futuro, mediante la conocida "patada hacia delante", pero la llegada de la inflación ya no permite diluir en el tiempo el ajuste pendiente.
No tenemos la bola de cristal para marcar el inicio de los descensos, pero el proceso está en marcha. La profundidad de la caída dependerá de la resistencia a la desintegración del sistema fiduciario vigente. Utilizar sistemáticamente la impresora para resolver todos los problemas, ha creado la sensación de invulnerabilidad en la economía occidental. Si la impresora no funciona, no tenemos alternativa viable. Y tampoco estamos acostumbrados a resolver problemas, sin acceder a fondos baratos e infinitos como hasta ahora.
El ejemplo de los fondos de recuperación en Europa, donde nos hemos otorgado a nosotros mismos, cantidades ingentes de euros sin necesidad de reembolso, es la muestra definitiva. Si carecemos de este sistema de financiación, si tenemos que comprar las materias primas en oro (por poner un ejemplo de dinero sólido alternativo), ¿cómo conseguiremos mantener la senda de crecimiento, mientras pagamos las facturas?
Tanto tiempo de tendencia alcista de las bolsas y del "apoyo" de los BC al menor síntoma de empeoramiento o crisis, hace que los inversores se nieguen a pensar en la posibilidad de un crash bursátil. En la mente de todos ellos se ha incrustado la sensación de rescate perpetuo por parte de los BC y es imposible, desde su punto de vista, un colapso en las bolsas. Este sentimiento, empeora la respuesta ante un descenso inicial de las bolsas, que sería seguido de una toma de posiciones masiva. El daño desde esta perspectiva sería mucho peor.
El episodio temporal es lo más difícil de averiguar. Tampoco hay que engañarse. La burbuja tecnológica se puede seguir hinchando mucho más.
¿Será en Octubre?
Solo una opinión.
Saludos.
PD. En lugar de pensar que este es un post pesimista, propongo pensar con sentido común.
Si la solución a todos los problemas fuera imprimir dinero sin fin, nunca hubiera habido una crisis. La inflación es la kryptonita de la emisión infinita de dinero. Solo hemos ganado tiempo, nada más.
Como alternativa, mirar este gráfico con detenimiento. Nos habla del futuro...
No todo será bajista.
Como he puesto en un comentario.
"Las bolsas se alimentan de liquidez. Si el dinero fluye , las bolsas van al alza. Cuando los banqueros centrales emprenden el proceso contrario (subir tipos y restringir la liquidez mediante QT´s), las bolsas deberían bajar. Que no sea inmediato (por la inercia alcista), no quiere decir que no ocurra antes o después"
Un colapso, desde mi punto de vista, es un descenso de la bolsa de al menos un 30%, pudiendo ser mucho mayor en el tiempo...
Parafraseando a Keynes, "las bolsas pueden permanecer alcistas mucho más tiempo del que necesitan los bajistas para explicar por qué todavía no han caído".
En Europa , la locomotora alemana está gripada, arrastrando al resto de Europa.
Con este penoso contexto y las malas perspectivas, uno esperaría un retroceso en las bolsas a lo largo de 2023, pero lo que hemos observado es justamente lo contrario.
El sector tecnológico USA está creciendo en sus cotizaciones con mucha fuerza, aunque si somos justos, son solo los siete grandes. Esta divergencia se tiene que cerrar, bien al alza o a la baja.
Conclusión.
Los indicadores advierten sobre una próxima recesión en USA, acompañando a la ya certificada en Europa.
https://www.expansion.com/economia/2023/06/08/64822bde468aeb3d388b458b.html
Los precios del petróleo están muy bajos y amenazan con una explosión en la segunda parte del año, debido al déficit en el suministro.
https://www.iea.org/reports/oil-market-report-june-2023
La crisis de los depósitos en EE.UU., con la quiebra de varios bancos, ha puesto de manifiesto que la subida de tipos está impactando en los bancos. La contracción crediticia que se asocia a un brusco incremento de los tipos, es lógico que pase factura en las empresas y particulares, con una previsible crisis inmobiliaria a medida que las renovaciones de préstamos e hipotecas implican tipos mucho más altos.
Un periodo tan largo de tipos cero o negativos ha reducido el tipo medio de la deuda, hasta niveles ínfimos. Llevará varios años elevar el promedio de los tipos de la deuda, por lo que el impacto definitivo no lo sentiremos hasta al menos 2024. La recesión esperada cobrará vida a finales de 2023 o 2024, y los beneficios de las empresas se resentirán igualmente. El paro no ha aumentado todavía y el reajuste de las plantillas también inducirá un menor consumo , como sucede en todas las recesiones típicas.
La bolsa no solo no ha descontado este escenario, sino que el impulso de 2023 más bien parece el canto del cisne, producto de muchos años de tendencia alcista. Una reversión a la media , en medio de la crisis puede hacer retroceder las bolsas un 30%, sin que pase absolutamente nada.
Con todo, lo peor es el endeudamiento. Si se exige un adelgazamiento de las cifras actuales vía austeridad, podremos tener una década pérdida. Y si la creación del otro bloque termina empujando la desglobalización, con precios permanentemente altos, es muy posible un periodo de estanflación.
Todavía por dilucidar las consecuencias de la escasez de petróleo y con la transición energética por despegar, los precios de la energía también presionarán al alza.
La demografía es otro de esos problemas que "ocultamos" como si no existiera. El envejecimiento acelerado constituye un pesado lastre para las cuentas públicas (sanidad y pensiones), al mismo tiempo que disminuye la capacidad de crecimiento, por una cierta escasez de mano de obra que vuelve a presionar los salarios y la inflación. Y el problema está a punto de explotar con la jubilación del "baby boom".
La conjugación de tantos problemas nos conduce a un destino inexorable. Hasta ahora la ganancia de tiempo ha servido para empujar los problemas al futuro, mediante la conocida "patada hacia delante", pero la llegada de la inflación ya no permite diluir en el tiempo el ajuste pendiente.
No tenemos la bola de cristal para marcar el inicio de los descensos, pero el proceso está en marcha. La profundidad de la caída dependerá de la resistencia a la desintegración del sistema fiduciario vigente. Utilizar sistemáticamente la impresora para resolver todos los problemas, ha creado la sensación de invulnerabilidad en la economía occidental. Si la impresora no funciona, no tenemos alternativa viable. Y tampoco estamos acostumbrados a resolver problemas, sin acceder a fondos baratos e infinitos como hasta ahora.
El ejemplo de los fondos de recuperación en Europa, donde nos hemos otorgado a nosotros mismos, cantidades ingentes de euros sin necesidad de reembolso, es la muestra definitiva. Si carecemos de este sistema de financiación, si tenemos que comprar las materias primas en oro (por poner un ejemplo de dinero sólido alternativo), ¿cómo conseguiremos mantener la senda de crecimiento, mientras pagamos las facturas?
Tanto tiempo de tendencia alcista de las bolsas y del "apoyo" de los BC al menor síntoma de empeoramiento o crisis, hace que los inversores se nieguen a pensar en la posibilidad de un crash bursátil. En la mente de todos ellos se ha incrustado la sensación de rescate perpetuo por parte de los BC y es imposible, desde su punto de vista, un colapso en las bolsas. Este sentimiento, empeora la respuesta ante un descenso inicial de las bolsas, que sería seguido de una toma de posiciones masiva. El daño desde esta perspectiva sería mucho peor.
El episodio temporal es lo más difícil de averiguar. Tampoco hay que engañarse. La burbuja tecnológica se puede seguir hinchando mucho más.
¿Será en Octubre?
Solo una opinión.
Saludos.
PD. En lugar de pensar que este es un post pesimista, propongo pensar con sentido común.
Si la solución a todos los problemas fuera imprimir dinero sin fin, nunca hubiera habido una crisis. La inflación es la kryptonita de la emisión infinita de dinero. Solo hemos ganado tiempo, nada más.
Como alternativa, mirar este gráfico con detenimiento. Nos habla del futuro...
No todo será bajista.
Como he puesto en un comentario.
"Las bolsas se alimentan de liquidez. Si el dinero fluye , las bolsas van al alza. Cuando los banqueros centrales emprenden el proceso contrario (subir tipos y restringir la liquidez mediante QT´s), las bolsas deberían bajar. Que no sea inmediato (por la inercia alcista), no quiere decir que no ocurra antes o después"
Un colapso, desde mi punto de vista, es un descenso de la bolsa de al menos un 30%, pudiendo ser mucho mayor en el tiempo...
Parafraseando a Keynes, "las bolsas pueden permanecer alcistas mucho más tiempo del que necesitan los bajistas para explicar por qué todavía no han caído".