Se llama Promotores, hagan juego. La banca gana, esta públicado en el Blog El ojo clínico de la inversión inmobiliaria, y lo firma J.L. Bárcenas. ¿Por qué lo he elegido?
A mi juicio es un conjunto de típicos tópicos sin fundamentar, de una demonización de un sector para defender a otros. Son alegatos sin pruebas y sin una miaja de autocrítica. Un pataleo en una palabra. Es curioso como muchas de las críticas que hace, muchas de las caracterizaciones que hace de los Bancos son las que se han venido diciendo de los promotores hasta que entraron en desgracia. Entre nosotros, nada de rigor y si mucha demagogia. Tanta, tanta demagogia que voy a comentar punto por punto aquello que más me ha llamado la atención.
Las empresas han vendido su alma al diablo.Si señor, empezamos bien, hay que dejar claro desde un principio que la Banca es demoniaca y las promotoras unas virginales doncellas. Que no se note el maniqueísmo.
Tampoco había alternativa. O esto o el temido Concurso de Acreedores.
¿Cómo que no? ¿Que tal la aportación de Fondos Propios por parte de esos accionistas, rumbosos en otros tiempos?, ¿qué tal una gestión más prudente? Oye, resulta curioso que no haya ni una miradita al espejo a ver qué se ha hecho mal.
Los Bancos y Cajas de Ahorros son los que mandan. Ellos ponen las reglas y, si en un momento dado no les conviene cumplirlas, las cambian sin pudor alguno.
¿Qué son los que mandan? ya me dirán como, y ya me dirán que es eso de cambian las reglas. Aquí la regla que había era pagar y para empezar ya hay alguien que la esta incumpliendo.
Como si de vampiros se tratara, se abalanzan sobre su presa con sutileza pero con precisión. Directos al cuello y… a chupar la sangre sin parar.
Ahora ya no son demonios, son vampiros. Mmmmmm que pena de aquellos tiempos medievales en que a través de los progromos y las deportaciones los nobles se quitaban de encima las deudas a la par que a los acreedores, previa satanización de los mismos. Y es que los acreedores por definición son unas sanguijuelas, ¿no?
Estos procesos de refinanciación de deuda comienzan con reuniones entre la empresa (o “presa”, en este caso)....
Tremenda sutileza para atacar a quien pretende recuperar lo que es suyo.
Las entidades financieras van paulatinamente afilando sus colmillos y succionando, sin piedad, hasta la última gota de sangre fresca.
Continua con la alegoría. Lástima que no explique que lo que tratan de hacer es recuperar toda esa sangre que esas pobres víctimas se han embolsado con anterioridad.
Las entidades financieras acaban por sacar de la empresa más de lo que inicialmente ésta estaba dispuesta a dejarse en este viaje. Todo sea por seguir con vida antes que coger el camino de los Juzgados de lo Mercantil.
¿Qué es lo que acaban por sacar? ¿activos sobrevalorados?, ¿refinanciaciones ruinosas? Y, ¿de qué vida me habla? Algunos están muertos y siguen sin saberlo.
Los comités que sancionan las operaciones están demostrando una lentitud e inoperancia extrema[....]Muchos de ellos estarán echando de menos a todas aquellas personas de las que se prescindió, en época de bonanza, con los distintos planes de jubilaciones anticipadas realizados en los últimos años. Qué bien habría venido en estos momentos una dosis adicional de experiencia y prudencia.
Esta me ha gustado mucho. Hay de todo, habrá analistas mejores y peores, pero ese intento de dividir los buenos de los malos me sonroja. Y es que, leyendo entre lineas, uno piensa que que lo que están deseando es que vuelvan aquellos que les aprobaron las operaciones en aquellos días de vino y rosas, que con aquellos si que se vivía bien.
No sé si son conscientes de que las empresas tienen memoria y de que quien ayuda a alguien en estos momentos gana un aliado para siempre. Quien se aprovecha de alguien en los momentos críticos, posiblemente gane un enemigo de por vida.
Suena a amenaza. No nos engañemos, salvo casos concretos, la memoria del ser humano suele ser de pez. Le pones un tipo algo mejor, le financias un porcentaje mayor y se olvida de todo. Y si no, como se explican fenómenos como los de los subasteros, que no solo se dan entre los particulares, si no también con las empresas. Y, en el caso de los promotores, aunque hay excepciones, son eso, excepciones. Por otro lado, me pregunto si la Banca esta tratando igual a esos subasteros que a las excepciones. Y estoy seguro que no.
Creo que la mayoría de las entidades no piensan en el futuro y tan sólo les importa sacar de la UVI al mayor número de empresas para dejarlas durante un par de añitos en habitación de planta, bajo vigilancia. Posiblemente no tengan alternativa. Esto está siendo mucho más duro de lo que nadie podía imaginar inicialmente. Sólo el tiempo nos dará respuestas. Mientras tanto, la Banca gana.
Vaya, un poquito de lucidez al final. Quizás es que no cabe otra opción. Eso si, sigo sin tener claro que es lo la Banca gana (le ha faltado poco para recurrir a esa frase tan tonta de de laque la Banca siempre gana). Y preguntándome a mi mismo, yo diría que lo único que gana la Banca, hoy por hoy, es tiempo, algo de tiempo.