La estadística es muy curiosa, cuando aprendes a dominarla puedes hacer magia con ella y obtener siempre los resultados que más desees, en especial cuando utilizas a Gauss para ello, del cual tiene una curiosa estima Taleb, un gran estadista y mucho mejor que Gauss.
El caso es que en política se utilizan mucho las encuestas para establecer actuaciones y “líneas editoriales de partido” para tratar de alinear los intereses electorales con una población alienada. Pero aun con el afán de manipulación de datos, control social y ansias de fascismo actual en la sociedad europea, nos queda una pequeña raza de políticos que se entregan por su pueblo, o al menos así ha sido hasta ahora, en el futuro no lo sabemos, quien trate de predecir el futuro miente, o simplemente es idiota.
Cuando analizamos una empresa para adquirirla, o un inmueble, o cualquier compra que estudiamos para nuestra cartera, analizamos el pasado con la idea de entender el presente y buscar escenarios probables para el futuro, con ello establecemos unos niveles de confianza en los escenarios y podemos asumir cierto resultado. En política es igual, cuando analizamos el panorama nacional vemos que es basura, como si se tratase del Garibaldi 4 BBB (se lee Garibaldi 4 triple B), al igual que el panorama autonómico y provincial, pero, y sí, digo pero, existen, o al menos aun sobrevive alguno, políticos entregados a su pueblo con pasión sincera por mejorarlos, hacerlos aparecer en el mapa y que aun no han sido corrompidos por las estructuras corrosivas de los partidos cual pareja de tóxica y dependiente.
En las tierras vascas aun queda un pueblo, cual bastión de libertad, en el su alcalde se entrega con pasión por la ciudadanía. Me refiero al pueblo de Loiu, donde una empresa vasca de encuesta ha preguntado a sus vecinos y vemos que los resultados son aplastantes.
Más del 80% de los vecinos califican de buena o más la imagen que tienen de las actuaciones del ayuntamiento, que por otro lado no es de extrañar, el ayuntamiento se ha desvivido por mejorar el transporte y las conexiones, el ocio local para adultos y pequeños, la reducción de la burocracia y el acercamiento entre instituciones y pueblo, y aunque es poco conocido, la titánica lucha entre ayuntamiento e instituciones nacionales en relación al urbanismo local.
En la encuesta, realizada por Gizaker, también se recoge que más del 80% de los vecinos encuestado creen que el pueblo mejorará. Antes he hablado de analizar el pasado para comprender el presente y tratar de discernir un futuro probable, bueno, cuando tienes un ayuntamiento, capitaneado por un alcalde que promueve la construcción de un gimnasio, un splashpark o la congelación de las tasas e impuestos municipales, es altamente probable que el pueblo mejore, y mucho.
La encuesta sigue preguntando por la confianza en las instituciones, y ojo aquí, el ayuntamiento obtiene más de un 8, dato que seguramente no se vea en ningún otro sitio del mapa nacional. Lo cual es lógico, la esencia de la política es prometer y mentir, adular al pueblo en busca de su voto a cambio de sueños y esperanzas, que con motivo de la “herencia recibida” jamás se hacen realidad. Pero no es el caso, Josu Andoni Begoña ha cumplido, hizo promesas electorales que ha cumplido, incluso en contingencias que han ido ocurriendo y que el camino fácil habría sido dejarlas para las próximas elecciones y prometer solucionarlas no ha sido así, las ha intentado solucionar según ocurrían. Aun quedan políticos que pueden ser un ejemplo para la sociedad (de momento), aun quedan personas que desean dedicarse a la política de forma sincera por su pueblo, de luchar de forma épica porque el pueblo que aman aparezca en el mapa con honra y cual faro ilumine el camino de la política a seguir sin dejarse intoxicar por el populismo actual que corroe las estructuras de todos los partidos.
Se acercan las elecciones y debemos votar, en ocasiones se acusa a los libertarios de hipócritas por participar en procesos electorales cuando lo que queremos es tumbar el sistema, pero al vernos obligados a vivir en un sistema que no nos gusta lo menos que podemos hacer es intentar votar al candidato que más nos guste, lo cual es lo que deberían hacer todos los ciudadanos, dejarse de colores y partidos, siglas y excusas estúpidas y votar por los políticos sinceros, por las personas que han demostrado cumplir todas y cada una de sus promesas, y que cuando no ha sido así, han dado la cara y explicado con transparencia el porqué no se ha cumplido.
El caso es que en política se utilizan mucho las encuestas para establecer actuaciones y “líneas editoriales de partido” para tratar de alinear los intereses electorales con una población alienada. Pero aun con el afán de manipulación de datos, control social y ansias de fascismo actual en la sociedad europea, nos queda una pequeña raza de políticos que se entregan por su pueblo, o al menos así ha sido hasta ahora, en el futuro no lo sabemos, quien trate de predecir el futuro miente, o simplemente es idiota.
Cuando analizamos una empresa para adquirirla, o un inmueble, o cualquier compra que estudiamos para nuestra cartera, analizamos el pasado con la idea de entender el presente y buscar escenarios probables para el futuro, con ello establecemos unos niveles de confianza en los escenarios y podemos asumir cierto resultado. En política es igual, cuando analizamos el panorama nacional vemos que es basura, como si se tratase del Garibaldi 4 BBB (se lee Garibaldi 4 triple B), al igual que el panorama autonómico y provincial, pero, y sí, digo pero, existen, o al menos aun sobrevive alguno, políticos entregados a su pueblo con pasión sincera por mejorarlos, hacerlos aparecer en el mapa y que aun no han sido corrompidos por las estructuras corrosivas de los partidos cual pareja de tóxica y dependiente.
En las tierras vascas aun queda un pueblo, cual bastión de libertad, en el su alcalde se entrega con pasión por la ciudadanía. Me refiero al pueblo de Loiu, donde una empresa vasca de encuesta ha preguntado a sus vecinos y vemos que los resultados son aplastantes.
Más del 80% de los vecinos califican de buena o más la imagen que tienen de las actuaciones del ayuntamiento, que por otro lado no es de extrañar, el ayuntamiento se ha desvivido por mejorar el transporte y las conexiones, el ocio local para adultos y pequeños, la reducción de la burocracia y el acercamiento entre instituciones y pueblo, y aunque es poco conocido, la titánica lucha entre ayuntamiento e instituciones nacionales en relación al urbanismo local.
En la encuesta, realizada por Gizaker, también se recoge que más del 80% de los vecinos encuestado creen que el pueblo mejorará. Antes he hablado de analizar el pasado para comprender el presente y tratar de discernir un futuro probable, bueno, cuando tienes un ayuntamiento, capitaneado por un alcalde que promueve la construcción de un gimnasio, un splashpark o la congelación de las tasas e impuestos municipales, es altamente probable que el pueblo mejore, y mucho.
La encuesta sigue preguntando por la confianza en las instituciones, y ojo aquí, el ayuntamiento obtiene más de un 8, dato que seguramente no se vea en ningún otro sitio del mapa nacional. Lo cual es lógico, la esencia de la política es prometer y mentir, adular al pueblo en busca de su voto a cambio de sueños y esperanzas, que con motivo de la “herencia recibida” jamás se hacen realidad. Pero no es el caso, Josu Andoni Begoña ha cumplido, hizo promesas electorales que ha cumplido, incluso en contingencias que han ido ocurriendo y que el camino fácil habría sido dejarlas para las próximas elecciones y prometer solucionarlas no ha sido así, las ha intentado solucionar según ocurrían. Aun quedan políticos que pueden ser un ejemplo para la sociedad (de momento), aun quedan personas que desean dedicarse a la política de forma sincera por su pueblo, de luchar de forma épica porque el pueblo que aman aparezca en el mapa con honra y cual faro ilumine el camino de la política a seguir sin dejarse intoxicar por el populismo actual que corroe las estructuras de todos los partidos.
Se acercan las elecciones y debemos votar, en ocasiones se acusa a los libertarios de hipócritas por participar en procesos electorales cuando lo que queremos es tumbar el sistema, pero al vernos obligados a vivir en un sistema que no nos gusta lo menos que podemos hacer es intentar votar al candidato que más nos guste, lo cual es lo que deberían hacer todos los ciudadanos, dejarse de colores y partidos, siglas y excusas estúpidas y votar por los políticos sinceros, por las personas que han demostrado cumplir todas y cada una de sus promesas, y que cuando no ha sido así, han dado la cara y explicado con transparencia el porqué no se ha cumplido.
